Historia de las
ideas estéticas hasta la Ilustración
P. Salabert
Apuntes del alumno D. C. Universitat de Barcelona
1-Indicaciones generales
La palabra “estética”
proviene de la griega “aisthesis”, cuyo significado podría definirse
como la reacción sensitiva que se siente hacia ciertos objetos
determinados.
A.G.Baumgarten
(1714-1762) explicó que esta reacción se puede someter a leyes, además
de formar parte del conocimiento sensitivo que poseemos de los citados
objetos. Esto estaría relacionado con la belleza.
El mismo caballero indicó en su libro Aesthetica (1750-58) que los
individuos realizan el juicio estético, caracterizado por su
irracionalidad. La estética sería, así, la ciencia del conocimiento
sensitivo que tiene por objeto la belleza.
La filosofía tendría
tres ramas principales:
-La lógica. Se ocupa del conocimiento y se elabora con la razón. Tiene
una intención cognitiva.
-La ética. Nos da pautas de comportamiento y tiene una intención
utilitarista o práctica.
-La estética. No tiene ninguna intención. Se preocupa de que los objetos
pueden producir una sensación o no. Se desinteresa del objeto porque no
busca conocer el objeto ni utilizarlo para obtener un comportamiento
diferente.
En la estética existen tres elementos:
-El sujeto, el cual tiene la experiencia estética (una reacción
sensitiva que es conocimiento) y la actitud estética.
-El objeto estético, del que parte la experiencia.
-El conocimiento sensitivo, que es inferior, confuso y oscuro.
A partir del siglo XVIII
se empiezan a decir este tipo de cosas. Como por ejemplo Leibniz
(1646-1716), el cual expresó que la mente sin el cuerpo no es nada; el
conocimiento se daría cuando aparece un cambio de estadio. El primer
estadio serían los sentidos, que proporcionan una representación
confusa; el segundo estadio sería la razón, donde se aclaran los
sentidos y se crea una representación distinta.
Wolf (1759-1824) da unas
bases científicas al conocimiento de los sentidos. La percepción
funciona con unas leyes propias sensitivas que crean unas ideas confusas.
En un segundo estadio, con unas leyes racionales, la idea confusa pasa a
ser clara.
Boumgarten dijo que el
hombre en su conocimiento tiene una región inferior, la de los sentidos,
que produce un conocimiento confuso y que a su vez origina el
pensamiento concreto. El hombre tiene una región superior, la razón, que
configurará el pensamiento abstracto.
En Inglaterra aparece
Hutcheson (1694-1746). Éste explica que el conocimiento sensible
contiene el sentido de la belleza, una facultad especial del hombre para
percibir la belleza.
Manolo Kant (1724-1804)
es el que sistematiza definitivamente la estética. Nos dice que la
experiencia estética es subjetiva y que los sentidos (el sentido de la
belleza) son el gusto, el sentido común estético. Kant inaugura la
estética como una disciplina científica al indicar que en la percepción
se nos conduce a un segundo momento estético, el que crea un juicio
estético. La parte objetiva depende del objeto estético, que puede ser
natural (sin intención, como la naturaleza) o artificial (con intención,
el arte).
A partir del siglo XVIII
el objeto estético no tiene porqué ser bello, pude ser también sublime,
pintoresco, elegante. Esto son diferentes categorías estéticas.
Desde el siglo XX
cambian las cosas. No existe el concepto de belleza pues se pasa de
hablar de ésta para pasar a hablar del valor estético. La innovación se
convierte en un valor que produce la reacción estética, el shock.
Otra nueva definición de estética podría ser el estudio del valor de los
objetos y de la reacción que nos provocan a través de unos sentidos
propios y exclusivos y de unos juicios que elaboramos posteriormente.
La estética en lo
relativo a la percepción de los sentidos se relaciona con la psicología.
Existe la estética psicológica representada por Croce (1866-1952),
preocupada por el inconsciente artístico.
Otra disciplina
relacionada con el juicio estético es la crítica de arte, nacida en el
siglo XVIII con Diderot.
Anatolio France habla de la crítica de arte subjetiva, llamada
impresionista. Puede ser relativa porque puede estar dominada por el
gusto predominante, romántica o clasicista.
La crítica puede ser
científica, basada en unos escritos teóricos. Barthes (1915-1980) dijo
que si el inconsciente del artista se aplica a la obra es buena, si no
no.
Dentro del objeto
artístico hay varias disciplinas. Por ejemplo, la teoría del arte
estudia las reglas de reproducción del arte. Hasta el siglo XVIII
englobaba todas las disciplinas (la estética, la crítica, la historia
del arte).
En el Renacimiento la teoría del arte se volvió científica y a partir
del siglo XVIII se escindió en historia (Winckelmann), estética (Baumgarten)
y en crítica (Diderot).
Dentro de la teoría del
arte surge la parte didáctica, que crea la estética comparada.
Con Platón aparece la filosofía del arte, arguyendo que el arte es
esencia y realidad. Aristóteles explica que es la naturaleza. En el
Renacimiento será conocimiento. En el siglo XVIII el arte será la
segunda creación, realizada por el artista, asimilado éste a Dios;
también será moral.
Hegel (1770-1831) indicó
que el arte es conocimiento de la idea, la verdad. La verdad sería la
filosofía.
La filosofía del arte da lugar a la estética metafísica, que produce la
pregunta “¿Qué es el arte?”.
También existe la estética morfológica, preocupada de estudiar el
aspecto exterior del objeto.
La historia del arte se preocupa del desarrollo temporal del arte.
-Winckelmann dice que el arte es un objeto vivo; la historia del arte es
cíclica.
-Hegel, Schiller, Schegel explican en el siglo XIX que la historia es
progreso, es lineal. Se tiende a un absoluto, a un ideal.
-En el siglo XX surge el
materialismo histórico de los marxistas y estructuralistas.
-A partir de la posmodernidad aparecen nuevas teorías. Foucault
(1926-1984) explica que no hay una historia sino muchas, gracias a los
medios de comunicación; no hay una realidad sino múltiples por lo que
hay muchas historias y el hombre está incapacitado para analizarlas.
Derrida dice que el hombre no puede conocer, que está manipulado; todo
lo que ve es retórica; nos habla de la deconstrucción y la
fragmentación. Para Danto se acabó la historia y el arte porque hay que
preocuparse sólo del concepto que se nos quiere expresar; el arte sería
como filosofía, no tiene que ser considerado bello.
Si hablamos de la belleza se puede decir que los hay partidarios de una
objetiva y otros de una subjetiva. La objetiva es propia del objeto. La
subjetiva significa que hay tantos tipos de belleza que no se pueden
extraer las ideas por lo que la belleza es lo que produce placer. La
belleza sería una propiedad que se le atribuye al objeto. Por eso se
dirá que la belleza es opinión, convención, hábito.
Los inicios de la
belleza objetiva estarían en Grecia. En el siglo VI a.C. se pasa de la
religión a la filosofía; esto serían los presocráticos. El mundo sería
un cosmos sometido a unas leyes y las leyes del cosmos son bellas y
buenas. El mundo es por consiguiente bello y bueno. La belleza es
objetiva porque los objetos tienen leyes. La belleza será la verdad y
será cosmocéntrica.
Los pitagóricos (siglo
VI a.C.) creen que la ley del cosmos está en la armonía, el equilibrio
entre las partes, la proporción, la medida. El mundo son números, pares
e impares. El 1 ha creado el mundo. Los números se combinan y forman
cuerpos armónicos. El equilibrio crea la belleza. Armonía y geometría se
constituirán como leyes del cosmos.
Platón (429-348 a.C.)
aplica esto a la belleza en Hipias mayor. En éste Sócrates e Hipias se
preguntan qué es la belleza en sí. La belleza podría ser proporción,
simetría, armonía, ritmo, geometría. Platón distingue entre la belleza
sensible y la belleza de las ideas que provienen del ser supremo, que es
bello y bueno y que es el origen del mundo. El mundo sensible participa
del mundo de las ideas pero es una copia imperfecta. Gracias a la razón
activamos y comprendemos la belleza perfecta. Pero el arte es negativo.
Aristóteles (384-322
a.C.) indica que sólo hay una belleza, la del mundo sensible. Los
objetos tienen una forma de ley y otra de materia. Nuestros sentidos
tendrán la capacidad de distinguir la ley de la materia. El arte es
bueno porque podemos con él distinguir los dos componentes. El arte
tiene que ser imitativo porque así podremos conocer mejor la realidad.
La belleza objetiva es
ley y la defienden Platón y Aristóteles. Sócrates, en cambio, defiende
la belleza subjetiva porque dice que un objeto es bueno en tanto es
útil.
Los sofistas explican
que para cada individuo la belleza es subjetiva. La belleza es una
cualidad que el hombre le otorga a las cosas, es una belleza
antropocéntrica. La belleza es relativa.
Con el tiempo, a la
belleza objetiva, que es proporción, geometría, armonía, se la llamará
Pulcrum. Después se le añadirá la luz.
La belleza relativa (de
la utilidad) se la llamará Decorum.
La belleza subjetiva morirá en el siglo XVIII.
En el Renacimiento se llega al clímax de la belleza objetiva. Se
intentarán conocer las leyes de la belleza y aparecerá la perspectiva y
la anatomía como explicación. Se quiere reflejar en el arte la
perspectiva, la geometría, la luz.
La belleza subjetiva conducirá a la muerte de la belleza; un exponente
de esta categoría es Giordano Bruno.
El Decorum continuará con la Contrareforma.
En el siglo XVIII, en Inglaterra y Francia se llega al extremo de la
belleza de la subjetividad y se dice que es indefinible. Sólo se
preocuparán por el placer.
2- Grecia: del mito al
logos
Hasta Platón de
estética, propiamente hablando, solamente hablarán los poetas.
El concepto de arte de los griegos era la “techné” (técnica). Había las
liberales y las serviles. Las liberales eran intelectuales y las
serviles eran manuales. Los pintores y escultores tenían una actividad
considerada servil. Los arquitectos también, pero no tanto. En cambio,
la poesía, la danza, el teatro y la música son intelectuales. La poesía
se originaba en el saber o en la inspiración divina. La música surgiría
del ritmo, de las leyes del universo; estaba legislada y producía el
mito que explicaba el poeta. Los mitos se transmitían oralmente.
Existían narraciones cantadas de poesía mítica. En ellas el hombre
desafiaba a los dioses. El auditorio sentía empatía, pasión.
Los mitos eran un saber
tradicional. A partir del siglo VIII a.C. Homero y Hesíodo escriben los
mitos. En la Ilíada el hombre aparece junto a los dioses; en la Odisea
el hombre es más libre. Hesíodo en Teogonía nos explica los dioses;
según él primero estaba el Caos, luego surgió la Tierra y el cielo y,
finalmente, nacen los dioses. Todo lo hizo surgir la Moira, el destino.
Hesíodo también explica que el poeta no se puede fiar de las musas (de
los dioses), y que existen deidades antropomórficas y otras que son las
fuerzas de la naturaleza.
Las dos grandes tendencias religiosas griegas son la apolínea y la
dionisíaca. Según la primera el mundo es una unidad y es a través de la
belleza sensible donde se busca la razón; es la religión oficial. La
segunda dice que el mundo es una dualidad metafísica y física; el hombre
tiene alma y cuerpo, y gracias al éxtasis y al ascetismo se alcanza el
conocimiento.
Dentro de los
presocráticos la tradición apolínea se dará en Jonia. La dionisíaca
aparecerá en la Magna Grecia.
En Jonia vivieron Tales, Anaxímenes y Anaximandro. En la Magna Grecia
estaba Pitágoras. Paralelamente a estas dos tendencias se encuentran
Heráclito y Parménides.
Para los jonios el
origen del mundo es material y todo proviene de un mismo origen (la
tendencia monista), que es material (hilozoísmo).
Tales de Mileto (VII-VI
a.C.) fue el primer filósofo. Para él el agua es el argé de la vida.
Anaximandro, su discípulo (618/610-548/545 a.C.), explica que no es el
agua sino una substancia indeterminada, el Ápeiron. Anaxímenes
(586/584-525 a.C.) dijo que no es el Ápeiron sino el aire, muy
transformado.
En la Magna Grecia vive
Pitágoras, un dionisíaco orfista. Los orfistas argumentaban que el
hombre tiene un cuerpo mortal, cmo las cenizas de Dionisos. El alma es
la parte inmortal y se reencarna para intentar componer la unidad de
Dionisos. En el principio había un cosmos, una unidad, y después se pasa
a una multiplicidad.
Pitágoras (570-496 a.C.)
quería purificar el alma a través del estudio, de la filosofía. La
filosofía se tiene que preocupar por el número. El origen del mundo es
el 1, que está en el cielo. El 1 contiene lo par y lo impar; también
contiene el punto, que es el bien, la luz, el límite y es inmortal. Crea
el mundo, compuesto éste por lo par y lo impar. El dos es la línea, el
tres es el plano, el cuatro es la tierra. Los números impares son el
alma y dan la forma; los pares son el cuerpo y la materia. Esta dualidad
es fundamental. La armonía entre lo par y lo impar es lo perfecto.
Heráclito y Parménides
se preguntan por el ser.
Heráclito cree que todo está en permanente cambio. El ser son los
contrarios. El ser es un devenir, un ser y un dejar de ser continuo. Es
una lucha de contrarios.
Para Parménides todo tiene que ser ser. El no ser no existe. El ser tien
que ser eterno, único, inmutable.
