Primera imagen en luz visible de una estrella de neutrones

Septiembre 17, 1997
Foto No.: STScI-PRC97-32

Esta imagen es la primera que se ha podido obtener en luz visible de una estrella de neutrones aislada: RX J185635-3754. La temperatura superficial es muy alta: 1,2 millones de grados Fahrenheit y el diámetro inferior a 14 km. El brillo es débil, por debajo de la magnitud 25. La distancia debe ser inferior a la de una nube molecular que se encuentra a 400 años luz en la misma dirección (la constelación Corona Australis). La posición aproximada de la estrella se conocía gracias a su potente emisión de rayos X, detectada por el satélite ROSAT (Roentgen Satellite) en 1992.

"Esto coloca las estrellas de neutrones demasiado cerca del límite teórico inferior para este tipo de objetos", dijo Fred Walter, de la State University of New York en Stony Brook. "Con esta observación podemos empezar a descartar algunos de los muchos modelos existentes sobre la estructura interna de las estrellas de neutrones". En el número del 25 de septiembre de la revista Nature se han publicado los resultados de las observaciones de Walter y Lynn Matthews.

Las estrellas de neutrones son los restos de algunas supernovas. Su gran densidad se debe a que los electrones y protones de la materia normal se han combinado para formar una masa de neutrones de alta densidad. El comportamiento de la materia (la 'ecuación de estado') a tan altas temperaturas y presiones se desconoce. Se conocen otras muchas estrellas de neutrones, pero esta es la primera que se ha podido estudiar que no forma un sistema binario ni presenta una fuerte emisión de pulsos de radio (pulsar) que enmascare el espectro de radiación térmica, que es el que ha permitido deducir el diámetro. La estrella emite la mayor parte de la energía en forma de radiación X, detectada por el ROSAT. La radiación ultravioleta, medida por el EUVE (Extreme Ultraviolet Explorer), aunque menor, también es elevada. La luz visible emitida, sin embargo, es muy débil, a pesar de estar relativamente cerca de la Tierra (menos de 400 años luz). Un espectro así indica que la temperatura superficial es muy alta: 1,2 millones de grados Fahrenheit. Y un brillo tan débil indica que es un objeto muy pequeño. Una enana blanca se encontraría mucho más lejos para tener la misma magnitud: a 150.000 años luz (fuera de la galaxia), y emitiría 70.000 veces menos rayos X.

Credit: Fred Walter (State University of New York at Stony Brook), and NASA


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