Doña
Rosita la soltera, o el lenguaje de las flores Federico García
Lorca
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Argumento:
Esta
obra de carácter sentimental hace revivir el provincianismo
y la cursilería de una clase social y una época.
Nos describe la vida de una muchacha que durante mucho tiempo
espera al enamorado que marchó de su pueblo y le juró
amor eterno.
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ACTO
PRIMERO (fragmento de la última escena)
(Salen.
Queda la escena sola. Un piano lejísimo toca un estudio
de Cerny. Pausa. Entra el Primo y al llegar al centro de la
habitación se detiene porque entra Rosita. Quedan los
dos mirándose frente a frente. El Primo avanza. La
enlaza por el talle. Ella inclina la cabeza sobre su hombro.)
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ROSITA
¿Por qué tus ojos traidores
con los míos se fundieron?
¿Por qué tus manos tejieron,
sobre mi cabeza flores?
¡Qué luto de ruiseñores
dejas a mi juventud,
pues, siendo norte y salud
tu figura y tu presencia,
rompes con tu cruel ausencia
las cuerdas de mi laúd!
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PRIMO
(La lleva a un bis a bis y se sientan.)
¡Ay, prima, tesoro mío!,
ruiseñor en la nevada,
deja tu boca cerrada
al imaginario frío;
no es de hielo mi desvío,
que, aunque atraviese la mar,
el agua me ha de prestar
nardos de espuma y sosiego
para contener mi fuego
cuando me vaya a quemar.
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ROSITA
Una noche, adormilada
en mi balcón de jazmines,
vi bajar dos querubines
a una rosa enamorada;
ella se puso encarnada,
siendo blanco su color;
pero, como tierna flor ,
sus pétalos encendidos
se fueron cayendo heridos
por el beso del amor .
Así yo, primo inocente,
en mi jardín de arrayanes
daba al aire mis afanes
y mi blancura a la fuente.
Tierna gacela imprudente
alcé los ojos, te vi
y en mi corazón sentí
agujas estremecidas
que me están abriendo heridas
rojas como el alhelí. |
PRIMO
He de volver, prima mía,
para llevarte a mi lado
en barco de oro cuajado
con las velas de alegría;
luz y sombra, noche y día,
sólo pensaré en quererte.
Cuando
mi caballo lento
coma tallos con rocío,
cuando la niebla del río
empañe el muro del viento,
cuando el verano violento
ponga el llano carmesí
y la escarcha deje en mí
alfileres de lucero,
te digo, porque te quiero,
que me moriré por ti.
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ROSITA
Yo ansío verte llegar
una tarde por Granada
con toda la luz salada
por la nostalgia del mar;
amarillo limonar,
jazminero desangrado,
por las piedras enredado
impedirán tu camino,
y nardos en remolino
pondrán loco mi tejado.
Volverás. |
PRIMO
Sí. ¡Volveré! |
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ROSITA
¿Qué paloma iluminada
me anunciará tu llegada? |
PRIMO
El palomo de mi fe. |
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ROSITA
Mira que yo bordaré
sábanas para los dos. |
PRIMO
Por los diamantes de Dios
y el clavel de su costado,
juro que vendré a tu lado. |
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ROSITA
¡Adiós, primo! |
PRIMO
¡Prima, adiós!
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(Se
abrazan en el bis a bis. Lejos se oye el piano. El Primo
sale. Rosita queda llorando. Aparece el Tío que cruza
la escena hacia el invernadero. Al ver a su Tío, Rosita
coge el libro de las rosas que está al alcance de su
mano.)
Procés
El somni de Bagdad
Romeo and Juliet
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