PRESENTACIÓN
Desde un buen
principio, al concebir este proyecto, supe que uno de los objetivos básicos
tenía que ser la creación de una base de datos específica para la materia de
lengua y literatura españolas, más concretamente la historia de nuestra
literatura, puesto que las bases de datos analizadas en el documento anterior
tenían las limitaciones reseñadas, incluso las que tenían clasificación por
áreas.
Aunque en un momento tenía algunas
pretensiones más para la misma, como la utilización de pautas de evaluación
para una herramienta seleccionada en cada unidad según los modelos existentes
(véase un ejemplo de análisis de una webquest sobre
Juan Ramón realizado por mí durante un curso), lo cierto es que el formato era
poco ágil y preferí centrarme en la clasificación del material y en la
elaboración de recursos en aquellas unidades donde más falta hiciera. También
descarté una base general para toda la materia, lengua y literatura, por la
dificultad de articular todos los contenidos, así como las notables diferencias
existentes entre los despliegues curriculares propios de cada comunidad, algo
que no afecta en un grado tan importante a los contenidos de literatura. No
tuve en cuenta la anunciada (y enésima) reforma que, cuando esto escribo, acaba
de hacerse pública y que merma, aún más si cabe, el desarrollo de la enseñanza
de la literatura.
En resumen, que las bases de datos que
siguen se han elaborado según los siguientes criterios:
- Para tratar de
delimitar el campo analizado, nos hemos centrado únicamente en la materia de literatura que forma parte de
la asignatura de Lengua y literatura españolas. No hemos tenido en cuenta,
por tanto, las webquest, miniquest o cazas dedicadas a la enseñanza de la
lengua ni, con gran pesar, porque hay muchas, y algunas excelentes, a los
géneros literarios. Quede para otros esta tarea, pero sólo la organización
del material exigiría un gran esfuerzo, dirección en la que avanza
Internet entendida como suma, red colaborativa de conocimientos a la que
ahora se suma este proyecto.
- Para la
programación de la materia y, en consecuencia, la organización de la base,
me he servido de un manual, F. Lázaro Carreter et alii, Lengua
castellana y literatura 3 y Lengua
castellana y literatura 4 (Madrid, Anaya, 2003), por dos
sencillas razones: porque se trata del que yo utilizo en clase y porque
uno de esos alli es mi compañero
Joaquín Mindán. En lo posible, he seguido la organización de los
contenidos según la programación de la materia en quince unidades anuales.
Ahora bien, en un número limitado de ocasiones he unificado dos lecciones
debido a la escasez de materiales ya elaborados. Dependiendo de la
creación de nuevas herramientas, en un futuro la orientación del curso
podría recuperar su organización inicial.
- Discúlpese la
posible falta de orden en cada tabla de unidad, a pesar de que yo haya
criticado ese mismo problema en algunas de las bases reseñadas. Pero la
constante incorporación de enlaces, unida a mi impericia con los programas
de diseño de páginas, hacía que cada incorporación requiriera más esfuerzo
del tolerable, en ocasiones, y dejara para más adelante una clasificación
que respete, por lo menos, el orden alfabético. De todos modos, sí que se
clasifican las herramientas según su tipología y siguiendo las siguientes
abreviaturas: WQ para webquest,
MQ para miniquest, CT para Caza del tesoro y Act.
para actividades de diversa índole.
- Tal vez resulte
discutible la clasificación en categorías aquí empleada, dado que cada una
de las herramientas tiene un formato bastante definido, pero la
realización final depende de cada profesional de la enseñanza, a sus
gustos y criterios personales. Como indicábamos en la introducción a este
trabajo, y siguiendo a B. Dodge, el “virus webquest” hace que se estén
multiplicando las páginas con este nombre que, en puridad, no son
webquest, sino que por su concepción sería más apropiado denominar con
otro epígrafe. En todo caso, he respetado la libertad de cada autor,
si bien en mis comentarios doy
alguna indicación al respecto. Por otra parte, he incluido algunas
referencias (bajo el epígrafe Act.) que sin ser herramientas webquest pueden
ser de utilidad para el profesorado, por tratarse de actividades
multimedia o por ofrecer enlaces de interés. Hay muy pocas en mi base,
existen muchas más, lo sé. Y es en esta dirección por donde espero avanzar
en un futuro.
