Autor: Piet Mondrian
Tipo de obra: Óleo sobre tela
Estilo: Neoplasticismo
Cronología: 1921-1925 (1922)
Dimensiones 55.6 x 53.4 cm.
Solomon R. Guggenheim Museum, New York
Descripción y análisis de la obra:
El artista realiza una serie de composiciones muy parecidas, en las que el ritmo de la composición está establecido por un conjunto de cuadros realizados en colores primarios (rojo amarillo y azul) delimitados por gruesas líneas negras. Algunos cuadros interiores se terminan en gris y blanco para causar un limpio contraste.
En oposición al cubismo, que no se identificaba con sus propios descubrimientos y cambiaba constantemente. Mondrian se identifica con el cuadro de fondo plano. El marco blanco, o gris se divide creando efectos de insospechado lirismo e intensidad. El color está aplicado con gran delicadeza. El rojo y el azul son delicadamente pesados con sumo cuidado, como si se tratase de un sistema de equilibrio. El resultado es una expresión más dinámica que estática.
Al intentar representar el cuadro en sus dos dimensiones, evita crear la ilusión de profundidad, omitiendo toda línea curva o diagonal.
También elimina toda referencia al movimiento. La poética del lienzo radica en las formas rectangulares, que limitan los colores primarios sin aislarlos. Sin embargo, estos colores son onjetivos, sin ningún tipo de carga emocional. La simplificación de formas llega a anular la voluntad decorativa. Nada es superfluo. El resultado es una composición completamente equilibrada, donde el color, forma y disposición están estudiados según un perfecto orden mental.