AUTORRETRATOS YIN YANG 2009 - 2010

 

El mes de Septiembre del 2009, agotadas las posibilidades que ofrecían al pintor la serie de obras que él mismo tituló El Mar, y considerando que tenia el proyecto de alejarse del taller durante tres o cuatro meses, Rodríguez-Amat empezó casualmente un autorretrato con la finalidad de realizar un trabajo que le llevara unos pocos días. Resultó que al primer autorretrato le siguieron otros y, así, sin tener consciencia a priori, se inició una serie de autorretratos, ignorando el propio artista cuál seria el contenido de estas obras, el número e incluso sus características. Eso es exactamente lo que ocurre cuando el artista no programa ni el resultado ni les características apriorísticamente.


El inicio del primer autorretrato fue casual. Removiendo telas y carpetas en el taller, cayó en sus manos una tela con un autorretrato que hacia muchos años que el pintor había empezado, pero que, por razones desconocidas, no llegó a acabar nunca. El hecho de que la tela estuviera grapada por los laterales del bastidor demuestra que realmente hacia muchos y muchos años, ya que desde mucho tiempo antes Rodríguez-Amat grapaba las telas siempre por la parte posterior de los bastidores. De esta manera los pequeños laterales de la tela formen parte de la obra. Un espejo de 1’7 metros le permitió de colocarse delante y, empezar sobre aquella tela un nuevo autorretrato, las características del cuál son totalmente diferentes de las que había sobre aquella tela.


El fuerte contraste cromático entre la parte derecha y la izquierda del rostro, luz y sombra, fue lo que incitó Wei, esposa del pintor, a expresar: retrato en Yin Yang. En este cuadro la luz se determina por un color cálido, rojo anaranjado, y la sombra por uno de frío, el verde. Por la simple razón que la idea del Yin y el Yang no se manifestó de manera consciente en el inicio y en el posterior proceso de creación de este autorretrato, la fuerza del contraste, tanto cromático como lumínico, se limitaba a aspectos pura y simplemente plásticos.


El artista no había pensado originariamente en esta dualidad, dos fuerzas, fenómenos o principios de vida los cuales, y eso desde hace muchos siglos, forman parte de la vida china: astrología, filosofía, arte, formas del pensamiento, etc. etc. En el primer autorretrato se trataba de conjugar una simple dualidad cromática con mucho contraste. Una dualidad basada en dos colores aproximadamente complementarios, el naranja y el verde.


Dos pequeños autorretratos como simples estudios siguieron al primero y todavía otro en el cuál en un intento de conseguir una contradicción cromática, el verde, color frío, pasa a ser la luz o Yang y el rojo, color cálido se transforma en la sombra o Yin.


Poco a poco, la idea del Yin y el Yang tomó cuerpo y la serie continuó reforzándose con un mayor contraste cromático y lumínico. El Yang, luz, forma activa, cielo y dragón, se transformó en blanco absoluto y el Yin, en tres cuadros de la serie, es transformó en rojo. Posteriormente, en otros dos cuadros, el Yin se convirtió en verde en uno y en azul en el otro.


A partir del mes de Octubre de aquel año 2009, Rodríguez-Amat inició por un período de unos tres meses en total dos largos viajes que le alejaron del taller, uno a Beijing y el otro a Berlín. El temor de que a la vuelta la serie no tuviera continuidad planeó sobre su espíritu. Por suerte no fue así y el empuje que siguió a la vuelta fue el mismo del que había en el momento de alejarse del taller.


La serie, acabada, esta compuesta por 10 autorretratos, tres de los cuales en gran formato: 162 cm. x 130 cm. Es necesario añadir que, a pesar del concepto dual del Yin y el Yang inducido por la expresión de su esposa, la serie se construyó bajo aspectos puramente plásticos y nunca se sometió conceptualmente a otros valores.


Yin Yang autoretrat

2009 / Yin - Yang Autorretrato / Óleo sobre tela / 81 cm x 65 cm

 

 

Yin Yang autoretrat

2010 / Yin - Yang Autorretrato / Óleo sobre tela / 162 cm x 130 cm

 

 

Yin Yang autoretrat

2010 / Yin - Yang Autorretrato / Óleo sobre tela / 162 cm x 130 cm

 

 

AUTORRETRATOS YIN YANG, SERIE FOTOGRAFÍCA, 2010

A finales del mes de Abril de este mismo año 2010, reflexionando sobre cuál seria la obra que tradicionalmente el artista regala a los miembros del Patronato de la Fundación Rodríguez-Amat el dia de la reunió, le surgió la idea de realizar una creación fotográfica a partir de algún cuadro de la serie. Fue así como, después de haber realizado un conjunto de fotografías de uno de los autorretratos de gran formato, autorretrato en blanco y rojo, el artista descubrió que la simple textura de la materia pictórica del cuadro manifestaba en el pequeño detalle valores plásticos y decidió, entonces, de empezar a trabajar sobre pequeños fragmentos del cuadro a base de fotografías manipuladas con el ordenador.

Tal y como se presenta en el cuadro que generó la serie fotográfica, el color toma consistencia en el gran formato, pero en el pequeño fragmento, el propio color perdía la fuerza de los valores cromáticos. Fue por esta razón que el artista se exigió de hacer cambios de color, pues consideró que la serie fotográfica no tenía por que ser una simple reproducción de un fragmento del autorretrato, sino que debía tomar valores propios y, como obra de arte, tenía que presentar-se independiente del autorretrato que la generó.

El conjunto se presento en forma de carpeta, limitando el número de fotografías de cada serie a siete, nombre mítico y sagrado, con un total de 10 series o carpetas.

 

 

Sèrie detalls Yin Yang autoretrat, fotografies

2010 / Serie detalles Yin - Yang Autorretrato / Fotografía / 16 cm x 22 cm

 

 

Sèrie detalls Yin Yang autoretrat, fotografies

2010 / Serie detalles Yin - Yang Autorretrato / Fotografía / 16 cm x 22 cm

 

 

Sèrie detalls Yin Yang autoretrat, fotografies

2010 / Serie detalles Yin - Yang Autorretrato / Fotografía / 16 cm x 22 cm