2.1 Del grupo al individuo

Durante milenios los humanos hemos vivido formando pequeños grupos o colectividades muy próximos a la naturaleza y con reducida organización política. Es con la aparición de las ciudades cuando se da un cambio y, según los restos arqueológicos disponibles, es en las ciudades dónde surge la necesidad de regular la vida social.

Los griegos, entre otros pueblos, reflexionaban sobre las ventajas y los inconvenientes de este modelo de vida. Así, el filósofo Aristóteles considera que el ser humano es un animal político. Dice textualmente "Aquel que es incapaz de vivir en sociedad o aquel que no sintiendo esta necesidad porque tiene bastante con él mismo es una bestia o es un dios y no forma parte de la ciudad." Otros animales como las abejas o las hormigas también viven en colectividades; entonces, ¿qué es lo que nos diferencia? Lo que nos diferencia de todos es el lenguaje. Sigue afirmando: "La palabra es para manifestar lo que es conveniente y lo que es perjudicial, como también lo que es justo y lo que es injusto". Las abejas y las hormigas se comunican, pero los humanos podemos llegar a acuerdos y cumplirlos, eso es lo que nos hace verdaderamente humanos: estamos condenados a entendernos.

La aparición del Cristianismo y su consolidación ha marcado profundamente el pensamiento y la manera de vivir. El mensaje evangélico anuncia que todos los humanos son hermanos y forman una comunidad siendo todos iguales ante Dios; además, anuncia que los menos considerados socialmente son los preferidos de Dios. Un mensaje muy elevado a menudo en oposición a las mismas instituciones eclesiásticas y a la vida cotidiana de muchos cristianos. A lo largo del milenio medieval, las tres religiones monoteístas, el judaísmo, el cristianismo y el islam, marcaban las pautas sobre como los humanos se tenían que entender o como no, sobre qué era conveniente y qué era perjudicial.

Es en el Renacimiento cuando se inicia el camino de afirmación del individuo o del yo como realidad autónoma; un individuo que puede ir modulando su identidad, que con sus decisiones y esfuerzo puede hacer de él mismo un ser superior. El antropocentrismo del Renacimiento, opuesto al teocentrismo medieval, indica que cada individuo concreto tiene valor y dignidad por él mismo, siendo su obligación expresarlo en su proyecto personal de vida.

La tensión entre el peso de la colectividad, el grupo o la sociedad en la vida personal y, por otro lado, el afán de afirmación del propio yo no quedando absorbido por el grupo o la sociedad está presente en el mundo moderno y también hoy. Una tensión o antagonismo que el pensador ilustrado Immanuel Kant sintetizó con lo expresión "insociable sociabilidad" de los seres humanos. Por un lado, participamos de la inclinación a formar sociedad porque es en ella donde podemos desarrollar nuestras disposiciones naturales; pero, por otra, participamos de la tendencia a aislarnos, con características antisociales, para poder hacer todo lo que nos venga de gusto y sin resistencia exterior.


  

a. Hazlo tú: Robinson, el individuo aislado

Robinson Crusoe, a consecuencia de un naufragio, vive la experiencia de un aislamiento prolongado. Sobrevive y reflexiona sobre su vida. Todo cambia, pero, cuando aparece la impronta de otro humano.
Lee dos fragmentos de la novela y señala qué se desprende

b. Hazlo tú: Un mensaje revolucionario

En los Evangelios, entre otros mensajes, encontramos un mensaje revolucionario que, si se hubiera seguido, seguramente nuestro mundo sería mucho mejor.
Lee unos fragmentos y llena vacíos del texto que los comenta

c. Hazlo tú: Insociable sociabilidad

Todos sufrimos la tensión entre el peso de lo colectivo y el afán de afirmación personal. En vuestra actuación se ve si tendemos hacia una dirección, la individualidad, o hacia la otra, la sociabilidad. Identifica direcciones



   

2.2 La necesidad de pactar

La vida se nos hace insostenible sin pactar y mantener los acuerdos. Después del Renacimiento y de la afirmación del yo, los pensadores modernos toman conciencia de la necesidad de un pacto e imaginan que es a partir de éste como los humanos habrían comenzado a organizarse. Este imaginario pacto o contrato, denominado contrato social, habría permitido evolucionar y progresar a las sociedades en el reconocimiento de los derechos de los individuos. Al mismo tiempo, fue la semilla que ha originado las diferentes formas de Estado, superando la situación, previa de estado de naturaleza. Thomas Hobbes, John Locke y Jean-Jacques Rousseau son las primeros en afirmar que el poder y el Estado son el resultado inevitable de un pacto.