- Aunque estoy seguro
de que habrá algunas ausencias, nadie es perfecto, he pretendido incluir
todas las herramientas existentes. Para ello, he partido de las bases
generales y parciales ya existentes, y luego he realizado búsquedas
particulares con el Google. El problema, como en todo este mundo de
Internet, es la saturación. Si hace un tiempo reseñaba la existencia de
776 enlaces para la referencia cruzada “Webquest Bécquer” y de 454 que
estuvieran en español (para encontrar al final únicamente una media docena
de enlaces de primer orden), en la actualidad los números siguen bailando:
951, para generales, pero 441 en español. En cualquier caso, y como es
obvio, ante cifras similares para muchos de los autores que forman parte
del programa, he de asumir que habrá algunas ausencias. Seguro: algunas
notables, quizá alguna de las ausencias sea grave. En cualquier caso, unas
170 entradas (provisionales) para una posible programación de actividades
TIC sirviéndose de la enseñanza de la literatura española (o, mejor dicho,
de la enseñanza de la literatura española mediante las TIC) es un número creo yo, suficientemente
elevado como para empezar a considerar que estoy yo también alimentando al
“monstruo” Internet.
- A pesar de que
nuestro proyecto está orientado al segundo ciclo de la Enseñanza
Secundaria Obligatoria, hemos integrado también la mayoría
de las webquest, miniquest y cazas del tesoro que hemos podido encontrar
que estaban inicialmente diseñadas para otros niveles. Esto se debe a
varios motivos:
- En primer lugar,
no siempre, por desgracia, los niveles del alumnado son los mismos. Como
demuestran distintos informes nacionales o autonómicos (en Cataluña, por
ejemplo, las pruebas de competencias básicas), la incidencia de factores
socio-económicos, entre otros, determina en gran parte el rendimiento de
los jóvenes. En consecuencia, una buena webquest diseñada para primaria
puede ser perfectamente útil para un profesor de secundaria cuyos alumnos
tengan un, llamémoslo así, discreto nivel. Si además a ello añadimos la
escasez de herramientas en determinados temas, la necesidad de recurrir a
webquest de otros niveles se hace imperiosa (a menos que uno se cree sus
propias herramientas, claro). Pongo un ejemplo, las cazas creadas por el
profesor J. Lozano sobre Gómez de la Serna o los fabulistas del XVIII. A pesar
de que las ilustraciones puedan ser algo infantiles (obviamente, son
óptimas para los alumnos a quienes se dirigen), siguen siendo útiles para
el profesor de secundaria.
- Por otro lado,
tampoco el nivel del profesorado es unitario. Así, una webquest pensada
para Bachillerato pero cuya realización sea discreta o proponga tareas
sencillas, puede dirigirse también a secundaria, realizando para ello, si
es necesario, algunas modificaciones. Por el mismo motivo, una webquest
orientada a la E.S.O.
puede perfectamente servir para Bachillerato.
- Por último, este
proyecto ha sido elaborado por un profesor de secundaria y de
bachillerato que ha aprendido mucho, en estos meses, del trabajo
realizado por maestros de primaria. Espero poder devolver el favor si
esta base de datos también les sirve a ellos.
7. Y termino. Los comentarios son bastante
parcos por la cantidad de herramientas seleccionadas. Lo dicho: en un principio
pretendía ofrecer únicamente un análisis amplio de una por cada unidad, pero en
definitiva creo que el lector (o usuario) de estas páginas preferirá un vistazo
general a cada una de las materias (“esto el lo que hay”, como queda dicho) con
algunas pinceladas de opinión. Abundan los comentarios demasiado vagos, tal
vez, del tipo “Muy sencilla”. En la mayoría de las veces, eso significa que, en
mi opinión, determinada webquest propone tareas demasiado simples para el nivel
al que se dirige. Pero, en fin, cada docente sabrá qué es lo que busca y, por
eso mismo, dicha indicación podrá encaminarle, o no, a dicha webquest.