Uno de los significado de la palabra “exponer” es el de explicar
algo o hablar de algo para que los demás lo conozcan. Así pues, podemos
definir la exposición como el
tipo de texto que tiene por objeto
transmitir información. El texto que cumple este objetivo se denomina
texto expositivo.
Como hemos visto, se utiliza para explicar un tema de estudio, para
informar a alguien de nuestras ideas, para dar una noticia... Y también
son textos expositivos los tratados científicos y técnicos, los libros
didácticos y todos aquellos textos cuya
finalidad consiste en informar sobre conceptos y hechos.
Teniendo en cuenta a quién se dirigen, es decir, quién es su
receptor, los textos expositivos pueden ser:
- Divulgativos:
- textos que informan sobre un tema de interés. Van dirigidos a un
amplio sector de público, pues no exigen un conocimientos previos sobre
el tema (apuntes, libros de texto, enciclopedias,
exámenes,conferencias, etc.)
- Especializados:
- textos que tienen un grado de dificultad alto, pues exigen
conocimientos previos amplios sobre el tema que tratan (informes,
leyes, artículos de investigación científica…)
Características del texto expositivo
El texto expositivo busca informar, por tanto debe presentar
el contenido de una determinada forma:
- 1. Clara.
- 2. Ordenada.
- 3. Objetiva: Un texto expositivo no debe reflejar opiniones.
- 4. Coherente: la relación de sentido entre las oraciones que lo
componen; deben seguir un orden lógico, y no contradecirse unas a
otras, etc.
- 5. Estructurada en tres partes:
- Introducción:
- se presenta el tema del que se va a hablar.
- Desarrollo:
- comprende toda la información se proporciona al receptor.
- Conclusión:
- cierra el texto y resume las ideas más relevantes.
Advertencia:
En una exposición breve, muchas veces la
conclusión no aparece.