Biografia
Jaime Gil
de Biedma (Barcelona, 1929-1990) és el poeta més venerat
de la generació del 50. Jaime Gil de Biedma neix a Barcelona en
1929 en el si d'una família acomodada. La seva poesia, de gran
contingut social, va desembocant en un pessimisme que comença per
ser existencialista i acaba en el més profund dels nihilismes.
Alt càrrec de la Companyia de Tabacs de Filipines, el fet de portar
una vida burgesa xocava, ja no només amb la simpatia que mostrava
davant el marxisme i els autors marxistes als que solia llegir, sinó
amb el fet de ser homosexual en una societat assentada sobre el concepte
hipòcrita de família burgesa. La seva carrera literària
comença cursant els seus estudis de Dret a la Universitat de Barcelona
i la seva obra es veu influenciada per la poesia anglosaxona, els simbolistes
francesos (concretament Baudelaire), la literatura medieval i per un autor
cap al que sent una gran afinitat poètica: Cernuda. Un dels aspectes
que ressalten en la seva obra, i en la obra de la majoria dels seus contemporanis,
és la fugida del surrealisme i la defensa de la racionalitat. Això
comporta a que la seva poesia sigui sovint bastant crua i directa, desfent-se
de tot tipus d'imatges innecessàries, encara que sense perdre el
sentit poètic. D'aquí fonamentalment la seva denominació
de "poesia de l'experiència". En 1959 publica Compañeros
de viaje, que juntament a Moralidades (1966) conformen la part
més social de la seva poesia, amb poemes plens de denúncia
política on la hipocresia, la misèria del sistema capitalista,
l'Espanya oprimida i la discriminació de la dona són temes
principals. En 1965 publica A favor de Venus, poesia amorosa impregnada
d'erotisme, i en 1968, per últim, apareix la seva obra Poemas
póstumos. A partir d'aquí l'autor publica diversos poemes
en revistes literàries, així com les seves memòries
(Diario de un artista seriamente enfermo, 1974), però pateix
una crisi que el porta a prendre la decisió de deixar a un costat
la seva vida artística. Aquesta crisi és fàcilment
visible en la seva evolució literària. El desassossec burgès
que en un principi el porta a advocar fins i tot, en algun dels seus poemes,
per un canvi social, un relleu de classes que transformi les estructures
de poder i acabi amb el sistema capitalista, acaba produint en ell una
actitud nihilista. La idea determinista de l'incapacitat del poble espanyol
per canviar la seva història, del conformisme que després
de la transició impregna a tots els sectors de la societat li fa
perdre les seves esperances. D'una actitud potser més relacionada
amb l'existencialisme de Sartre, en qui uns veuen ociositat burgesa i
altres (com Kosik) veuen les idees de la revolució impregnades
de romanticisme, Gil de Biedma passa a la desesperació més
completa. Així, el pas del "nosaltres" al "jo"
en la seva obra el porta a qüestionar-se la seva pròpia vida,
la seva capacitat de sobreviure a l'apatia del conformisme burgès
del que tant havia fugit. Tot això el porta a deixar pràcticament
d'escriure fins ara de la seva mort. Així, en 1990, mor de SIDA
un dels millors poetes de la nostra història més recent.
Entre les seves traduccions destaquen les d'obres de T.S. Eliot i Christopher
Isherwood.
Obra
Barcelona
no es bona, o mi paseo solitario en primavera dins Moralidades
Documentació
Article
publicat a a La Vanguadia el 19/06/02 per Juan Antonio Masoliver
Ródenas
Dialogando con Gil de Biedma
Conversaciones
recupera las entrevistas y conversaciones con Jaime Gil de Biedma (1929-1990)
aparecidas en periódicos y revistas de 1950 a 1990, para ampliar
de este modo el perfil biográfico y estético condensado
en tres expresiones de su breve obra: los poemas de Las personas del
verbo, las páginas autobiográficas del Diario
de un artista seriamente enfermo y los ensayos de El pie de la
letra. Esta amplia gama de diálogos es interesante porque no
sólo refleja la evolución de las ideas del poeta sobre aspectos
centrales de su personalidad y de su persona o sus personas poéticas,
sino que permite asimismo ver reflejado el testimonio de distintas generaciones:
amigos cercanos como Juan Marsé o Jaime Camino, colaboradores como
Àlex Susanna, expertos en su obra como Carme Riera, periodistas
como Maruja Torres o escritores jóvenes como Benjamín Prado.
El prólogo de Pérez Escohotado resulta insuficiente. Habría
sido más útil una introducción general sobre el poeta
en la línea de la que escribió Carme Riera para la edición
de Lumen a Las personas del verbo. Lo que echamos a faltar en la
introducción es una visión general del mundo de Gil de Biedma,
una historia de las entrevistas y de los entrevistadores y
un panorama de lo que el libro ofrece en su conjunto, tanto de lo nuevo
como de las ideas ya conocidas, es decir, situar los textos en un contexto.
