La Regla de Oro de la
moralidad o imperativo categórico es un principio que a menudo ayuda
a comprender qué es lo que tengo que hacer en cada caso. Muchos sufrimientos
y penalidades se habrían evitado si todos hubiéramos atendido
más el principio "no hagas a los otros lo que no quieras
que te hagan a ti" o, dicho en positivo "trata a
los otros de la misma manera que querrías que te trataran a ti".