El error es fecundo y hace falta búsqueda sin término no sólo en el ámbito de la búsqueda científica sino también en el ámbito de la organización social y política. En democracia, la optimización del error consiste en una constante rectificación ante el reconocimiento de las equivocaciones políticas. Cuando un político o un partido se limita a alabar su obra y no capta que el acierto nunca está garantizado, se comporta como el personaje o la escuela que defiende una verdad absoluta. Popper apuesta por el sistema político que minimiza los efectos de los males gobernantes y este sistema es el democrático, siempre y cuando impere la crítica social, se busquen nuevos modelos de participación y, consecuentemente, se consiga una constante mejora.
Cuando los nazi se anexionaron Austria, lugar de nacimiento de Karl Popper, el estaba refugiado en Nueva Zelanda. En el 1945, año final de la Segunda Guerra, publicó La sociedad abierta y sus enemigos. La obra, centrada en cuestiones sociopolíticas, presenta a Platón, Hegel y Marx como predicadores o profetas de sociedades cerradas, aquellas en las que los individuos no pueden adoptar decisiones personales. Esta reconocida obra es su colaboración en la lucha contra todo totalitarismo, especialmente el nazi
A la luz de cuanto se lleva dicho, resultará claro que la transición de la sociedad cerrada a la abierta podría definirse como una de las más profundas revoluciones experimentadas por la humanidad. Debido a lo que hemos llamado el carácter biológico de la sociedad cerrada, este tránsito no puede cumplirse sin una honda repercusión en los pueblos. Así, cuando decimos que nuestra civilización occidental procede de los griegos, debemos comprender todo lo que esto significa. Significa que los griegos iniciaron para nosotros una formidable revolución que, al parecer, se halla todavía en sus comienzos: la transición de la sociedad cerrada a la abierta.