Para Thomas Hobbes, el ser humano es un individuo egoísta que procura sólo su propia conservación y satisfacción; un egoísmo que conduce a la competición, a las peleas y a la desconfianza. Es decir, en el estado de naturaleza, los humanos viven en una constante situación de guerra de unos contra otros, situación que sólo se puede superar viviendo bajo la fuerza de un poder común, el Estado.

Thomas Hobbes considera que los humanos son malos por naturaleza y es la sociedad y el poder, con el pacto, lo que los civiliza; como si defendiera que sólo la mano dura hace funcionar las sociedades y las personas. Por otro lado, Jean-Jacques Rousseau, considera que los humanos son buenos por naturaleza, como "buenos salvajes" de los que te puedes fiar; pero la sociedad obliga a unas apariencias que son como una máscara. También para Rousseau el pacto social es lo que permite proteger las persones y conservar la libertad civil; eso es posible con la soberanía de la voluntad general, aquella que busca la interés común.

El otro pensador contractualista, John Locke, señala la necesidad de poner límites al poder. Con el contrato se crea una autoridad o un poder común, pero se tiene que evitar el poder absoluto y la manera más eficaz es con su división: quién aplica las leyes, el poder ejecutivo, no puede ser el mismo que quién las establece, el poder legislativo; si no hay división, hay abuso de poder. Posteriormente, Montesquieu reelaborará esta teoría política de Locke definiendo la teoría actual sobre la separación de poderes.


   

d. Hazlo tú: Estado de naturaleza, antes del pacte

Hobbes, Locke y Rousseau hablan del estado de naturaleza y de la necesidad de un pacto; ahora bien, los tres conciben de una manera diferente este estado imaginario de naturaleza.
Identifica fragmentos.

e. Hazlo tú: El pacto y sus problemas

Los pactos ayudan a resolver situaciones conflictivas; pero pactar requiere una predisposición, una voluntad de solucionar problemas.
Hazlo tú, ¿qué predisposición?



   

2.3 La reinterpretación del pacto, hoy

Las teorías basadas en un pacto o contrato social han sido revitalizadas y reinterpretadas al siglo XX por el filósofo norteamericano John Rawls. Bajo qué condiciones los integrantes o componentes de una sociedad moderna pueden llegar a un acuerdo o pacto respecto a su organización social y política? ¿Cómo una sociedad puede llegar a un orden justo? Según Rawls, aquello que caracteriza y define a la justicia es la imparcialidad o la equidad. Una sociedad será justa, es a decir, será una sociedad bien ordenada si sus individuos son capaces, a partir de una situación de igualdad inicial, de ponerse de acuerdo y de decidir imparcialmente. Esta situación de igualdad inicial, es una situación imaginaria de imparcialidad, una situación en la cual no existen diferencies fundamentales que obstaculicen una decisión desinteresada y neutra.


Los integrantes de esta 'original position' se encontrarán cubiertos por un velo de ignorancia (recordemos que la justicia viene representada con ojos vendados como garantía de imparcialidad). Este velo de ignorancia significa que los integrantes desconocen todos aquellos aspectos y contingencias de su existencia que, sin duda, los traerían a actuar interesadamente.Ignoran su status social, fortuna e inteligencia; incluso sexo y generación a la que pertenecen; desconocen también cual será su riqueza y cuales serán sus concepciones del bien. Conocen sólo algo tan impreciso como los "hechos generales de la naturaleza humana", es a decir, las bases elementales de la organización social y de la psicología humana. En tal situación, los individuos tomarán una decidión racional y llegarán a un acuerdo, a entenderse, sobre el tipo de sociedad en la cual quieren vivir.


   

f. Hazlo tú: Pactando, velo de ignorancia

¿Cómo dictar normas o leyes desinteresadamente y con imparcialidad? Desconociendo o desatendiendo los aspectos personales o el lugar que uno ocupará en la sociedad para la cual dictas normas: con un velo de ignorancia