Con Heráclito comienza la abstracción. El Ápeiron también era un
concepto abstracto, pero poco desarrollado. Parménides también es
abstracto porque se instala en una instancia de perfección situada fuera
del tiempo porque en el tiempo todo se corrompe; la perfección no se
somete a la degradación, por eso vive aparte; el mundo es cambio,
degradación, pero tiene que depender a la fuerza de algo inmutable que
no nació ni morirá, de algo inmortal. Estas ideas requieren pensar y
crear una figuración. Son abstracciones que hay que imaginar para darles
una forma.
Heráclito tiene un
planteamiento filosófico muy interesante pues dice que el fuego (que
representa a Zeus) es el origen del mundo. El fuego es un elemento
dinámico, energético, puro, es una continua transformación. El mundo es
el resultado incierto de una opasición de contrarios. La vida está en la
guerra, en el movimiento, en el dinamismo.
Nosotros instalamos en
las cosas la permanencia pero esto es muy relativo. Heráclito nos da una
fórmula muy parecida a la tragedia griega: en ella hay el conflicto de
dos instancias opuestas, una tensión entre la ley general y la paricular
donde gana siempre la general. Según Heráclito la vida son estos
conflictos, estas tensionen inherentes a la existencia. La estabilidad
es falsa, es un idealismo. Por ejemplo, todo el pensamiento platónico es
intentar captar la belleza y que permanezca inmutable. Platón sería
contrario a Heráclito pues de Platón surgen dos mundos: a) el que nos
rodea, un mundo inestable y falso; b) el mundo inmutable y perfecto. La
belleza viene de ese mundo inmutable y la belleza de aquí no es más que
opinión.
3- Platón
El pensamiento mítico no
desapareció nunca porque Platón todavía se basaba en mitos, unos para
ilustrar sus teorías y otros para sustentarlas.
El mito de la caverna lo inventó para fundamentar una teoría. Aparece en
La república, diálogo donde nos muestra cómo se organiza un estado
basado en que todo el mundo esté feliz pero que no haya ningún cambio;
es un pensamiento utópico, idealizado.
Ahí va: existe una
caverna donde en su interior hay prisioneros desde siempre; éstos nunca
han podido ver el exterior. Siempre miran una pared del fonde y están a
oscuras. Fuera hay una hoguera y pasa gente. La gente intercepta la luz
y proyecta sobre la pared imágenes, sombras. Los prisioneros creen que
la realidad son sombras, siluetas. A nosotros nos pasa lo mismo porque
sólo vemos sombras y no conocemos realmente la realidad. Uno de los
prisioneros se escapa y huye hacia el origen de la luz, un viaje muy
dificultoso. Sus ojos se acostumbran y verá figuras tridimensionales y
reales. Este es el mundo de las ideas. El hombre querrá volver para
mostrar a sus compañeros cómo es el mundo pero éstos o se reirán o lo
tomarán por loco porque no quieren conocer. El hombre lo que tendría que
hacer es conducir a los demás pero nunca tiene que explicarles lo que es
realmente. Para Platón nunca sabemos donde estamos pero todos aspiramos
a algo más: esto es el mundo de las ideas, donde hay formas inmateriales
que son el patrón de las demás; es la idea de belleza. La Belleza da una
belleza minúscula (el cuerpo humano, el paisaje, el arte, Velázquez). En
nuestro mundo hay un infinito de bellezas que se reúnen todas en la
Belleza platónica, una belleza metafísica.
Cada persona tiene una
especialidad que le hace concretar en la realidad unas formas. Si un día
se presenta un caballero que dice que es capaz de hacerlo todo, se diría
que es imposible. El zapatero posee mentalmente unos conocimientos para
hacer formas en la materia. El pintor copia lo que es. El zapatero copia
en primera instancia. El pintor hace una copia en segundo instancia por
lo que realiza algo doblemente falso.
En un primer plano está
el mundo de la idea; en un segundo (que es nuestro mundo) hay un primer
nivel de mentira; en un tercer nivel hay un segundo nivel de mentira, el
arte. Los artistas hacen un recorrido contrario al bueno porque hay que
ir ascendiendo y no degradarse como hacen ellos. La república es un
intento de asentarse en el mundo real pero para elevarse al mundo de las
ideas.
Según el señor Salabert
entre los prisioneros de la caverna hay unos que solamente ve las
sombres y lar reproduce en otro trozo de pared; este sería el artista.
Platón busca una belleza
que supera la realidad y llega a la súperrealidad.
En el Hipias II hay un doble o triple comienzo. Se enfrentan dos
personajes: Sócrates y el sofista Hipias. “¿No es verdad que todo lo que
es bueno lo es por el bien?”, pregunta Sócrates: entonces el bien y la
justicia son reales. Un hombre justo es justo gracias a la justicia, por
lo que la justicia es real. Por lo que todo lo que es bello lo es porque
pertenece a la Belleza. ¿Y qué es la belleza? El Hipias II es el primer
tratado estético. Busca la belleza metafísica y declara al final que la
Belleza no se ha encontrado. [Actualmente ya ni la buscamos porque
reconocemos que es imaginaria, que todo es variable.
En Protágoras Platón se
refiere al mito de Hipimeteo. Los dioses le piden a ese semidios que dé
una característica a cada animal, algo que le haga falta. Pero cuando
llega el hombre Hipimeteo ya no tiene nada que darle y lo deja
desprotegido. El hombre va a ver al hermano de Hipimeteo, Prometeo, y le
pide ayuda. Éste sube al Olimpo y roba el fuego divino y el secreto de
las artes. El hombre con estas cosas se transforma en el ser más
poderoso y Prometeo es castigado. El dominio del fuego es
metafóricamente la inteligencia, la capacidad mental y la memoria. El
hombre con el fuego se hace inmortal porque sabe que se eterniza por sus
hijos y sus obras. Junto a la conciencia aparece el secreto de las
artes, la capacidad de fabricar cosas útiles para la vida, la techné, la
técnica. Arte es igual a techné. Los griegos no tienen una palabra para
el arte específica.
El hombre tenía que
comenzar por las cosas útiles, tenía que tener una técnica para mejorar
la vida. Pero el hombre hizo algunas cosas que no eran útiles sino
agradables a los hombres (como una estatua); para hacer esto hace falta
una técnica. Platón dice que esto es technai, imitación; el artista
imita y el resultado nos puede desviar de la cuestiones útiles de la
vida y por eso el artista tiene un nivel bajo para Platón.
Idea
lo real (útil)
Techné
lo imitado (inútil)
Nosotros caemos en el arte porque nos gusta por lo que tenemos que tener
el “pharma kon” (el fármaco), que sería lo que puede variar la realidad,
un antídoto. El arte sería un veneno, un engaño. El arte estaría bien si
tuviéramos todos el “pharma kon”, que nos enseñara que el arte es falso.
Las cosas ficticia (el arte), tienen un valor de realidad porque nos
afectan. Por eso la tragedia es malévola. Las artes imitativas funcionan
con una empeiria que produce technai; en el resto del logos (el proceso
racional) surge una techné.
La empeiria es el mismo
hecho porque el artista aprende trabajando. El artista no aprende una
técnica sino que la práctica (la empeiria) lo hace artista; no se basa
en el logos porque su finalidad es el placer.
Volvemos a Hipias II. Platón admira a Sócrates porque enseñaba a pensar.
Al principio Sócrates comienza a alabar a Hipias y le pregunta si todas
las cosas que son bellas lo son por la belleza. Hipias le contesta que
sí. Y Sócrates le pregunta entonces qué es la belleza. Hipias contesta
que es una joven bella y virgen. Pero Sócrates le dice un montón más de
cosas, preguntándole si son la belleza. Todas estas cosas son bellas
porque participan de la belleza. Se dan unas definiciones de belleza que
no convencen y al final no se sabe lo que es.
Una definición de Hipias es que la belleza es oro. Pero en tratándose de
una olla, una olla de oro no es buena. Pues es bello lo que es
conveniente. O es bello lo que resulta útil. O la belleza está en la
capacidad de hacer cosas que tengan una buena finalidad, dicen los dos.
Pero la relación de la belleza y la bondad es traumática. Bien y belleza
son cosas diferentes y ninguna puede ser el padre de la otra.
¿No será bello lo que
nos gusta sin más?, dicen los dos. Si es lo que nos gusta, nos gusta por
los diferentes sentidos; pues que sea de los sentidos más elevados, la
vista y el oído. Las cosas son bellas porque nos son agradables a la
vista y el oído. Pero hay cosas que nos gustan por un sentido y no por
el otro. ¿entonces hay dos bellezas, la del oído y la de la vista? No,
porque Sócrates busca la belleza absoluta.
Loa dos deciden que s verdad el dicho de que la belleza es difícil.
Hipias ha buscado las
palabras, Sócrates ha buscado el significado de las palabras. El primero
encuentra cosas falsas; el segundo encuentra muchas cosas reales aunque
no haya conseguido la verdad.
En el diálogo Gorgias se
pone de manifiesto la inutilidad de la sofística, independiente de la
verdad; es un mal arte. Sócrates dice que el hombre está formado por dos
substancias, alma y cuerpo. El alma supone un arte que se llama
“política”; el cuerpo supone un arte del que no encuentra nombre. POr
“alma” entiende una fuerza vital que produce el razonamiento y necesita
la política, el arte de vivir en comunidad, en ciudad. El cuerpo supone
un arte pero no hay nombre. La política se subdivide en las leyes y la
justicia. Las leyes permiten la cohesión del cuerpo social. Cuando hay
una anomalía es cuando interviene la justicia. El arte sin nombre del
cuerpo se subdivide en la gimnasia y la medicina, equivalentes de leyes
y justicia respectivamente. Son la previsión y la corrección. Son
technés útiles, proviene del logos.
Cada una de estas artes
crea su sombra, simplificadora y falsa. Donde hay leyes surge algo
parecido que la falsea, son las leyes verosímiles, que parecen reales
pero no lo son. Las leyes dan la sofística; la justicia tiene la
retórica, la retórica busca convencer pero no mostrar la verdad; la
gimnasia da la moda; la medicina produce la cocina, los alimentos. Hay
las techné que tienen como base un logos, un conocimiento, por lo que
son artes verdaderas; las otras son technés simples, prácticas, basadas
en la opinión. Las primeras son la verdad, las segundas la falsedad.
El ser y el parecer los distingue Platón. El ser es la verdad y es lo
contrario al parecer. El no ser y el no parecer son también contrarios y
contradictorios con el ser y el parecer. La verdad es lo que siendo
parece que es y no engaña. La mentira es lo que no siendo parece que es
y sí engaña. Lo que es y no lo parece es el secreto.
No toda práctica artística es mentira. El arte es imitación pero no
todas las imitaciones son iguales. El arte es mentira excepto en algunos
casos.
Por ejemplo, en Ión
vemos a un rapsoda, el citado Ión, que habla con Sócrates. Sócrates le
dice que ser rapsoda es ser artista. Sócrates le dice que si tiene la
habilidad con Homero también la tendrá con Hesíodo pero Ión dice que no,
que con Hesíodo no es capaz. Ión dice que recita a Homero, que la gente
se conmueve y aya no sabe él ni quien es. Sócrates le dice que se parece
a las bacantes, que están como transportadas a otra realidad. A Ión le
pasa lo mismo con Homero, se embriaga con él y ya está. Sócrates le dice
a Ión que recita a Homero por la inspiración. Se ha convertido en un
instrumento y dice palabras que le han inspirado desde fuera los dioses.
La producción poética es válida porque está inspirada, no imita. Aquí el
poeta es suave, alado, delicado, porque es la aparición de la divinidad
entre los hombres. Las previsiones augurales provienen del mismo
sistema. La inspiración actúa también en el amor, en el enamoramiento,
volviendo desequilibrados a las personas; el amor se relaciona con la
belleza y el conocimiento.
Fedro. Aquí se explica
que el enamoramiento no es igual en todas las personas pues existen
diferentes estados de enamoramiento. El alma humana antes de estar en un
cuerpo físico estuvo en el cielo. Lo que se mueve por sí mismo es
inmortal y el alma es inmortal porque es anterior a nuestro cuerpo. El
alma da vueltas por el cielo en un carro con dos caballos, con un
caballo noble que va para arriba y con otro haragán que va para abajo.
El auriga tiene que controlar el carro para no caer. Las almas suben y
forman el s´quito de un dios; cada dios tiene uno. Las almas de los
dioses suben y sobrepasan el cielo; las almas no divinas consiguen
traspasar el cielo y ver un momento lo de más allá pero luego bajan.
Otros no pueden pasar y vuelven a bajar. Detrás del cielo están las
ideas platónicas, las instancias de nuestro mundo; y hay una idea
superior que es la Belleza y sólo los dioses pueden ver esta idea. Las
almas vuelven a la Tierra y se encarnan en un cuerpo. Las que habían
visto lo de más allá del cielo son los que buscarán siempre la belleza.
Como el amor es buscar la belleza, no todo el mundo se enamora de la
misma manera.
Las almas se encarnan y
según su experiencia propia serán diferentes. Las almas encarnadas
tienen un recuerdo inconsciente de aquel mundo, la reminiscencia. Unos
tienden a la belleza y los otros no. Cuando encuentran la belleza
experimentan el amor y su objetivo es conseguirlo. El amor es un deseo
pero el deseo de la belleza se siente sin necesidad de amor. El deseo
innato del placer y la idea adquirida de buscar el bien son dos ideas
que pueden estar de acuerdo. La templanza es cuando el bien domina al
deseo. Cuando un deseo irracional busca la belleza, que tiene relación
con la belleza física, surge el amor. El amor es deseo de belleza,
material o inmaterial. Cuando se une a la belleza física, es cuando es
el amor.
Platón intenta elevar el
amor a una capacidad humana. Pero hay diferentes maneras de amor: el
brutal o el honesto, el que hace el amor mucho más profundo.
