Vulpellac
El
castillo de Vulpellac es, actualmente, un palacio habitado que
mantiene las estructuras esenciales de los siglos XIII-XIV, pero
fue reformado, sobre todo en la decoración y la disposición interior,
en los siglos XV y XVI. Partes de la estructura del castillo,
como la base de la Torre del Homenaje, se consideran muy anteriores,
de los siglos IX-X, pertenecientes al alto medieval (piedras de
tamaño regular, sin trabajar, formando hileras). Parece ser, pues,
que ya hubo un castillo o una fortificación anterior.
La muralla que rodeaba el castillo quedó muy deteriorada. Una
de las torres que la formaban fue destruida, las otras dos, una
de planta circular y otra rectangular, aún hoy se conservan. El
palacio está construido con piedras sin labrar y con sillares
labrados a escuadra en los lados. Es un gran edificio de dos plantas,
con terraza superior almenada. En el portal principal hay arcos
de punto redondo. . En la fachada occidental hay tres ventanales
geminados, góticos, de horquillas trilobuladas. En la de levante,
destaca un gran ventanal de arco conopial, gótico renacentista,
con complicado arabesco. En la septentrional, una pequeña ventana
gótica, de arco trebolado, de decoración incisa, en forma de dos
rosetones con temas geométricos. El pequeño patio interior se
considera un ejemplar notable en la decoración gótico-renacentista;
en el centro se encuentra un pozo con brocal cuadrangular. Varias
inscripciones y escudos están presentes en distintos puntos del
castillo ("Yo soy el que pecó", Miguel Sarriera: una de las inscripciones
más habituales del palacio ha dado lugar a una leyenda de crímenes
y engaños).
En
algunos puntos de la Torre del Homenaje las piedras se disponen
en un opus spicatum o se inclinan en un unico sentido.