Article publicat a El País 
  el 15/03/02 per Catalina Serra
  
Museos a medida humana
  De los casi cincuenta museos o colecciones que pueden visitarse en Barcelona, 
  hay algunos, una media docena, de visita obligada. Es un recorrido agradable 
  y sencillo porque afortunadamente los de esta ciudad son museos a la medida 
  humana, es decir, de dimensiones abarcables. El más singular es el Museo 
  Nacional de Arte de Cataluña, en el parque de Montjuïc (horarios, 
  de martes a sábado de 10 a 19 horas, domingos y festivos, de 10 a 14.30 
  horas, lunes cerrado; precio: 4,80 euros), situado en uno de los edificios más 
  emblemáticos del sky line barcelonés, el Palau Nacional. Se trata 
  de un museo, aún inacabado, que exhibe unos impresionantes frescos románicos, 
  datados entre los siglos XI y XIII, procedentes en su mayoría de pequeñas 
  iglesias de los Pirineos que fueron trasladados a principios del siglo XX para 
  protegerlas de los expoliadores. Este conjunto de severas pinturas de temática 
  apocalíptica es, junto a la magnífica colección de tablas 
  y retablos góticos, una de las más importantes de este periodo 
  que existen en España. En este museo se exhibe en estos momentos una 
  interesante exposición de Alberto, un escultor vanguardista español 
  cuya obra no se había reivindicado hasta ahora debido a que tras la guerra 
  civil se exilió a la Unión Soviética y resultaba muy difícil 
  conocer su trabajo. Alberto fue uno de los artistas que, en la Exposición 
  Internacional de París de 1937, estuvo representado en el pabellón 
  español de la República junto al Guernica de Picasso y El Segador 
  de Joan Miró. No muy lejos, en la misma montaña, puede visitarse 
  precisamente una excelente colección de obras de éste último 
  artista en el entorno de uno de los mejores ejemplos de arquitectura racionalista 
  que pueden encontrarse en Barcelona, la Fundación Miró proyectada 
  por el arquitecto Josep Lluís Sert. Esta institución, fundada 
  por el mismo artista catalán hace ahora 25 años, reúne 
  una impresionante colección de obras de este surrealista visceral, desde 
  sus primeras piezas de juventud de carácter figurativo hasta sus últimas 
  pinturas de una abstracción depurada y sobrecogedora. Y, también, 
  presenta en estos momentos una sugestiva exposición que refleja las diferentes 
  maneras en que los creadores más actuales reflejan su concepto del espacio. 
  Y si de arte contemporáneo se trata es imprescindible visitar, sin salir 
  todavía de Montjuïc, la colección de arte contemporáneo 
  de la Fundación La Caixa, situada en una vieja fábrica modernista 
  rehabilitada que acaba de inaugurarse hace pocas semanas con el nombre de Caixafòrum 
  (Avenida Marques de Comillas, 6-8; horario, de martes a domingo de 10 a 20 horas, 
  lunes cerrado; entrada gratuita). Es un perfecto complemento a la visita del 
  Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, situado en pleno centro a pocos 
  metros de La Rambla (Plaza dels Àngels, 1; horarios: 11 a 19.30 horas; 
  sábados de 10 a 20 horas, domingos y festivos, de 10 a 15 horas, martes 
  cerrado; precio, 4,80 euros). Este museo, cuyo edificio lleva la firma de Richard 
  Meier, presenta en estos momentos una pequeña selección de su 
  colección y tres exposiciones individuales de indudable interés: 
  una retrospectiva del fotógrafo surafricano David Goldblatt; otra antológica 
  de los dibujos del joven artista estadounidense Raymond Pettibon y una muestra 
  de los trabajos realizados en los últimos años por el artista 
  vasco Txomin Badiola. También es absolutamente contemporánea la 
  programación de la Fundación Tàpies, que además 
  de una pequeña selección de la obra del artista informalista catalán 
  Antoni Tàpies, presenta en estos momentos una excelente exposición 
  retrospectiva del creador danés Asger Jorn, uno de los fundadores del 
  mítico grupo Cobra surgido en la posguerra europea con un carácter 
  combativo y expresionista.El museo más visitado de Barcelona es, sin 
  embargo, el Picasso (Calle Montcada, 15-23; horarios, de martes a sábado 
  de 10 a 20 horas, domingos, de 10 a 15 horas, lunes cerrado; precio, 4,80 euros). 
  Situado en la zona gótica, este museo ocupa cinco viejos palacios medievales 
  interconectados entre sí que presentan una colección especialmente 
  significativa del artista más famoso del siglo XX en lo que se refiere 
  a sus obras de juventud y primeras etapas previas al cubismo. Pablo Picasso 
  se formó como pintor en Barcelona y esta fase importante de su trayectoria 
  no deja de provocar la sorpresa de sus muchos admiradores que, naturalmente, 
  también pueden admirar obras de prácticamente toda la trayectoria 
  del pintor. Esta relación de Picasso con Barcelona queda patente ahora 
  más que nunca con la impresionante exposición París Barcelona, 
  que reúne un conjunto de más de seiscientas obras de artistas 
  que trabajaron en las dos ciudades entre 1888 y 1937, lo que permite conocer 
  y contrastar el trabajo de artistas como Degàs, Rodin, Toulouse Lautrec 
  y Cézanne con la de artistas catalanes como el mismo Picasso, Miró, 
  Dalí y otros menos conocidos en el contexto internacional como Isidre 
  Nonell, Ramon Casas o Josep Clarà. Estos últimos artistas, sin 
  embargo, están también muy bien representados en el Museo de Arte 
  Moderno, situado en pleno parque de la Ciutadella (horarios, de martes a sábado 
  de 10 a 19 horas; domingos y festivos, de 10 a 14.30 horas; lunes cerrado; precio, 
  3 euros), que cuenta con una magnífica colección de arte del periodo 
  modernista. 
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