En El banquete vemos una
reunión de amigos para celebrar la victoria de un poeta. Los amigos
deciden que el amor es una de las cosas de las que menos se ha hablado y
dan sus discursos cada uno. Fedro dice que Eros es el más antiguo de los
dioses, sin padre ni madre, es el mejor de los dioses, porque el
enamorado es el que más da. El mejor estado sería el de los enamorados
porque nadie haría nada contra nadie.
Aristófanes dice que los
seres humanos antes eran de tres tipos. Todos tenían doble componente:
hombre-hombre, mujer-mujer, hombre-mujer y eran redondos. Así eran más
completos pero eran muy ambiciosos, tanto que quisieron escalar el
cielo, por lo que Zeus los cortó por la mitad y les giró la cabeza.
Entonces cada mitad buscaba después la otra mitad y cuando se
encontraban se abrazaban. Zeus les cambió el sexo de lado y les dio la
capacidad de la reproducción.
Pausanias dice que
sabemos que Eros siempre va con la diosa de la belleza, Afrodita, pero
hay dos Afroditas y por lo tanto dos Eros. Cuando nació Afrodita, Poros
se emborrachó con néctar y se durmió en el jardín de los dioses. Penia
apareció y vio a Poros durmiendo y tuvo un contacto sexual con Poros.
Penia quedó embarazada y tiene a Eros. Por eso hay un Eros rico y
poderoso y otro pobre. Uno va con la Afrodita Uránea (aristocrática) y
el otro con la vulgar, la Demócrita. La Uránea se relaciona con el sexo
masculino (el bueno) y la Demócrita con el femenino (el malo). El amor
honesto es el amor entre hombres; el amor poco honesto es el de hombre a
mujer. Se puede empezar por el amor vulgar y continuar luego con el
bueno y llegar a la felicidad perfecta.
Y en eso llegó Sócrates.
Él dice que escuchó un discurso de una mujer filósofa, Diótima, y que él
lo va a repetir. Quien ama honestamente tiene un amor bueno y quino lo
tiene, pues no. El amor es algo necesario pero es bueno saber el camino
del amor. El ser humano empieza por estimar un cuerpo hermoso y gracias
a este amor producirá bellas palabras. Después hay que ver que la
belleza está en todos los cuerpos porque todos tienen la belleza de las
formas. El enamorado tiene que amor todos los cuerpos bellos. Pero lo
que vale detrás de los cuerpos es el alma, que es bella por sí misma
aunque su cuerpo no sea perfecto. Pero en la energía de los cuerpos
están las acciones y tiene que amar a éstas. Al final sólo querrá la
ciencia, el conocimiento. Y con éste tendrá los horizontes más amplios y
podrá admirar a la belleza absoluta y después llegará a ver la belleza
del ser supremo. Aquí estará en un océano de belleza. Luego sólo hay que
sumergirse en esa belleza. La belleza es la Belleza. Si la vida merece
la pena de vivir es sólo por esto.
En el mundo de las ideas
la gran idea es la de la belleza y ésta parece que determina a las
demás. El hombre tiene que elevarse por encima de sí mismo. Pero entre
el mundo de las ideas y nuestro mundo hay un abismo. Gracia al amor
podremos pasar el abismo, gracias al logos también lo podremos hacer. La
inspiración o la embriaguez sería otra vía. Es como un estado alterado
de la conciencia. Platón ve un problema y es que el lenguaje se degrada
porque fluctúa, porque ya no significa lo que tendría que significar. La
cultura egipcia se ha mantenido sin cambios. Por eso, para que las cosas
no cambien tiene que haber un estado que permita que el lenguaje no se
degrade.
La escritura es una maldición porque fija palabras y entonces eso se
olvida y se inventa otra cosa y todo varía. Y eso es malo. Esto lo dice
Platón en el Fedro pero no sabemos si lo decía en serio o no.
Si quiere fijar el lenguaje es para que no varíen los conceptos y por
eso rechaza las artes. Las menos malas son las menos miméticas, como la
danza o la música.
En el Timeo, su último
diálogo, dice que todo surgió de un primer principio parecido a un huevo
y de él salió todo pero por reglas matemáticas. Así unifica las ideas,
sólo habría una idea de perfección.
La relación entre Platón y Aristóteles es complicada. Para Platón existe
el mundo real y el híperreal. La relación entre ambos es de emanación.
Son dos mundos perfectamente separados.
Aristóteles dice que unas causas producen el mundo real.
La relación entre los dos mundos en Platón no es lógica. Aristóteles
dice que la relación entre las causas y el mundo se pueden estudiar y
que el otro mundo no se puede estudiar y por lo tanto se lo deja para
otro momento. Aristóteles es un físico.
Para Platón existían
tres niveles: el superior, el real y el artístico.
Para Aristóteles hay un
mundo causal con cuatro causas: la material, la eficiente o motriz, la
de orden formal y la teleológica. La primera viene de una pregunta que
nos hagamos del objeto: “¿de qué está hecho?”. La segunda diría: “¿qué,
quién y cómo se ha hecho?”. La tercera se relaciona con “¿a propósito de
qué es?”. La cuarta es “¿para qué sirve?”.
La teoría de la visión
en Platón está en el Timeo. El ser humano está en un mundo de sombras
pero él no es una sombra, participa de la divinidad. El hombre está
lleno de fuego en movimiento y en la parte baja del cuerpo es más denso;
conforme sube se hace más espiritual e intenso y sale al exterior por
los ojos. Vemos porque nuestros ojos proyectan un rayo visual de fuego
que va al objeto y luego vuelve. Esto se produce con la condición de que
haya luz del día.
Aristóteles dice que
vemos no por rayos visuales sino porque la luz del día incide sobre los
objetos. Esto activa el color, que forma parte de los objetos. El color
produce vibración en el objeto y el aire vibra y afecta a los ojos. La
visión es una afección de los ojos. El ojo no sólo ve, sino que ve ver,
el ojo ve viéndose ver. El hombre es consciente de ver.
En la misma época
existía un pensamiento materialista: Demócrito, Epicuro y Lucrecio. Todo
lo que existe es materia. Epicuro dice que todo son pequeños corpúsculos
que están juntos si el objeto es duro; si es blanco los corpúsculos que
están juntos si el objeto es duro; si es blanco los corpúsculos están
más separados. Estos corpúsculos son los responsables de la división de
la materia. Los corpúsculos tienen un límite de separación, el átomo.
Todo está formado de la misma materia. Los corpúsculos están en
movimiento (este materialismo es dinámico). El objeto despide átomos y
recibe. El espacio es un conjunto de átomos que se mueven continuamente.
Los átomos conservan la forma del objeto cuando se alejan pero
posteriormente va cambiando de forma. Lan ondas, las líneas del objeto,
son imágenes del objeto que éste va desprendiendo. La visión serían
estas ondas que entran por el ojo. La visión participa de la
materialidad del objeto.
Una se basa en la
espiritualidad, otra es física y la otra es relativa a la masa de los
objetos.
El único texto de Aristóteles que se refiere al arte es la Poética, pero
tiene otros libros donde hace comentarios, como la Retórica, la Ética
Nicomaquea, la Metafísica y la Política.
En la Metafísica
distingue lo que hace la naturaleza (con causa orgánica) y el hombre
(causa psicológica). En la Política se pregunta que aunque el arte no
valga para nada es estudiado por los jóvenes; el arte serviría para
humanizar al individuo; la actividad artística mejora la sensibilidad
(la afina), mejora el carácter y enriquece la inteligencia. La tragedia
tiene características éticas. La imitación queda justificada porque todo
se aprende por imitación. En la Retórica habla de la metáfora como
recurso lingüístico basado en la analogía, en la mímesis. La metáfora es
necesaria en el discurso.
Cuando Aristóteles se
enfrenta a la tragedia, ésta ya se había acabado, quedaban restos, y por
eso tiene perspectiva histórica. La tragedia es una obra de creación
griega muy importante, nos enseña la belleza griega, la condición humana
griega, y es un recurso humano para el ciudadano.
La tragedia tiene un
origen ritual. Todo el mundo participa. Tiene una condición sagrada,
participativa. La acción que tiene lugar no es fácil de comprender (no
hay un carácter racional).
Esquilo tiene este
carácter, es solemne, distante. El espectador tenía que adoptar la
unción. Pero poco a poco la tragedia se complica y se convierte en un
espectáculo. El espacio sagrado está limitado por un círculo, donde
están todos. Luego habrá dos círculos, donde se actúa y donde se ve.
Sófocles dignifica la
tragedia y Eurípides le da un papel más humano. Esquilo es
aristocrático, intenta tener en tensión a los hombres; Eurípides busca
la comprensión intelectual, es pedagógico.
La tragedia muere porque
su finalidad era de agitación emocional. Aristóteles busca el valor de
la tragedia y la encuentra en el aspecto ético.
Para Aristóteles hay una
naturaleza única, el mundo sensible, la physis. El ser forma la materia.
La naturaleza es cambio, movimiento, un cambio de forma. La causa de los
cambios es la potencia que está en la materia. La forma potencial es el
acto que hace que haya el cambio. La naturaleza es una forma y una
potencia.
El hombre es materia y
forma. La materia es el cuerpo y la forma es la razón, que está en el
alma. Dentro del alma hay almas: el alma vegetativa es la que se ocupa
de las partes básicas de la vida; el alma sensitiva tendrá los sentidos
y se ocupará de la percepción que buscará la forma particular de los
objetos. Gracias a la memoria memorizaremos, eso es la imaginación. La
tercera parte del alma es la intelectiva que intenta llegar a la
abstracción: de lo particular a lo universal, algo que hacemos nosotros
mismos.
Aristóteles parte de la
percepción sensible para conseguir el conocimiento. Éste proviene de la
experiencia.
Hay dos tipos de saber: el práctico y el técnico o poético. La artesanía
crea siguiendo una técnica. Las artes imitativas, que son superiores,
son la poesía, la música y las artes plásticas. El artista tiene que
captar la forma y reproducirla en arte. La imitación es natural, es
saber y produce un placer cuando se ve lo natural reproducido.
Se puede imitar de tres maneras: tal como la cosa es, arte realista se
puede imitar mejorándolas, arte idealista; empeorando las cosas, será el
arte de lo ridículo.
La imitación realista: el artista se tiene que basar en la percepción.
En la idealista buscará las formas universales.
De la negativa sabemos poco porque se perdió el libro.
La poesía imita las
acciones humanas; estas acciones se corresponden con un carácter.
La tragedia imitará mejor que la realidad. La comedia imita lo feo, lo
ridículo. Nosotros nos sentiremos identificados con la poesía, la Apathe,
y nos sentiremos identificados con los personajes. La poesía nos da
emoción. La comedia busca hacer reír. La poesía lo que hará es de purga,
nos quitará las malas sensaciones del día; esto sería la catharsis. El
arte para Aristóteles es placer. El hombre gracias a este placer puede
volver a la vida colectiva de la polis y esta reacción será ética y útil
para el hombre como ser social.
En la Política dirá que gracias a la poesía mejoraremos nuestra
sociedad.
Aristóteles estudió en
la Academia de Platón. La Escuela de Isócrates se creó para formar a los
políticos en la retórica. Aristóteles escribió de los 17 a los 37 obras
platónicas, mientras estuvo en la Academia.
Luego se fue a Macedonia y se convirtió en preceptor de Alejandro Magno;
cuando vuelve a Atenas funda el Liceo y escribe unas notas para formar a
sus alumnos. Andrónico de Rodas, en el s.I aC., junta las notas y las
dará al público bajo el nombre de Corpus Aristotélico. La poética eran
dos libros, el de la Tragedia y el de la Comedia, pero el último se ha
perdido.
Cuando Aristóteles la
tragedia estaba en decadencia y él la quiere recuperar por su valor
ético. Hace una crítica de arte y una teoría del arte sobre la tragedia.
La poesía es un arte imitativo que imita acciones. La poesía se divide
en según que imita la realidad, cómo lo hace y los medios que utiliza.
La poesía imita caracteres mejores que los nuestros, los héroes. A gente
igual que a nosotros. O a gente peor que nosotros, feos, pero que sólo
imita una parte, lo ridículo, la comedia.
La poesía imita de dos maneras: o con un narrador o con el drama.
La poesía imita a través de la poesía, la danza y el lenguaje.
Se preocupa por los caracteres universales, los héroes, como forma de
conocimiento. La poesía narra hechos universales y es mejor que la
historia que sólo narra hechos particulares.
La tragedia es la imitación de una acción elevada y completa.
El pensamiento del héroe se significaba por la libertad de actuar y
siempre va en contra de los dioses, quiera o no quiera. El argumento es
la vida del héroe y éste acaba siempre desgraciado. Las acciones son
hechos imprevistos y maravillosos pero que tienen que ser lo más
verosímiles posibles.
La finalidad de la tragedia es que nos identifiquemos con los
personajes. Los hechos maravillosos se tienen que justificar.
A los hechos maravillosos e ilógicos los llamará peripecia. El error que
comete el héroe lo hará por ignorancia.
Nos conmoveremos, nos identificaremos, tendremos terror y piedad a lo
largo de la tragedia. El Edipo rey de Sófocles es el modelo de tragedia
para Aristóteles.
En la segunda parte de la tragedia existe el reconocimiento del héroe de
sus errores.
La catarsis es una purga de los sentimientos; es una aceptación de la
condición humana porque los hombres siempre son derrotados por los
dioses. El espectador se identifica con el personaje. El espectador
sublima sus sentimientos negativos y nos libera y educa. El hombre
acepta su humanidad. La tragedia es útil porque nos proporciona la
catarsis. La belleza por tanto es útil. Es la adecuación, lo bueno es lo
útil. Es una belleza relativa y es de tradición socrática. Pero
Aristóteles busca una belleza objetiva, bella en sí. La tragedia tiene
seis partes:
A) Los caracteres; b) el
pensamiento del héroe; c)el lenguaje del héroe; d)el argumento; e)la
música; f)el espectáculo.
