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El corazón de M1
El año 1054 se pudo ver durante varias semanas una brillante estrella
nueva, incluso en pleno día. Se trataba de la explosión supernova
de una estrella con una masa 10 veces mayor que la del Sol, situada a 6.500
años luz en la constelación Taurus. En su lugar, quedó
un pulsar: una estrella de neutrones que gira 30 veces por segundo. Es
la estrella inferior en la pareja visible a la izquierda del centro de
la imagen.
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El gas expulsado produjo la nebulosa M 1, que se expande a unos 2 millones
de km/h. Los filamentos de color amarillo-verdoso de la zona inferior están
entre el pulsar y nosotros, mientras que los de color rosa y anaranjado
de arriba están más lejos. La imagen, en falso color, muestra
el hidrógeno en color anaranjado, el nitrógeno rojo, al azufre
rosa, y el oxígeno verde.
En las explosiones supernova se producen muchos núcleos atómicos
que se dispersan en el medio interestelar, pudiendo luego incorporarse
a nuevas estrellas o planetas. La mayor parte de los elementos químicos
de nuestro cuerpo, como el carbono, el oxígeno o el hierro, se sintetizaron
durante explosiones supernova hace miles de millones de años
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Kris Davidson (U. Minn.) dirigió el equipo investigador
compuesto por William P. Blair (JHU), Robert A. Fesen (Dartmouth), Alan
Uomoto (JHU), Gordon M. MacAlpine (U. Mich.), y Richard B.C. Henry (U.
Okla.), que obtuvieron los datos mediante el HST. El Hubble Heritage
Team elaboró la imagen en color.
Jun. 00