El peristilo, la parte más interior de la casa romana, consistía en un jardín rodeado de un pórtico sostenido por columnas, aunque su estructura y dimensiones dependían del terreno que tuviera el priopietario. A su alrededor se abrían las habitaciones más importantes de la casa, la exedra, una sala espaciosa abierta al pórtico, el comedor o triclinio, y las otras habitaciones o alae.
La arqueología nos ha permitido contemplar algunos peristilos
de Pompeya con el mismo aspecto que tendrían en el momento de la
erupción del Vesubio.
![]() |
![]() |
Como puede verse, las paredes del peristilo, como las de otras habitaciones,
podían estar adornadas con pinturas
y el suelo con mosaicos.
Volver a Casa señorial
Volver a Domus