La belleza es la unidad
de las seis partes. La tragedia será entonces perceptible para que la
podamos retener en la memoria. Dentro de cada parte tiene que haber
unidad también.
El argumento será unitario y tiene que estar medido. Tiene que haber
principio, nudo y desenlace. El tiempo tiene que ser una revolución
solar. Los hechos racionales y los irracionales tienen que estar
equilibrados. El lenguaje será unitario. La palabra se analiza
formalmente (cómo tienen que pronunciar los actores, de manera
equilibrada) y por el contenido de las palabras que pueden ser usuales o
extrañas por extranjeras, por ser inventados, por estar modificadas. El
espectáculo es la parte visual y no depende del poeta; la danza, los
gestos, será equilibrada. La música también lo será.
Pero la belleza objetiva
se subordina a la belleza relativa, la que nos hace éticos. La belleza
será muy perceptible y nos producirá la catarsis. Esto lo podemos
aplicar a las demás artes.
La imitación en Platón y Aristóteles.
Platón habla de la
imitación aparencial, que es una ilusión, un simulacro. Es un engaño y
un juego.
El arte de la copia, la buena mímesis, tiene que copiar la esencia de
las formas porque el mundo lo hizo el Demiurgo a través de triángulos.
El artista tendrá que recurrir a la geometría para encontrar la esencia.
El artista encontrará las formas a través de la reminiscencia. Es un
arte trascendental, un arte abstracto.
Aristóteles habla de un solo mundo. Existe la imitación realista (mímesis
realista). Está también la imitación idealista, la forma universal.
Luego aparece la imitación trascendental.
El arte geometrizante o egipcio sería el de Platón. El arte clásico
sería el idealista de Aristóteles. El arte helenista provocaría el
pathos aristotélico; también el helenístico realista sería el de la
imitación realista aristotélico. El arte románico creará un arte
completamente simbólico, que no quiere imitar a la realidad. A partir de
Giotto se vuelve al realismo aristotélico; a veces también surge un
pathos dramático.
En el Renacimiento el arte busca las formas universales aristotélicas.
Miguel Ángel abandona a Aristóteles y se vuelve platónico. Botticelli si
que fue un gran platónico. Se ponde de moda la caricatura, la
ridiculización ya con Leonardo, y sobre todo en el Barroco, donde
también impera el realismo aristotélico.
El helenismo
Empieza en el s.III aC.
y acaba en el s.III dC.
Se forman los imperios helenísticos, enormes y autoritarios. El arte
deja de ser de la polis y pasa a ser de las cortes. Alejandría será la
ciudad de la cultura pero en Atenas seguirá imperando la filosofía.
Muchos artistas también emigran a Roma, ciudad muy poco creativa y que
copia modelos helenísticos.
Poca estética habrá en esta época pues todos los filósofos se preocupan
por la ética. Existen la Academia, el Liceo (los peripatéticos), el
Jardín (epicureístas), la Stoa (estoicos) y la Academia nueva de los
escépticos. Las tres últimas se preocupan exclusivamente por la ética.
Muchos académicos emigran a Alejandría. Teofrasto asume la dirección del
Liceo y teoriza sobre un arte con un estilo patético.
Los epicúreos buscan el placer, el tetrafármaco para poder ser felices.
En Roma, Lucrecio será su representante con De la naturaleza de las
cosas; él es poco partidario del arte pues la única función de éste será
encontrar placer, buscar el pathos, un arte teatral.
Los escépticos son fundados por Pirrón de Eis y en Roma con Sexto
Empírico se desarrollan. Lo único que es real es la sensación.
El estoicismo influye mucho en Roma y en la teoría del arte. El mundo es
bello y tiene una belleza objetiva. Es la belleza de la medida, de la
proporción, es el pulchrum. El artista se tendrá que basar en unas
reglas, en una técnica.
La belleza se tiene que subordinar a unos fines, la belleza es relativa,
el Decorum. Un fin será la utilidad, otro el estilo, otro el placer. Eso
será la Euritmia. El pathos será la sensación, que es lo que ha de
producir, el espanto, el horror.
Aparece el concepto de sublime.
En el Helenismo existe
este concepto de la belleza objetiva subordinada a la relativa.
Surge el concepto de inspiración por encima del de técnica y se crea la
idea de genio plástico. El artista no depende de la imitación de la
naturaleza sino de la propia fantasía e imaginación del artista.
Los artistas, despreciados en el clasicismo, serán más estimados en el
helenismo. Se ven los primeros teóricos del arte. La retórica pasa a ser
un arte. En el s.I dC. Dión Crisóstomo nos habla de Fidias y de cómo
éste a través de la inspiración realizó sus obras. Filóstrato nos habla
de la imaginación para realizar el arte.
La inspiración es lo que marca el arte por lo que la técnica se pierde y
la belleza se vuelve subjetiva.
Pseudo-Longino (s.III dC) escribe Sobre lo sublime. Es de Palmira y está
influido por los neoplatónicos. Es un retórico y habla de la belleza de
la misma. ¿Nos basaremos en la belleza objetiva o subjetiva? La
inspiración es lo más importante pero se tiene que controlar por unas
reglas; el exceso del pathos se tiene que dominar. Así llegaremos a lo
sublime. Lo sublime es la belleza del mundo de las ideas y es superior a
todo el resto; es ilimitado, desmedido. Cuando se llega a lo sublime se
entra en el éxtasis. Sólo ciertos hombres pueden tener esta habilidad de
llegar a lo sublime, los hombres nobles. Se necesita un pathos
terrorífico. La visión será una representación imaginativa, pleno
conocimiento. El paso a lo sublime será una improvisación rápida. Si el
artista se equivoca pero añade algo sublime, ya está todo bien. El
espectador si ve una obra sublime quedará deslumbrado y conocerá más. La
técnica para llegar a lo sublime tiene que controlar los excesos y
alcanzar un estilo sublime. Las formas mentales, el hipérbaton, el jurar
por los muertos, la hipérbole... Pero tenemos que tener un lenguaje
medido y no vulgar. Fantasía y orden. El arte tiene que ser una
desmedida medida.
Longino dice que hay obras buenas que nos convencen de manera racional;
esta sería una buena obra de arte.
Pero hay otras obras que nos conmueven, nos arrastran, sobrepasan el
punto medio de lo bueno y llegan a lo sublime. No se pueden discutir
sobre estas obras porque nos llevan de calle.
Las obras, muchas, son apreciadas según los gustos de las épocas, pero
hay otras que no, que siempre permanecen porque son sublimes.
Las cosas sublimes llevan a provocar admiración y sorpresa. La obra
buena se basa en una técnica; lo sublime depende sobre todo de un
artista que nace y que es más sensible a todo, menos indiferente y que
tiene talento natural, sus emociones son más fuertes.
La idea de originalidad no es de los filósofos de la época. Ellos
repiensan, reflexionan sobre un pensador que diese autoridad. Por eso
hay neo-platonismo y neo-aristotelismo. El concepto de la luz
relacionada con la belleza y Dios estalla en estos años.
En el neo-platonismo el artista ya no copia lo exterior sino que
exterioriza una idea suprema de belleza que tiene en su mente. Plotino
utiliza a Platón y los transforma.
Tertuliano (s.II y III
dC) es cristiano y se pregunta qué era antes: Dios o la materia. El
hombre tiene dos partes: a) opus (obra) que es parte externa, barro. b)
una parte interior, imago (imagen), que es copia en efigie de un alma
exterior, un principio natural que da el orden al mundo. El hombre es
materia animada; el alma es representación de Dios a través de esa alma
general que ordena la naturaleza. Dios crea el mundo, un alma para él
que coordina las diferentes almas. El ser humano ha conseguido
falsificar el alma exterior (la naturaleza) y ha creado la cultura.
Entonces justifica que el demonio le enseñó la sabiduría y la escritura
al hombre, no Dios, y esto lo saca del libro de Enoch. Lo que Platón
llamaba el secreto de las artes. El hombre cercano a Dios se mantiene en
un plan silvestre. La mujer al cuidarse más físicamente es la
representante del demonio entre los hombres. El teatro es negativo
porque es ficción y la ficción proviene del diablo.
Lactancio (s.III dC). Si
Dios es identificable con la belleza, todo lo que haga ha de ser bello.
Y si no es así es o porque no es omnipotente o porque nosotros no
sabemos reconocer la belleza.
Orígenes (s.III dC)
distingue en el hombre tres estadios, tres sentidos: a) el sensus
somaticus; b) el sensus pneumaticus; c) el sensus psiquicus. Existe el
hombre del primer estadio, cercano a la animalidad; existe el del
tercero, mejor; y existe el segundo (el animoso) que tiende a la
perfección, que quiere gozar de la belleza perfecta.
Dioniso Areopagita (s.V dC) es citado por primera vez en el s.VI pero no
se sabe de cuándo es. Hasta los s.IX y X no se vuelve una autoridad. El
mundo se sustenta en la belleza, identificada con bondad, con Dios, con
una luz divina que tiene su analogía en la luz del sol, como la cara
visible de Dios. Hay un mundo ininteligible superior y otro sensible
inferior. La belleza es lo que une los dos mundos. El mundo sensible
tiene una condición simbólica porque tiene un sentido concreto, las
cosas llevan directamente a un significado. El hombre es capaz de tener
constancia de la existencia de Dios sólo mirando porque la belleza que
ve significa algo más, ha de transcender para llegar más allá. El
somaticus verá la utilidad, pero los otros dos adivinarán que detrás
existe algo más y así el hombre puede llegar a la divinidad. El mundo se
tiene que saber leer. Hay que saber y tener una predisposición; la
religión enseña a iniciarse al hombre. Hay dos mundos pero hay que saber
descubrir la belleza de nuestro mundo porque se acerca a Dios, por lo
que el artista podría ser libre para descubrir la belleza. Pero la
Iglesia lo impedirá.
El bien se manifiesta por una luz, luz de bien, cuya imagen es bondad,
es la belleza. Bien y belleza son lo mismo pero el bien es nuclear y la
belleza se manifiesta al exterior. El bien se manifiesta como belleza.
El Pseudo-Dionisio Areopagita pudo ser maestro de Plotino o discípulo.
Todos apuestan por el éxtasis.
Los seres forman parte de una gradación según entre la luz en ellos. Se
participa en la bondad divina y se manifiesta al exterior a través de
nuestra belleza. La belleza es bien porque es incorruptible, inmóvil, no
tiene límites. La belleza y el bien son lo mismo, se identifican.
Un movimiento circular,
otro helicoidal y otro en línea recta son los tres movimientos del alma.
El primero es el que más nos acerca al éxtasis porque el alma llega a la
introspección y luego se eleva hasta Dios, se llega al éxtasis. El
segundo es cuando está iluminada por la luz divina pero racionalmente y
no llega al éxtasis. El tercero es cuando el alma es condescendiente con
las cosas que lo rodean y cuando las ve como símbolo es cuando tiende a
elevarse. Cuando el alma es capaz de elevarse sobre sí misma puede
proyectarse sobre esferas superiores de belleza. Ahora el ser, él mismo,
es capaz de ascender por sí mismo sin ayuda de nadie. El artista posee
una idea superior. Se pierde la techné del mundo clásico, basta sólo con
exteriorizar la idea con espontaneidad.
Plotino (s.III dC), el primer neoplatónico importante. Sobrevalora lo
espiritual y por eso no escribe sus ideas, porque el pensamiento no
puede fijarse. No se preocupaba por su cuerpo. Sus escritos se conocen
como Ennéadas (seis conjuntos de nueve tratados).
Plotino parte de
Platón en su tratado sobre la belleza. ¿Por qué hay cosas que nos gustan
ahora y mañana no? Percibimos la belleza a través de la vista y el oído.
¿Hay acaso una belleza superior de la que participen todas las múltiples
bellezas? ¿En qué consiste el ser bello que habita en los cuerpos? Pues
son cosas diferentes. La belleza no está en la materia sino en la forma.
Y más aún, no está en la forma sino en la vida, en la vitalidad. El
interés de una obra no está en la forma proporcionada, en la habilidad
técnica, sino en otra cosa. La belleza se ve en las formas pero no son
ellas la belleza. La belleza es igual a la vida. Pero por nuestros
sentidos la atribuimos al cuerpo, cuando es incorpórea. La vida se
transforma en luz. La belleza es un resplandor de la forma. ¿Quiénes
pueden aspirar a la belleza absoluta? Los enamorados, los músicos, los
filósofos y los amantes de la belleza.
Hay una instancia
superior que es el Uno, que sería igual a Dios. A través del Uno se crea
el mundo a través de hipóstasis, escalones. El primer momento es el
propio Uno, el segundo sería el intelecto, el tercero sería el alma, el
cuarto serían los cuerpos. Sería una teoría de círculos concéntricos en
expansión, la creación. Más allá de todo está la materia informe.
Al lado del intelecto
está la forma, al lado del alma el movimiento, al lado de los cuerpos la
materia.
Hay una parte de derrame que no es pensamiento porque la luz no es
material, es espiritual.
La inteligencia surgida del Uno se gira y mira al Uno, y al mirar ve la
belleza pero no la absoluta sino una degradada; ve lo que la capacidad
mental le permite percibir, no el Uno. Las ideas platónicas se situarían
entre el Uno y la primera hipóstasis, son el Uno visto por el Uno.
La inteligencia siempre
es limitada y el Uno es ilimitado. El artista ya no tiene que volver la
vista a su entorno, sino a sí mismo. El neoplatonismo pretende vitalizar
a Platón pero le da la vuelta. Surgirá una nueva experiencia artística.
