El corazón de M1 

El año 1054 se pudo ver durante varias semanas una brillante estrella nueva, incluso en pleno día. Se trataba de la explosión supernova de una estrella con una masa 10 veces mayor que la del Sol, situada a 6.500 años luz en la constelación Taurus. En su lugar, quedó un pulsar: una estrella de neutrones que gira 30 veces por segundo. Es la estrella inferior en la pareja visible a la izquierda del centro de la imagen.
El gas expulsado produjo la nebulosa M 1, que se expande a unos 2 millones de km/h. Los filamentos de color amarillo-verdoso de la zona inferior están entre el pulsar y nosotros, mientras que los de color rosa y anaranjado de arriba están más lejos. La imagen, en falso color, muestra el hidrógeno en color anaranjado, el nitrógeno rojo, al azufre rosa, y el oxígeno verde.

En las explosiones supernova se producen muchos núcleos atómicos que se dispersan en el medio interestelar, pudiendo luego incorporarse a nuevas estrellas o planetas. La mayor parte de los elementos químicos de nuestro cuerpo, como el carbono, el oxígeno o el hierro, se sintetizaron durante explosiones supernova hace miles de millones de años
 

Jun. 00