«Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevas y crecientes cuanto más reiterada y persistentemente se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral moral dentro de mi.»
Kant.
Crítica de la razón práctica

Kant, en la Crítica de la razón pura, ya ha respondido a la pregunta: ¿Qué puedo saber? Ha explicado cómo es posible la matemática, como es posible la física, y también nos ha afirmado que de los temas metafísicos no podemos hacer ningún tipo de ciencia.

Pero, el hombre no sólo vive de conocimientos; ciertamente, el hombre hace un uso teórico de la razón, pero también hace un uso práctico de la razón. El hombre no sólo es un ser que conoce, sino también un ser que actúa, y que utiliza su razón para guiar y orientar su acción. Así, la razón pura deviene razón práctica cuando ésta se ocupa de guiar la propia voluntad.

Es la razón práctica la que tiene que responder a las preguntas: ¿qué debo hacer? y ¿qué puedo esperar si hago lo que debo? La respuesta se encuentra en la Crítica de la razón práctica y en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres.

Partiendo de situaciones concretas con referenteséticos, identifica conceptos propios de la ética de Kant.

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