El bien es la belleza en movimiento. La belleza es el bien estático.
Todos los seres reciben la luz del Uno, no de sí mismos. El fuego es lo
único que da luz por sí mismo, porque es bello en sí mismo, es idea, es
incorpóreo y no recibe en él ningún elemento, tiene color por él mismo,
no se puede enfriar. Es un don de los dioses y permite la civilización.
El artista podría aprovecharse de Plotino y ser un creador, pero la
Iglesia sólo le permitirá ser un copista. El pensamiento queda estancado
y sólo se interpretará a los maestros. Los artistas buscarán sólo la
sugestión del espectador, del fiel religioso.
La belleza de las formas
es la esencia limitada de la idea. Se manifiesta como un resplandor.
Produce emociones en quien la contempla. Estas emociones nos hacen
tender al uno.
La sociedad impide la libertad artística pero la base filosófica ya está
puesta, y en el Renacimiento será cuando aparezca.
Al artista medieval ya
no le interesa la perspectiva, ni la corporeidad, sino que las figuras
son planas en un espacio bidimensional. El grafismo, el juego de colores
será lo importante. La belleza se manifestará en la luminosidad, en la
brillantez y sobre todo en la mirada de los personajes. Las figuras no
tienen pliegues en la ropa sino rayas que simbolizan los pliegues. Los
ojos son muy grandes y tienen una mirada intensa que no nos mira a
nosotros sino más allá. Es la escritura pictórico, los personajes no
están allí sino sólo escritos y tenemos que leerlos.
San Augustín (s.IV-V).
No fue nada místico, sino un pagano profesor de retórica, muy vital. Era
maniqueo pero en el 380 escribe De la belleza y de la conveniencia,
perdido. En el 384, después de leer a Cicerón y Horacio, lee a Plotino y
su tratado sobre la belleza: se transforma en cristiano. Pero sigue
siendo muy vitalista. Se preocupará más por la espiritualidad pero sin
dejar de pensar en lo sensible. Se preocupa por la estética y la lengua.
¿Cómo es que las palabras significan y por qué significan? Existe un
lenguaje directo y otro indirecto. La belleza está en estos dos tipos.
El signo, las palabras, se dividen en dos partes: el nombre y la cosa.
Otras categorías de la palabra serían las siguientes:
-Lo decible: de todo lo que es, sólo se puede decir de cierta forma.
Aquello que en cada cosa puede ser dicho.
-La dicción: el énfaisi, el tono, que hacen que las palabras signifiquen
de una manera u otra. Existe también una parte codificable socialmente
en el lenguaje.
-La fuerza: las palabras tienen fuerza.
La belleza aparentemente es inútil y se percibe sobre todo por la vista
y el oído. la belleza pulcher es la intelectual; la suavis es la del
oído. Una concupiscencia de los ojos. La voluptas permite hacer un buen
uso del placer. Cuando al placer se le suma voluptuosidad hacemos un mal
uso de él.
Cuando se utiliza bien el placer, se produce armonía.
Un objeto es materia y forma (lo que da entidad al objeto). La forma
implica una existencia y como Dios es bueno, la forma es buena. Hay un
juego de relaciones en el interior de las formas. Las relaciones pueden
ser por igualdad, por gradación, por contraste. La belleza se define
como orden, armonía y unidad.
La forma se ve determinada por el número real, en el espacio y el
tiempo. Es una forma real, no como en Platón.
La belleza es subjetiva, no se explica, se siente. La belleza nos
espiritualiza, nos eleva. La belleza se dirige a los sentidos y a la
razón, y esto supone un juicio más elaborado. La razón juzga la belleza
según unas leyes. Lo que no puede juzgar son las leyes, no sabemos en
qué consisten esos principios.
Otra manera de explicar al Pseudo-Dionisio:
Para éste Dios es la
suprabelleza. A través del misticismo se estudiará a Dios según los
cristianos. El amor será lo que guíe el misticismo.
Dios piensa las ideas, las formas, los arquetipos. El hombre tiene alma,
con lo que se diferencia de la naturaleza. El pulchrum es la belleza
objetiva de la realidad y se manifiesta en la proporción y en la luz.
Existen dos tipos de belleza sensible:
-De la proporción destaca la forma (species), que muestra la compositio,
obra divina. Es una belleza cuantitativa (utiliza el número, la
geometría y a través de la razón es comprensible)
-De la luz se dice que ilumina la materia. Los objetos resplandecen (splendor,
claritas). Es una belleza cualitativa, por lo que se relaciona más en
los sentidos.
Bruiner explicará que existen tres maneras de ver la belleza sensible:
con los ojos sensibles (con valor estético); con ojos espirtituales (se
ve el reflejo de la belleza espiritual, como un símbolo); con los ojos
del estudioso.
La de los ojos sensibles es la vía anagógica (de elevación); es una vía
irracional. La estética de la luz es la que más le gustará esta manera.
Las artes que utilicen la luz serán las más apreciadas. El mosaico
encantará porque refleja la luz. Los materiales suntuosos (oro y piedras
preciosas) serán muy apreciados por el propio abad Suger porque se
considera que elevan el alma. La iglesia tenía que ser una ofrenda a
Dios.
La de los ojos espirituales considerará a ese arte como banal y
superficial. San Bernardo es el ideólogo de este grupo. El símbolo es
importante porque cada elemento es una alegoría. El significante no
tiene nada que ver con el significado. Para los simbólicos el mundo se
formaba por módulos cuadrados, por esferas o por triángulos. A partir de
aquí se extraen innumerables símbolos. El icono es una de las muestras
de este tipo de arte. Las proporciones de los personajes serán todas las
mismas. Los ojos retransmitirán el espíritu. Los colores serán los más
fundamentales. La esfera es el símbolo de la eternidad (los vitrales y
rosaledas circulares de las iglesias)
San Agustín refleja y reúne los tres tipos de ojos (los sensibles, los
espirituales y los estudiosos).
Edad Media
La fe se impone como
dogma. El ser tiene que creer para saber. Esto hasta el s.X, en que el
individuo ha de saber para poder tener fe. Se le da más importancia al
conocimiento. Ha habido un cambio respecto a las ideas de los siglos
anteriores, en que el espiritualismo predominaba, pero había una
relación obsesiva con la materia: el nombre de la materia implicaba
poder sobre la materia.
A partir del s.XI la
actitud primordial hacia el conocimiento ya es imparable. A partir del
s.XII en arte comienza a volver a importar la corporeidad. En esta
época, el monje Teófilo escribe Sobre las diversas artes, donde explica
que la pintura es bella y le da importancia a esta arte.
Villars de Honnecourt,
un arquitecto, habla de las formas simbólicas de la esfera, el triángulo
y el cuadrado.
Siglo XIII. La estética de la luz produce en el arte las vidrieras que
llenan las iglesias de luz. El saber se vuelve enciclopédico, lo quiere
abarcar todo (Sto. Tomás de Aquino, Raimundo Lulio, Buenaventura).
Grosseteste está en Oxford y dice que el universo es luz pero la luz
original divina crea el universo y llena el ámbito de él de luz; este
ámbito es el lumen. La materia adquiere forma por la luz y refleja esa
luz, el esplendor. Grosseteste pide un cálculo para la forma. Su
continuador es Rogerio Bacon, que dice que la luz proyectada se
manifiesta como líneas, ángulos y figuras; y éstos pueden calcularse
porque son perceptibles.
Buenaventura y Tomás
dicen que en la contemplación de la belleza hay relación del sujeto con
el objeto pero si no hubiera proporcionalidad o principio de igualdad no
sucedería. Nuestros sentidos están en consonancia con lo que nos rodea,
algo que da satisfacción. La forma, la fuerza y la acción son los
principios según buenaventura. La forma se relaciona con la belleza, la
fuerza con la suavidad y la acción con la salubridad. La forma es de la
vista; la fuerza es del oído; la acción es del gesto.
Tomás distingue entre el
bien y lo bello. Lo bueno genera en nosotros una inclinación material;
lo bello genera una actitud contemplativa que no se relaciona con una
actividad física y remite a una actividad intelectual que conduce al
juicio. Nos incita. Por eso hay una gradación en la importancia de los
sentidos. Vista y oído son los sentidos del arte, porque están en el
cerebro. El gusto busca la conservación del individuo. El olfato nos
induce a una inclinación. El tacto va a la conservación de la especie.
La vista y el oído si producen alguna inclinación es por la imaginación.
Siglo XIV. Ockham distingue dos conocimientos: el intuitivo (que no
implica necesariamente un juicio) y el intelectual (que produce juicios)
Cianino Ciannini escribe
un libro sobre arte y demuestra que lo que dice sobre el arte, excepto
lo que dice acerca de la escultura, lo ha practicado. Es medieval pero
dice que el artista ha de contemplar la naturaleza y copiarla para que
parezca natural. Los artistas vuelven a la naturaleza.
Existe la naturaleza que hay que estudiar y lo que lleva dentro el
artista (la idea mental). Estas dos tendencias aparecerán en el
Renacimiento.
El Renacimiento
El arte comienza a ser
tratado como una ciencia. Es cálculo, es un retorno a las fuentes
clásicas. Pero también es una continuación de lo medieval.
Los pisanos, Cimabue y
Duccio son los antecedentes artísticos de esto. Giotto y Masaccio son
los que dan el verdadero cambio.
El antropocentrismo es
una característica de la época pues el hombre se convierte en el objeto
central de la creación. Esto unido al arte como ciencia y al interés por
la ciencia provocará un momento de optimismo. El artista es un artesana
pero será él quien se decte las normas para pasar a ser un oficio
reconocido, una ciencia.
A partir del s.XIII surge el optimismo, luego viene un periodo
intermedio y a paritr del s.XVI comienza el pesimismo. El hombre ya no
es capaz de resolver esto y el mundo se transforma en enigma. El arte
pasará a ser individualista. Como el arte no puede expresar el mundo
externo, expresará el interno. De aquí saldrá que el arte subjetivo.
En el periodo intermedio surgen reflexiones por parte de los filósofos y
los artistas.
El antropocentrismo
significa que el hombre tiene una perspectiva privilegiada de la
cuestión que provoca la libertad total del ser humano, su
responsabilidad y su obligación de trabajar para hacerse a sí mismo.
El primer momento optimista sería el de Ghiberti, Alberti, della
Francesca, los cuales dicen que el arte es una ciencia. Sería la euforia
del s.XV.
En el segundo momento se
preguntan si el arte es una ciencia, con Leonardo y Miguel Ángel. La
aforia de los s.XV-XVI.
En el tercer momento
están Pontormo, Zuccari, del Sarto, que creen que el arte no es ciencia.
La disforia del s.XVI.
Pico della Mirandola en un texto de la 2ª mitad del s.XV nos muestra
bien el primer momento, con un antropomorfismo tremendo. El artista
tiene que modular unas nuevas formas porque es su obligación.
Ghiberti escribió Los comentarios. En el primer libro expone la
necesidad del artista de conocer además de su arte, muchas más, tiene
que transformarse en humanista. El artista ha de buscar un equilibrio
entre la práctica manual y el pensamiento. Si no hay equilibrio no se
obtendrá la esencia de las cosas, sino la apariencia.
En el segundo libro
habla de leyendas de artistas, por lo que el texto es la primera muestra
de lo que será la historia del arte. Dice que hay tres momentos de la
historia del arte: la época clásica, la edad oscura y el renacer a la
luz. Se pretende sistematizar el pasado.
En el tercer libro hay
una teoría técnica del arte. El artista ha de trabajar como matemático,
con los conceptos geométricos de las matemáticas pero haciéndolos
visibles. El artista capta la naturaleza por la percepción sensible y el
razonamiento. El ojo del artista ve el objeto como tendría que ser,
emite un juicio; existe el juicio externo, cómo es el objeto, y el
juicio interno, el que hace el artista con su predisposición mental.
De Cusa, Ficino, Landino
y della Mirandola forman la Nueva Academia de Florencia, 1462. Ficino se
dedica a traducir las obras de Platón por orden de Cosme el viejo. Los
bizantinos que huían aportaban un pensamiento neoplatónico. Gemistos
Pletón era uno de ellos. Cosme le pide a un griego, Arguropoulos, que
haga lo mismo con Aristóteles.
De Cusa escribe De la docta ignorancia y aquí explica que nuestro
trabajo se orienta a Dios, pero no sabemos qué objetivo es el nuestro.
El artista quiere representar lo que hay de divinidad en las cosas; el
arte quiere mostrar la belleza divina, pero fracasará porque sus medios
son limitados pues Dios es pura forma y la pura forma no tiene forma; el
arte sólo puede representar la forma.
Existe el extremo del
hombre y el extremo de Dios, que es la concentración y la complicación
absoluta. Al extremo del hombre le corresponde la multiplicidad, la
explicación. Su trabajo está perdido pues nunca se llega a Dios. El
hombre se reduce a aproximarse al enigma a través de iluminaciones
provisionales. Entre Dios y el hombre hay una desproporción irreductible.
Existe una visión intelectual de Dios pero esa visión no tiene objeto,
aunque es espontánea. Esta fuerza sólo se activa gracias a un trabajo
intelectual sostenido, pues no tdo el mundo la manifiesta.
El único conocimiento
real que podemos extraer de la realidad sólo nos llega a través del
símbolo y la matemática, pues ésta es nuestro símbolo para llegar a
Dios.
Ficino es platónico a
través del neo-platonismo, pero se preocupa mucho por el arte.
El universo son tres hipóstasis. La belleza es un parecer o el acuerdo
entre el intelecto divino y la materia, o la victoria de la idea sobre
la materia. La materia es amorfa, implica la oscuridad. Dios es la luz.
