Durante
los años 70 el adulterio realizado por una mujer era considerado
por ley un delito. Un grupo de mujeres montaron manifestaciones delante
de los juzgados y popularizaron el eslogan: jo també sóc
adúltera. Las reinvicaciones feministas consiguieron cambiar
las leyes.
En
aquellos momentos en la sociedad española predominavan las actitudes
masclistas. El movimento feminista, además de denunciar la violencia
masclista, comenzó a pedir cambios en el código penal, por
la violación y muerte du una mujer, que significó el detonante
de las reinvicaciones en contra de la violencia de género.
La
representante del Moviment de Dones Democràtiques lee un manifiesto
delante de la prisión de mujeres de la trinidad para pedir al director
que substituyera las monjas de Las Cruzadas Evangélicas de Cristo
Rey que vigilavan la prisión por funcionarias, además de
permitir a las prisioneras vestirse con su ropa, leer las publicaciones
de circulación legal y poder hablar su lengua, el catalàn.
El
15 de junio de 1977 se celebraron las primras elecciones democràticas
después de 1936. Jornada tranquila de mucha participación,
a pesar del despliegue policial.
