Ramón Llull tiene un problema 

Cuando Ramón Llull llegó a Amsterdam se entera que hay un edificio municipal abandonado desde hace 3 años. Es un edificio de 4 plantas que se está deteriorando progresivamente, tiene ventanas sin cristales y todo él tiene un aspecto muy desagradable, pero el Ayuntamiento no sabe que hará y la conservación cuesta mucho dinero. 

 
Desde hace 3 meses ha sido ocupado por el movimiento OKUPA de la ciudad que ya ha empezado a restaurar algunas partes del edificio y a organizar actividades para los niños y niños, los jóvenes y los abuelos y abuelas del barrio.
 
El Ayuntamiento no está dispuesto a tolerar que unos punks, hippies, grunges o como los quieran llamar, ocupen ilegalmente unas dependencias municipales. Las relaciones entre los okupas y los representantes municipales i los representantes son muy tensas, y éstos los quieren sacar por la fuerza. 

Ramón Llull pide consejo a tres animales de la ciudad para dar alternativas y posibles soluciones al conflicto: una serpiente, un buey un leopardo.