La belleza está en medio. La belleza de los cuerpos está en la claridad
de la forma, no en la masa oscura, sino en el número y la medida. A
través del pensamiento, la vista y el oído llegamos a esto. La belleza
es lo contrario a la fealdad. La belleza superior es la luz y la más
pequeña es la gracia. Más allá está la fealdad.
Lo primero es la luz invisible. Lo segundo es el lumen e implica el
espíritu. Lo tercero es el modus e implica la vida. Lo cuarto es la luz
visible e implica la forma.
Dios, como los rayos del
sol, ilumina todo.
Bellos son muchos
objetos. Pero todo se reduce a la luz del rostro divino. La claritas es
la belleza que se derrama en el universo. La belleza del artista, la
armonía, es la concinnitas.
La Venus celeste está
dentro del fulgor de la luz de Dios, tiene padre pero no madre. La Venus
vulgar tiene padre y madre. La primera es la contemplación, la segundo
es tan solo carnal. El hombre espiritual tiene que partir de la vulgar
para llegar a la celeste.
Es más importante la
belleza visible porque es a la que los hombre tienen acceso.
El artista tocado por el genio vive bajo el signo astrológico de
Saturno. El artista está triste porque quiere luchar contre el
desequilibrio aunque también obtenga la sabiduría. Todo lo que sufren
las personas son enfermedades mentales. El artista es consciente de esto
y por eso crea, aunque sepa que nunca llegará a la perfección.
Alberti escribe Sobre la pintura, Sobre la arquitectura y Sobre la
escultura. Los publicó en vida. Existe la forma tangible, que no cambia
y la forma aparente (lo que vemos). El artista no puede pintar la
tangible sino la aparente pero ha de intentar que la aparente no sea
falsa, a través de la tangible. La pintura es la sección transversal de
la pirámide visual. De un objeto tridimensional se pasa a una
bidimensional y la representación se vuelve ilusoria, se engaña al ojo.
Es a través de las matemáticas con lo que se crea el espacio. El
espectador, predeterminado por la obra, cobra mayor importancia porque
queda fijo; posteriormente el teatro cogerá esto y se llamará teatro a
la italiana.
La pintura tiene tres partes:
-La circunscripción: el límite de los cuerpos representados, el dibujo.
-La composición: la composición por planos, la profundidad.
-La incidencia de la luz en los cuerpos.
Hay que ser realista, dice Alberti, hay que eliminar los dorados.
En el libro de la
arquitectura define la belleza como una cierta conveniencia razonable
mantenida por todas las partes del conjunto conforme a una norma, de
forma que no sea posible cambiar nada porque sino la obra se vuelve más
imperfecta. La belleza es un objetivo al que tenemos que llegar pero que
es muy difícil de conseguir.
En el libro de la escultura dice que la belleza no es más que un acuerdo
en el juicio de los expertos y que aquél está basado en la caprichosa
vanidad. Tendríamos que buscar la ignata razón, contra la cual no se
puede luchar.
Della Francesca escribe La perspectiva en pintura, muy diferente al
anterior. el arte es una ciencia por lo que la pintura ha de calcularse
con matemáticas. Dice que la pintura son tres partes: el dibujo, la
medida, el color. Las tres forman la perspectiva, la perspectiva es la
pintura.
La pintura es matemática
porque utiliza la línea, pero el color no utiliza la matemática. Todo
objeto posible de cálculo matemático es real. Esto es el racionalismo:
todo lo que concebimos intelectualmente es real.
Leonardo pertenece al segundo momento. En su tratado de pintura nos
habla de sus ideas sobre arte. Leonardo dice que gracias a la técnica,
los artistas han sabido representar la realidad. Leonardo es una mente
reflexiva y a la vez sensualista. La ciencia conduce a la técnica, y
ésta al arte. Pero el arte también se alienta de la imaginación.
La vida implica movimiento. La pintura no puede dar movimiento. La
realidad es un intervalo entre dos extremos: la luz y la oscuridad. La
luz es divina y no se puede ver. La oscuridad tampoco permite
visualidad. El punto intermedio es la sombra, que es movimiento. La
sombra deriva de dos formas diferentes: una es corpórea (la masa) y la
otra es espiritual (la luz). Luz y cuerpo son razón de la sombra. El ojo
se preocupa por lo visible, por la sombra.
¿Dónde están los contornos en la naturaleza? ¿Existen en ella? No, donde
acaba un cuerpo comienza otro mediante una transición. La degradación de
la sombra es esta transición. Las líneas de los pintores son recursos
mentales para hablar de lo que en la naturaleza son degradaciones
lumínicas. Con la técnica del sfumato (el difuminado) conseguimos
representar esto. Su teoría es la del claroscuro.
Somos receptivos de lo
que vemos y además proyectamos sobre lo que vemos nuestro pensamiento.
Existen tres tipos de pintura: la pintura lineal, la cromática y la de
espacio (hace que en nuestra mirada no haga cortes bruscos): El aire que
se interpone entre los objetos y el hombre cambia nuestra visión del
mismo. Un objeto más claro que el aire cuanto más lejos, más oscuro, y a
la inversa. Leonardo es el primero en darse cuenta de esto, contempla
las cosas tal como son. Las sombras no tienen por qué ser negras; se
basan en grados de azul. Recomienda no acabar del todo las formas de las
figuras para demostrar que están en un medio, el aire. El acabado sería
rugoso para ser más mate ya que absorbe más luz. Esto lo explica bien
Leonardo, pero no lo practica.
Clasifica las sombras según estos criterios:
-La parte cuantitativa (el tamaño de la sombra).
-La parte cualitativa (mirar las gradaciones de la sombra).
-La parte de lugar (el punto donde se sitúa la sombra).
-La parte de figura (la forma concreta de la sombra).
La influencia de Leonardo es indirecta porque no le siguen pero la
pintura evoluciona.
La poesía utiliza símbolos convencionales: refleja una apariencia pero
no da las cosas a la vista, sino a la imaginación.
La pintura es directa porque los signos son reales. El poeta ha de decir
las palabras una detrás de otra. La pintura las pone juntas,
simultáneas, se ven de golpe.
Miguel Ángel es un pintor expresionista porque muestra las expresiones
forzadas. No quiere acabar las figuras para vitalizar las figuras. El
arte es un trabajo manual pero ha de estar dirigido por la mente. La
obra de arte es admirable pero más lo es la capacidad del que la ha
hecho. Ahora que los pintores se preocupan más por la naturaleza
comienzan a surgir los pintores expresionistas.
Un artista es el que tiene una idea que tiene que exteriorizar pero ésta
ya existe en el bloque de mármol, de la materia. La materia
potencialmente se basta por sí misma. La mano se adentra en la materia
para buscar la forma que había pensado el artista.
A partir del tercer
momento renacentista se acentúan los problemas. El arte ya no será
ciencia. El artista de esta época, como Pontormo, es un neurótico.
Armenini dice que la
pintura ha caído y que se tiene que volver a los preceptos porque estos
son inmutables y así recuperaremos la docta maniera.
Lomazzo es un pintor
retirado. La pintura es un templo sustentado por más columnas aguantadas
por jerarquías que son los grandes pintores. La pintura tiene una parte
teórica y otra práctica (la forma de representar). La maniera referida
al artista como expresión personal, el estilo.
Comanini dice que la
pintura tiene dos partes: la icástica (la mimética) y la fantástica (la
invención del artista).
Zuccari escribe Idea, donde distingue el disegno interno y el externo.
Lo interno es lo que tiene el artista dentro de sí y que ha de
exteriorizarlo. Éste es un reflejo de Dios. Al exteriorizado el artista
no ha de perder su capacidad de ser libre.
En Europa los
intelectuales quieren romper lo que había antes. El hombre ya no es el
centro del mundo; la naturaleza desplaza al hombre. Nuestro conocimiento
de ella es limitada. Nosotros no perduramos, pasamos. Son los filósofos
naturalistas. Bruno es uno de ellos.
Bruno dice que el mundo no está en el centro del universo sino que puede
estar en la periferia. Pero el universo es infinito, es una bestia que
se mueve.
Montaigne publica Ensayos. No hay un ser estable, el hombre es un
pasado. no hay un sistema de valores estable, son temporales. La
historia es una variación de puntos de vista. Nada es cierto porque todo
es relativo.
Francisco Sánchez dice que si el hombre no se entiende a sí mismo, ¿Cómo
va a conocer la naturaleza? No es posible la contemplación directa de
las cosas porque nuestro conocimiento no es capaz de conseguirlo, es
limitado. Sólo nos podemos fiar del justo equilibrio y no mucho.
En el s.XVI surgen las
consciencias nacionales. En el principio del s.XVII surge la literatura
dramática, un tipo nacional de teatro. En Francia se crean las
academias.
El siglo de oro español marca la literatura nacional española. Italia
influye en Francia mientras Inglaterra y España permanecen al margen.
En Italia se producen muchas poéticas basándose en la Poética de
Aristóteles. Es el problema de las tres unidades. La unidad de tiempo se
interpretó como que una obra no podía durar más de un día; la acción de
acción es que sólo pudo haber una acción unitaria. Luego se inventaron
la de lugar: la acción transcurre en un solo lugar. Scaligero es el
mejor autor de poéticas. En Francia habrá una poética dogmática.
En España Lope dice que
el que manda es el público, no los clásicos y que él es libre de hacer
lo que quiera. Shakespeare hace lo mismo.
En Francia Molière es el
único que no claudica ante e dogma. Con la pintura francesa pasa igual.
Se preocupan si el dibujo es superior al color. Hasta los jardines se
racionalizan.
Shakespeare forma parte
de los dramáticos del pueblo frente a los universitarios. Shakespeare es
un autor medieval pasado por el filtro renacentista. Su estructura
teatral tiene múltiples personajes, acciones y lugares. Pero sus
preocupaciones sí que son renacentistas: las cosas no están claras, todo
es ficción.
En Lope se ve la oposición de los puntos de vista, lo mismo que en
Cervantes. Calderón refleja lo extraño de las cosas. Velázquez muestra
lo variable del mundo.
Gracián es la cabeza más
desarrollada de Europa. En El Criticón muestra a un personaje que viene
al mundo. Falimundo es el mundo fallido. Artemio es el arte que
embellece el mundo; la belleza tiene que tener variedad. Los individuos
no pueden ver qué es la realidad y la ficción porque no tenemos
criterio; el arte nos engaña pero el mundo también. Aristóteles habla
del justo medio; Gracián dice que el hombre tiene que estar en su punto,
algo que tiene que ver con el gusto, algo indefinible, que no se puede
adquirir.
En Agudeza y arte de
ingenio dice que lo que cuesta aumenta nuestro interés y que una gran
obra nunca lo revela todo. Es la expectación, la sorpresa. Una obra sin
valor pasa pero la que tiene valor permanece siempre en nuestra afición.
En Francia está
Descartes, el cual argumenta que la filosofía sigue una senda
equivocada. Partamos de cero, busquemos lo que hay dentro nuestro y
encontremos lo más mínimo, lo más básico, que sea real. Encontramos una
primera intuición: pienso, luego existo. A partir de aquí, partimos de
lo seguro y lo que hay que hacer es seguir el proceso. Lo más importante
es la razón y podemos articular un conocimiento del mundo ajeno a lo que
percibimos del mundo. ¿Y referente al arte, basado en el mundo? Pues
Descartes no sabe qué pensar.
La estética como tal nace en Alemania en 1750 con la obra de Baumgarten,
que crea este concepto.
Winckelmann sigue siendo importante. No es un filósofo sino un amateur.
Él aporta tres cosas: a) Crea una historiografía del arte muy parecida a
la actual. b) Crea una sociología del arte. c)Hace una teoría del origen
del arte.
a) Ve en el lugar las
obras y se documenta. Entonces hay que juntar todo, ponerlo en orden
cronológico y buscar las ligazones. La belleza de las obras de arte se
manifiesta como la forma regular, clara. La belleza está sin dinamismo,
es muda, virgen.
b) Toda cultura es capaz
de crear un arte por sí misma. El arte griego es griego desde el
comienzo y lo crearon gracias al contexto: la geografía, la
meteorología, la alimentación. Esto ya lo había dicho Du Bus en 1719.
c) ¿Cómo surgió el arte
griego? Los pueblos antiguos consideraban que había un espíritu en el
aire. El hombre realiza una obra para que el espíritu se pueda fijar,
pues está libre: una piedra, un tronco. Pero el individuo busca la
regularización de las formas y pude la piedra. Ésta, pulida, ya se
conoce que es especial. Con el tiempo se la señala, se la singulariza,
hasta que adquiere una forma humana y va cogiendo naturalismo. Esto es
el inicio de la escultura, que provoca el nacimiento del arte griego.
Hay una historia del arte:
-la juventud. Se buscan las formas.
-la madurez. Se hallan.
-la decadencia. Se pervierten.
Historia de las ideas estéticas a partir de la Ilustración
En 1750 nace la estética como disciplina filosófica. Desde el s.XVI se
habían producido ciertos cambios que posibilitaron este nacimiento.
A partir del s.XVII el Barroco crea una sensación de inseguridad. En
cambio, el s.XVIII es el siglo de la razón, de la razón crítica pues se
somete a sí misma a revisión. Es el siglo de las luces, de la
racionalidad. A nivel artístico es la época del Rococó y,
posteriormente, del Neoclasicismo y el Romanticismo. Aquí surge la
modernidad.
En el siglo XVIII surge la idea de la tolerancia. Voltaire escribe el
Tratado de la tolerancia y Diderot el Suplemento al viaje de Bouganville.
En este último se nos muestra la cultura de otros pueblos y cómo hemos
de aceptarlos. Este es un principio de humanidad. El enciclopedismo de
Diderot y de D’Alembert quiere acumular todo lo que los hombres conocen.
