|
Base documental
d'Història Contemporània de Catalunya.
MANUEL
CASSOLA FERNÁNDEZ (1838-1890).
Font:
DD.AA.: Enciclopedia de Historia de España,vol IV
(Diccionario biográfico). (1991). Madrid: Alianza
Editorial. 910 pp.
Text:
Natural de Hellín, hijo de un maestro, ingresó en el
Colegio Militar de Infanteria de Toledo. En su hoja de
servicios constan sus actos de armas en México y Santo
Domingo, en la Guerra Carlista, el asedio del cantón de
Cartagena, y en Cuba, así como su paso por la Capitanía
General de Granada y la Dirección General de
Artillería. Pero ha pasado a la historia por ser el
autor de un proyecto de Ley Constitutiva del Ejército
presentado a las Cortes el 22 de abril de 1887, a los
pocos días de ser nombrado ministro de la Guerra por
Sagasta. Ese proyecto de reformas militares,
durísimamente combatido por la oposición conservadora,
y aún por militares liberales. apasionó a la opinión
pública y a las filas castrenses hasta tal punto que el
propio gabinete Sagasta acabó por considerarlo peligroso
y dejó en la estacada a su promotor que, tras una
primera dimisión no aceptada (enero), presentó su
renuncia definitiva en junio de 1888, pretextando un
conflicto protocolario que le enfrentó con Martínez
Campos, uno de sus más duros antagonistas.
La fracasada reforma militar de Cassola -recuperada en
parte por Canalejas en 1911-1912 y por Azaña en
1931-1932 - se basaba, fundamentalmente, en tres puntos
que lesionaban intereses creados en algunos estamentos
militares y chocaban de lleno coon una burguesia que no
quería que sus hijos acudiesen a los cuarteles: servicio
militar obligatorio, sustitución del Cuerpo de Estado
Mayor por un Servicio de Estado Mayor (cuyos oficiales
seguirían perteneciendo a su arma de origen) y
supresión de la dualidad de ascensos y las escalas
cerradas de Artilleria e Ingenieros. En el proyecto
presentado -al que acompañaba otro de creación de un
Banco Militar de Préstamos para aliviar la dramática
situación económica de muchos militares profesionales-
se articulaban los grandes lemas de una política militar
de la que tan necesilado estaba el ejército español de
la Resrauración. Pero fue el debate acerca de la
obligatoriedad del servicio militar, sin posibilidad de
redención o sustitución, el que acaparó la atención
de la sociedad y los parlamentarios. Acusado de radical
demagogo, Cassola no pudo hacer valer su tesis de que era
socialmente injusto un sistema del que quedaban excluidos
quienes tenían dinero o cultura.Adelantado a su tiempo,
el abandono de su provecto impidió la necesaria
modernización del ejército y su vertebración en la
sociedad en vísperas del 98.(JCG) (199-200 pp.)

|