No todas las entrevistas tienen la misma calidad, ni en todas el entrevistado
muestra el mismo interés.Con los más jóvenes (Leopoldo
María Panero o Benjamín Prado) parece impacientarse. Hay
narcisismo y complicidad, exhibición de esgrima intelectual y de
sensualidad verbal en la conversación con Carlos Barral. Y en ocasiones
(con Federico Campbell y, sobre todo, la entrevista con la redacción
de la revista Thesaurus) una voluntad de ahondar en su obra
poética y en sus ideas sobre la poesía.
Por supuesto el orden cronológico crea una especie de pathos
(del hedonismo de los primeros años al cansancio y al abandono
de la poesía en los últimos) y le da una calidad narrativa.
El hecho de que se hayan incluido tantas entrevistas (¿todas?:
no se nos dice) le da variedad pero al mismo tiempo invita a las repeticiones,
que aquí llegan a fatigar. Y alguna responsabilidad tendrán
los entrevistadores si muy pocas veces aparece el brillantísimo
conversador que fue Gil de Biedma. Brillantísimo y demoledor. La
cortesía domina a lo largo del libro. Y es tal vez por cortesía
o mojigato pudor que los entrevistadores se limitan a hablar de la sensibilidad
homosexual a un nivel literario, centrada en Lorca y Cernuda, o no hurgan
en su participación en la polémica antología de Castellet
Veinte años de poesía española y la escandalosa
eliminación de uno de los poetas más interesantes y prometedores,
Alfonso Costafreda, de la que con toda la ligereza del mundo Gil de Biedma
se declara responsable directo.
Con todas sus digresiones, repeticiones, cautelas y falta de verdadera
dialéctica, Conversaciones resulta un libro ameno y de especial
interés para quienes no conozcan la obra de Gil de Biedma. Son
importantes muchas puntualizaciones sobre su relación con la lengua
castellana, frente a la catalana o la inglesa. Si yo pudiera elegir,
escribiría en catalán o en inglés. El castellano
tiene una serie de inconvenientes alarmantes como lengua de poesía,
algo que inevitablemente preocupa a quien a lo largo de las conversaciones
se muestra obsesionado por las exigencias de la modernidad y de encontrar
una voz moderna a su propia poesía. Se entiende su identificación
con Gabriel Ferrater y la celebración de la poesía medieval,
de Foix y de la poesía inglesa, muy especialmente de Eliot (un
poeta por el cual siento la más absoluta veneración)
y de Auden (es el poeta y escritor que más me ha influido).
Reñido
con la caridad
Esta exigencia
de modernidad y la necesidad (que comparte, por otro lado, con sus mejores
amigos, Barral y Ferrater) de buscar unas lecturas que alimenten el afán
renovador explica los elogiosos y lúcidos comentarios a Antonio
y Manuel Machado, a Cernuda, a Guillén y hasta a Leopoldo Panero,
pero también los comentarios críticos y los comentarios
negativos, categóricos, perversos y muy personales a poetas como
Pound (su edad mental es de 15 años), Juan Ramón
Jiménez (a los poemas de J. R. J. les falta contrastación,
están escritos por recetas, no le considero un gran
poeta) o Blas de Otero (este hombre es el varón de
dolores, no hace más que llorar por España todos los días).
Sabemos que la caridad no era una de las cualidades más notorias
de Gil de Biedma. También sabemos que de la caridad sale muy poca
poesía.
Gil de Biedma parece haber limitado el espacio de sus preocupaciones para
ahondar en ellas. No le interesa el cine y no hay referencias a la pintura
o la música. Muy pocas a la novela. Las personas del verbo coinciden
con las personas marcadas por el tiempo: el tiempo de la solidaridad,
del hedonismo y de la sensualidad de origen sentimental, y el de la pesimista
visión de la naturaleza humana y del miedo a la vejez y a la muerte
que coincide con su pérdida de fe en la poesía. A estos
ramalazos de intensa presencia humana y a las inteligentes y personalizadas
opiniones y reflexiones sobre la poesía hay que añadir,
aquí no del todo visible, el placer por las piruetas de la inteligencia
hechas palabra, jugando a esas cosas que nos gustan, que es hablar
de lo que nosotros no sabemos. Para escribir luego de lo hondamente
conocido y vivido.
Links
Estudi
sobre Las personas de verbo en format PDF
http://amediavoz.com/gildebiedma.htm
Jaime Gil
de Biedma. A media voz
http://www.poesia-inter.net/indexjgb.htm
Jaime Gil
de Biedma
http://www.tsc.es/p&j/poesia/book/jgb.html
Jaime Gil
de Biedma
http://www.tvcatalunya.com/aleph/2001/gilbiedma/
Jaime Gil
de Biedma. TV Catalunya
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