La razón crítica nace en Alemania. Es una inteligencia que se adapta al
mundo, es elástica, no se impone.
En el siglo XVIII surgen nuevas palabras:
-Lo sublime: será una nueva categoría de la estética. Cuando la belleza
pierde sus formas.
-El sentimiento es el resultado de una reactividad del individuo y se
manifiesta como una emoción sostenida.
-El artista es el que produce obras bellas.
-El genio es el que produce obras bellas con una característica
distintiva, la de que son originales. La originalidad supone la
capacidad de expresarse según la propia individualidad, según la propia
diferencia. El origen es innato, viene dado con el nacimiento, es un don
natural que depende de la naturaleza. El genio es un don natural.
-El gusto es la capacidad del individuo de apreciar según unas
preferencias. El individuo realiza su juicio de gusto. ¿El gusto es
adquirido o natural? El gusto puede ser natural, adquirido, o se nace
con cierta predisposición de gusto y luego se educa o modifica.
-La gracia alude a una belleza de carácter dinámico, le quita a la
belleza su condición grávida.
-Lo pintoresco se refiere a una cualidad de la naturaleza en la que ésta
se nos presenta como si fuera una pintura.
-El entusiasmo es un grado elevado de inspiración, el artista
experimenta un impulso para expresar lo que tiene dentro, el arte.
-El genio se relaciona con el ingenio, una forma habitual de la
genialidad.
-La creación es la capacidad de producir, innovando, al margen de las
reglas.
-El esprit es algo vivo, inteligente o de una inteligencia vital con
encanto, que entonces sería charme.
Père Bouhours, Du Bos, André, Batteux, Diderot y Voltaire son críticos
franceses más que filósofos, que se muestran como los antecedentes de la
razón crítica alemana. Todos se preguntan sobre la imitación de la
naturaleza.
La Francia del
s.XVIII
Existe una corriente que
hace prevalecer la razón en la estética. Otra le da más importancia a la
sensibilidad (las pasiones y el sentimiento).
La primera está representada por el Padre André. La segunda es de Du Bos.
Luego hay los que dicen que la experiencia estética combina la razón y
los sentimientos, como Batteaux y Diderot.
Un problema paralelo a éste es el de la imitación. La función del arte
consiste en imitar la naturaleza. Pero, ¿cómo hay que imitarla? Esto
significa que hay una crisis en este concepto, pues si no no habría
preguntas de este tipo. El problema es el arte como expresión.
Bonhours, del s.XVII,
habla de la delicadeza, algo cercano a los sentimientos. Sería un
precedente al s.XVIII.
Reflexiones críticas sobre la pintura y la poesía es la obra de Du Bos,
de 1719. Se preocupa por recuperar la oratoria clásica. Se decanta por
los sentimientos y la imaginación, les da más importancia que a la
razón. “Sentimiento” se opone a “Discusión”, pues la primera se preocupa
sólo por sentir. Hablará del arte, que es expresivo.
Las pasiones son para él
un movimiento del alma que no implica un razonamiento. La pintura y la
poesía, ¿qué imitan, de qué manera? Todo lo de la naturaleza que genera
pasión en nosotros es lo que imitan la poesía y la pintura. Habrá una
equivalencia entre el modelo y el arte en tanto que producen la misma
pasión, un hoehco no relacionado con el raciocinio. Du Bos se preocupa
por la recepción de la obra en nosotros.
Existe una diferencia entre dibujo y expresión, y el cromatismo. En
Francia se preguntan sobre si es superior el dibujo (racionalidad),
habilidad representada por el pintor Le Brun, o el cromatismo,
representada por Tiziano. El dibujo se puede calcular pero el color no.
Poussin sería el artista que estaría entre los dos bandos. Du Bos quiere
decir que no hay ningún problema porque la separación, la diferencia, no
tiene sentido porque no se puede discutir si es superior una tendencia u
otra. La auténtica diferencia estaría en la recepción, porque ciertas
personas son más sensibles al dibujo y otras al color. El más gran
pintor es el que sus obras nos den más placer, sea dibujístico o
colorístico.
El genio es una forma
superior de talento. Talento se diferencia cuantitativamente de genio.
El genio es un don natural y se da en todas lac actividades humanas.
Como esta actividad es natural empuja al individuo a manifestarlo; es
una fuerza natural más fuerte que el individuo. El genio es hacer bien
rápidamente lo que los demás no consiguen sino con grandes esfuerzos y
siguiendo unas normas.
El medio natural y cultural tiene mucha importancia respecto al genio.
El medio natural es la geografía y el clima. Los artistas del norte son
diferentes de los del sur. Estas teorías ya eran antiguas pero Du Bos
las aplica por primera vez al arte.
El Padre André escribe
en 1741 Ensayo sobre la belleza. Es un reaccionario porque es un
cartesiano que quiere preocuparse por la estética. En la poesía es mejor
prescindir del placer que nos da la composición; tenemos que apreciar
aquello que le gusta a la razón, hay que ser capaces de estudiar las
cualidades propias de la composición y que se pueden analizar
objetivamente. Hay tres tipos de belleza:
-la esencial, que no depende de convenciones humanas ni de disposiciones
divinas.
-la natural, no depende de convenciones humanas.
-la humana.
La esencial es superior
a todo, es metafísica. Sólo con la razón podemos alcanzar la belleza.
Batteux en 1746 publica Las bellas artes reducidas a un mismo principio.
Primero dice que hay que ver la función del arte y que ésta es la
imitación de la naturaleza.
En una primera parte pretende examinar las naturalezas de las artes. El
cómo imita la naturaleza cada arte es en dónde se diferencian las artes.
Establece la distinción entre naturaleza y la bella naturaleza. La
última es la que se quiere imitar.
En la segunda parte
asegura que quiere aportar pruebas. Dice que el gusto es muy importante
porque es el juez innato de las artes pero actúa conforme a unas reglas
dictadas por la razón pero según las inclinaciones del gusto, para
agradarle. En la tercera parte da ejemplos prácticos.
La imitación tiene que reunir dos características: la exactitud y la
libertad. Han de estar equilibradas por alguien con un talento que
necesita mucha sensibilidad.
Diderot dice que el arte es la imitación de la naturaleza de acuerdo con
la razón. Fue un experto de la crítica de arte.
Habla del teatro. Según él el actor es un artista. También habla del
conocimiento; se pregunta si si un hombre se basa en sus sentidos, si le
falta uno, ¿cómo es capaz de tenr las mismas concepciones que nosotros?
Porque el tacto tiene su propia mirada. Pero para un ciego, ¿qué es la
bellaza? Para el hombre la belleza tiene un carácter de utilidad; el
gusto es la exteriorización de lo que nos es útil.
Apostillas sobre El hijo natural y La paradoja del actor son dos libros
sobre teatro de Diderot. En el teatro hay varios tipos de actor. Unos se
basan en la inspiración momentánea; otros no se dejan llevar por el
temperamento. Éste último es superior porque siempre es constante. El
actor tiene que ser un buen observador de la realidad y el
no-temperamental lo es.
Al artista no se le pide
que imite la naturaleza sino que lo haga de cierta manera, hay que
buscar la naturaleza de verdad, no lo intermedio. En la pintura, el
dibujo se aprende pero el color se siente. El pintor colorista es más
apreciado, y es más humano. La obra además de imitativa es expresiva.
Busca un teatro actual, de la época, donde la burguesía se encuentre
representada, y aprecia las obras con personajes que sean tipos.
Buffon tiene una
limitada posición clásica. Escribe sobre el estilo en la literatura.
Reivindica la idea de unidad. Estilo es el ritmo sostenido sin ruptura
ni altibajos.
Rousseau tiene una
actitud radical (recuerda a Tertuliano). Rechaza todo lo cultural ya que
nos aleja de la naturaleza, del estado natural. Se quiere volver a la
naturaleza. Rechaza el exceso de cultura, de teatro, de literatura. Dice
que los alemanes buscan en el interior del ser humano lo que hay todavía
de natural.
Voltaire es muy
polifacético. No es un pensador erudito en su estilo. Es muy irónico. Él
opina que Shakespeare es un bárbaro. Se inclina por una estética
clásica. En el teatro se tiene que ser regular. Apuesta por las tres
unidades aristotélicas. La belleza debe producir admiración y placer,
aunque es muy relativa. En un sentido categórico de la belleza mejor no
hablar. Voltaire es un relativista en cuestiones de belleza.
Los pensadores del Reino
Unido son más inteligibles. En el s.XVII casi no hay estética porque se
preocupan por problemas referidos al intelecto humano.
En 1593 Sidney publica
Elogio de la poesía. Estructura su obra con fragmentos cortos para
preguntas vigentes en el momento. Tiene una posición renacentista
aristotélica. Es seguidor del italiano Scaligero. El poeta es para él el
iniciador de un largo proceso de acumular conocimiento, el poeta le da a
la humanidad el empuje para avanzar en el terreno del conocimiento. Es
capaz de crear una segunda naturaleza, crea una forma de cultura. Sidney
es partidario de las tres unidades aristotélicas. Le importa la opinión
de los eruditos, no del vulgo.
Locke supone una alternativa a la posición de Descartes en Francia. Toda
la información la adquirimos por vía sensible. Nuestra cabeza es un
almacén mental de ideas primarias o simples. Las ideas se construyen a
partir de sensaciones relacionadas entre ellas. Esto implica un proceso
de abstracción que da lugar a ideas secundarias, más elaboradas.
Berkeley es un teórico
especulativo. Tiene una preocupación continua por el sentido común y por
el sentido moral.
Addison es un pensador estético. Sus ensayos son artículos de diario.
Para él el gusto es una especie de don o disposición innata. Después se
perfecciona y esto le proporciona al individuo el buen gusto, una
cuestión de equilibrio. Los placeres primarios están en un contacto
directo con la cosa. Los secundarios son los placeres que nos
proporciona la idea de la cosa cuando no la tenemos presente. Aquí
interviene la imaginación. El genio es una facultad de carácter natural
y congénita. Es adquirido de forma natural aunque también puede ser
adquirida, un producto del trabajo, de la insistencia. Lo sublime
proporciona una especie de horror satisfactorio. Sería una grandeza
singular que nos proporcionaría placer.
Shaftesbury es un
neoplatónico inglés que escribió Características de los hombres,
maneras, opiniones y tiempos (1711). Dentro hay diferentes tratados. Se
preocupa por el individuo, por las cosas particulares.
Acepta que la poesía es mimética, pero ¿qué ha de imitar? El arte se ha
de preocupar por las cosas particulares, o bien ha de hacer una síntesis
y ofrecer una imagen general. Él quiere englobar estas dos tendencias.
Copiar tan solo no vale, tiene que existir la originalidad.
Detrás del mundo real
hay un mundo ideal pero el artista sólo tiene delante al mundo real. El
artista tiene que imitar el ideal a través de la naturaleza sensible,
que es la que observa. El mundo ideal se manifiesta en el mundo real. El
mundo ideal es una fuerza viva que produce una fermentación que da vida
a la naturaleza, por lo que ésta es dinámica. Lo original que tiene que
representar el artista es el mundo ideal. La naturaleza está viva y el
artista la ha de imitar. La belleza del mundo sensible es posible que
sea captada. Esta capacidad es la intuición.
La contemplación de la belleza es un acto de amor. ante el objeto el
individuo siente amor y éste conduce al entusiasmo; la sensación que
siente la persona cuando el objeto se le impone. El amor a las formas
tiene que ir espiritualizándose.
Hay tres niveles de
contemplación de las formas:
Hay un nivel físico,
otro psíquico y otro trascendente. El primero tiene que ver con la
moral, el segundo con la belleza y el tercero con la moral. El virtuoso
es el capaz de esta contemplación y se relaciona con la moral. El
individuo tiende a contemplar la belleza pero también a modelar su
gusto. El arte es libertad y originalidad. El ser humano tiene una
componente instintiva que lo lleva a esto. El artista es un creador.
Hutcheson intenta hacer
una filosofía inspirada en Shaftesbury. Publica Una investigación a
propósito del origen de nuestras ideas de virtud y de belleza (1725). Es
un sistematizador.
Hay dos tipos de placer:
uno inmediato y otro racional. Las formas bellas nos gustan
sensiblemente. El primero proviene del exterior y no depende de la
voluntad; este placer sensible hace nacer una actividad mental. Estas
ideas a veces tienen relación con la forma que nos ha despertado esas
ideas pero a veces no. Estas ideas normalmente son de proporción,
uniformidad, orden, disposición... Entonces estas ideas tienen un
sentido interno. A veces las ideas son de afectos, acciones, y entonces
estas ideas tienen un sentido moral. El destino final de estas
sensaciones es la felicidad. La disponibilidad humana de extraer placer
de las formas es un sentido innato.
el receptor tiene esas ideas pero los objetos que hacen nacer esas ideas
tienen que tener unas características determinadas para poder hacerlo.
Hume dice que el gusto
en los humanos es muy variable. Hay algo que lo une, una norma. Él es
empirista. La deducción es más perfecta que la inducción pero ésta está
más de acuerdo con nuestra imperfección humana. Para él el gusto es
infinitamente variable pero tiene que haber un principio regulador que
lo defina. Nuestro gusto privilegia cosas sobre otras pero eso no
significa que no haya algo que los una. Esta norma tiene que ser un
equilibrio entre la simplicidad del gusto y el refinamiento. Este
equilibrio no estaría en un punto sino en un margen muy amplio.
Para él hay una
debilidad científica al ver que muchos fenómenos artísticos tienen un
origen causal y éste hace pensar que la historia del arte es progresiva
cuando normalmente esto es una ilusión. Contra la realidad él valora la
imaginación, la creencia. La delicadeza del gusto. La mentalidad humana
necesita la novedad y esta curiosidad es necesaria para la ciencia. Pero
la rutina también es necesaria. Una obra de arte no tiene que dar la
información de golpe sino que tiene que darnos una curiosidad que vaya
aumentando continuamente.
