Mataró - Barcelona
  2 octubre 2007
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11:53.El bañista, a la orilla del mar, se funde con el paisaje.
Y su bicicleta, reclinada en un árbol, también.
Forman un grupo escultórico.
Como estatuas de bronce, podrían permanecer ahí, eternamente.


El corredor, en cambio, es un elemento perturbador.
Es como una ráfaga de viento, que no se sabe de dónde viene, ni a dónde va,
como un guerrero que pasa, produciendo un cierto sobresalto en los que le contemplan.

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Zancadas
Al trote con la cámara en la mano

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