La estética alemana del s.XVIII
Sulzer quiere
sistematizar la estética. Quiere hacer una distribución del
conocimiento: una de razón, otra de sentido moral y otra de gusto. La
razón conduce a la verdad. El sentido moral da el bien (la ética). El
gusto es un conocimiento intuitivo. Esto lo cogerá Kant.
Mendelssohn propone una
clasificación de las artes. Hay las bellas artes y las bellas letras.
Los signos de las bellas artes son naturales, visibles y tienen por
objeto visible de representar un número limitado de cosas. Las bellas
letras al utilizar signos artificiales puede representar todo. Esto
influye en Lessing.
Leibniz es platónico
pero platónico racionalista. Sería un filósofo barroco, de las formas
dinámicas, del infinito del espacio. El mundo, para él, tiene un origen
que no es un caos, sino una armonía preestablecida, Dios, que es
potencia, conocimiento y voluntad.
Hay un número infinito
de mundos posibles en el conocimiento divino. Pero Dios escoge el mejor
posible (voluntad). La armonía preestablecida se define como orden,
perfección, belleza y amor. Esto placer se puede relacionar con una
cuestión estética, y después con un impulso que genera una acción
encaminada al bien. La finalidad es el bien supremo, la felicidad. Si la
acción aumenta de grado sobreviene la pasión, los estados humanos de
beatitud, de santidad.
Para Leibniz el ser
humano dispone de manera innata de ideas. Después viene la percepción
sensible que activa esas ideas. Pero no es lo mismo el intelecto que el
cuerpo, aun que mantienen una relación energética, una interacción de
fuerzas. Lo que extraemos del intelecto son unas ideas claras que pueden
ser traducidas a otra persona, pero de la materia extraemos unas ideas
obscuras, que no podemos comunicar a otra persona.
Wolff intenta ver si esas ideas claras en las operaciones intelectuales
complejas funcionan con algún orden. Esa ley que las rige sería la
lógica.
¿Y las ideas oscuras?
¿Existe alguna ley, alguna ciencia? Eso dice en 1750 Baumgarten,
definiendo esa ciencia como estética. Para él habría una primera parte
teórica y otra práctica cuando quiso escribir su obra pero no la
completó.
Leibniz había dicho que las ideas claras podían ser distintas o
confusas. Las ideas claras y distintas nos permiten reconocer los
objetos y expresarlos. Las ideas claras confusas las podemos reconocer
en la experiencia pero no podemos expresar los objetos.
La estética se
preocupará por las ideas claras confusas y las obscuras. Baumgarten para
definir la belleza dice que es un acuerdo entre diferentes pensamientos
y que este acuerdo depende de un orden. Este acuerdo tiene que ser
perceptible intelectualemtne y por la carne. Tiene que haber un acuerdo
entre el lenguaje, el pensamiento y la naturaleza, esto sería la
belleza.
Winckelmann fue el
fundador de la historiografía del arte. Antes hubo muchos intentos, como
Vasari, excesivamente preocupado por las biografías. Winckelmann es un
neoclásico ya que busca la forma medida pero también es un pre-romántico
porque vive en la admiración por el pasado griego. Para él la imitación
de la naturaleza no es necesaria porque los griegos lo hicieron muy
bien, por lo que hay que copiar a los griegos.
El arte para él es un
hecho autóctono. El arte fue inventado por pueblos más antiguos que el
griego, pero éstos no estaban influidos por otra gente. Los griegos
inventaron el arte por su cuenta.
Para estudiar el arte
tenemos que hacer unas consideraciones previas sobre qué es el arte y
donde está la belleza en la obra artística. El estudioso tiene que tener
una visión de artista.
La obra de arte será más
bella cuanto más se acerca a Dios. El concepto de belleza es como un
espíritu arrancado de la materia con el fuego (con el trabajo); el fuego
quiere extraer un cuerpo parecido a la primera criatura racional surgida
de Dios. Las formas de esa imagen son sencillas y seguidas, variadas
dentro de la unidad y armoniosas. De la unidad proviene otra cualidad
que le corresponde a la alta belleza, la indefinibilidad, que esas
formas no se pueden definir, que la figura no expresa ningún estado
anímico, que no se puede definir con puntos y líneas, que no se parece a
ningún hombre. Lo contrario no tiene nada que ver la belleza. La belleza
ha de ser como el agua pura de un manantial, sin ningún tipo de gusto.
El arte griego es un
ejemplo de todo esto. Por eso las obras griegas eran blancas.
El arte es como un ser vivo que tiene tres momentos: el primero que es
el inicio, donde se buscan las formas; el segundo, la plenitud, con algo
de vitalidad; el tercero es la decadencia, donde el exceso de vitalidad
produce la muerte.
El arte también se puede
definir de tres maneras según tres momentos: el momento de lo
imprescindible, el de la belleza y el de la superfluidad.
El origen del arte está
en los pueblos primitivos, los que adoraban a los dioses en objetos
porque los consideraban fuerzas sobrenaturales. Se cogería un tronco de
árbol o una piedra pulida. Con el tiempo se le daría forma de cabeza.
Luego se le separarían las piernas con lo que nacería la escultura. La
escultura finalmente tomará la forma humana, con lo que se acercará al
pensamiento de Dios.
Su consideración de la
historia del arte es moderna. Periodiza las formas y periodiza el arte.
Habla del contexto en relación con el arte.
El arte de un pueblo es
así por el clima, el carácter, la geografía y la lengua que les
pertenecen. ¿La percepción de la belleza en el arte tenía que ser una
operación intelectual? La belleza es captada por los sentidos pero es la
inteligencia la que nos hace reconocer y comprenderla.
Lessing escribe
Laocoonte y La dramuturgia de Hamburgo. Es aristotélico pero poco
academicista. Él sólo toma en cuenta la unidad de acción. Será un
admirador de Shakespeare y está a favor de todo tipo de libertad
teatral.
Es amigo de Mendelsonn y conoce la obra de Winckelmann, calificándolo de
poco real. Él cree que la escultura puede representar un estado de ánimo
y que si los griegos no lo hacían eran por sus características propias.
Él cree que los materiales hacen que las obras sean diferentes. Cada
género artístico es diferente e imita la naturaleza como puede.
La belleza sale del
efecto de acuerdo y armonía de diferentes aspectos que la vista ve en
conjunto de una vez.
La pintura presenta los signos yuxtapuestos y la poesía encadenados. La
pintura quiere representar cuerpos en el espacio, la poesía busca
representar acciones en el tiempo. La pintura ha de presentar un cuerpo
que simule una acción y la poesía una acción que dé la idea de un
cuerpo.
La poesía escoge de un
cuerpo la cualidad que le parece más importante y le da relevancia. La
pintura escoge cuerpos en acción en el momento álgido para que el
espectador compenda el cuadro. Él dice que Homero es el gran poeta
porque hace lo que tiene que hacer y le deja al lector componer con su
imaginación.
Lessing cree que el teatro es el arte de las artes porque confluyen en
él las demás artes.
Manolo Kant
Hace la síntesis de todo
lo anterior en la Crítica de la razón pura, Crítica de la razón
práctica, Crítica del juicio y Observaciones sobre la belleza y la
sublimidad. Este es el sistema filosófico kantiano, que integra el
aspecto estético, y que se basa en el juicio. Su proceso va del fenómeno
(lo que vemos tal como lo vemos) al númeno (lo que no conocemos).
En el primer libro habla
de la facultad de conocimiento, llamada entendimiento y dirigida a la
naturaleza, al objeto al que nos dirigimos. Es la teórica.
En el segundo libro
habla de la razón, que busca la libertad. Es la ética.
En el tercer libro habla de la facultad de conocimiento que actúa
proporcionándonos placer o displacer. Su objeto es el arte y será la
estética.
La primera parte de la
Crítica del juicio es la importante a nivel estético. En el prólogo de
este libro quiere explicar cómo se enlazan sus ideas.
Facultades alma Facultades conocimiento Principios a priori Aplicación
Conocimiento Entendimiento Ley Naturaleza
teórico
Sentimiento- Juicio Finalidad Arte
placer-displacer
Facultad de de- Razón Finalidad final Libertad
sear
La facultad de placer hace de puente entre las otras dos facultades. El
hombre nace con predisposición a adquirir conocimiento, también nace con
una predisposición moral para comportarse según una manera. La facultad
estética las une porque nos permite hacer juicios de lo que nos rodea;
es un juicio particular subjetivo con vocación universalizadora, por el
que creemos que nuestros gustos son los de todos. Esta facultad implica
una espontaneidad del sujeto, que supone una armonía de las otras dos.
Gracias al juicio estético se juntan la naturaleza y la libertad porque
desarrolla el espíritu y el sentido moral.
Conocemos mediante
conceptos en la facultad de conocimiento. En la facultad de desear
funcionan más las ideas. En la facultad de placer-displacer se utilizan
las intuiciones, que unen las otras dos fuentes.
Los conceptos son las formas más abstractas; las ideas son
representaciones visuales mentales; las intuiciones son las imágenes
mentales que aparecen espontáneamente y logran reunir eventualmente el
concepto abstracto y la imagen concreta.
La comunicación humana
implica el intercambio de conceptos del yo con otro yo en la facultad de
conocimiento. En la facultad de desear el yo se comunica con el otro yo
a partir de normas. En la facultad de placer-displacer el yo no se
comunica mediante nada con el otro yo; la persona se comunica con otra
sin ningún intermediario; ésta es el área de la intersubjetividad. El yo
comunica al otro su subjetividad.
El racionalismo
platónico y el empirismo-sensualismo han dado teorías antes. Para el
primero un sujeto se enfrenta a un objeto. Para el sujeto hay un
principio superior regulador que actúa sobre sus apetencias. Este
principio general lo podemos llamar Dios. Este juicio es objetivo. Dios
es belleza infinita e induce al individuo a ese juicio. Leibniz más o
menos decía esto.
En la teoría empirista
el sujeto se enfrenta al objeto. Es una recepción sensible, por lo que
hay un principio de subjetividad. En la mente hay una estructura
psíquica, el sentido común. El sujeto goza de la belleza en la medida en
que psíquicamente es capaz. La capacidad de reacción del individuo es
similar pero el juicio estético es subjetivo aunque la satisfacción se
da por el sentido común, que es común a todos. Hay subjetividad en solo
un primer momento.
Kant da un giro. ¿Cómo
mantener un principio de objetividad estética sin negar la subjetividad
del juicio estético?
En un primer momento el sujeto se enfrenta al objeto y efectúa un juicio
de gusto. Esto sería subjetivo. En un segundo momento aparece un
principio universal regulador por el que todas las cosas del mundo
responden. El sentido común es el medio con el que el principio
universal actúa sobre el sujeto y habría una posible objetivización del
gusto.
¿Pero por qué el objeto
tiene que hacer reaccionar al sujeto? Porque los objetos portadores de
belleza son capaces de activar el principio regulador de forma
simbólica. Esto crea un estado de armonía entre el entendimiento y la
imaginación.
En el arte delante de
determinadas formas bellas experimentamos unas impresiones pero si nos
piden que las expliquemos no podemos hacerlo racionalmente. Otras cosas
se pueden explicar racionalmente pero no somos capaces de
representarlas. Hay determinadas formas bellas que nos remiten a esa
idea universal pero esa idea universal no podemos representarla.
La experiencia artística
deriva en una armonía de naturaleza y espíritu.
La idea de genialidad surge de la capacidad de dar imagen a ideas
abstractas.
Sobre el gusto no podemos disputar si entendemos disputar aportar
argumentos sólidos, porque en el gusto nadie tiene argumentos sólidos.
Se pueden intercambiar puntos de vista. No se puede disputar pero sí
discutir.
El sentido común es la condición necesaria para la comunicabilidad
universal de nuestro conocimiento. Si no hubiera sentido común todo
sería subjetivo y no se podría comunicar.
¿Qué es bello? Lo
reconocido sin concepto como objeto de una satisfacción necesaria. La
finalidad en el juicio estético no es de uso. Por eso descubrimos en
esos objetos la existencia de una finalidad que no se resuelve en un
final. La conveniencia de las formas crea un entendimiento entre la
naturaleza y el espíritu. Las formas de la belleza manifiestan una
finalidad sin fin porque no localizamos las causas de esta forma en una
voluntad aunque no podemos obtener una explicación comprensible de esta
forma si no es derivándola de una voluntad.
Los “aprioris”: para Kant la sensibilidad es la base para el
conocimiento sensible pero no podemos percibir nada sin tomar en cuenta
ciertos factores que la condicionan. La sensibilidad es como un filtro y
no vemos las cosas como son sino como aparecen. Este aparecer se llama
fenómeno. Nuestro conocimiento es fenoménico. Estos factores que filtran
son los “a priori”. Estos filtros referidos a la sensibilidad son el
espacio y el tiempo. No podemos percibir nada que no esté en un espacio
y en una sucesión de tiempo.
Las cosas fuera del
espacio y del tiempo son los númenos. Son cosas inteligibles pero que no
podemos imaginar, son las cosas en sí.
Las categorías del
juicio estético: todo pensamiento se da por la sensibilidad pero también
tiene autonomía. Cada pensamiento tiene un juicio. Las categorías de
éste son cualitativas, cuantitativas, de relación de los fines y de
modalidad. En el juicio de gusto se corresponderían con el desinterés,
la universalidad, la finalidad y la necesidad subjetiva.
En lo cualitativo el
juicio de gusto ofrece desinterés porque la contemplaci |