
Familias de alquiler
Una agencia proporciona actores que encarnan
a parientes o amigos en cenas y fiestas de Navidad
La idea, inspirada en un filme de Fernando León, plantea
una oferta lúdica y no un servicio social
EDWIN WINKELS
BARCELONA
El invento no es apto para personas realmente deprimidas
a las que les ahoga la soledad. Una soledad que suele profundizarse
cuando se acercan las fiestas navideñas, muy alegres para unos,
bastantes negras para otros. Es precisamente la alegría el eje
alrededor del cual gira una curiosa oferta de una empresa de espectáculos
que en los últimos días está recibiendo una alud
de reservas para su reclamo festivo: "Contrata a un familiar para
Navidad".
No es un servicio social o de salud pública, sino un ingenio
empresarial que surgió a raíz de la primera película
de Fernando León de Aranoa, Familia (1997), en la que un hombre
contrata a actores para ejercer durante un fin de semana de familia
suya con cenas, discusiones, engaños y celebraciones incluidos.
"La película me inspiró, pero luego me olvidé
de la idea hasta que el año pasado me llamó un hombre
que quería organizar una cena en familia. '¿Cuántos
sois?', le pregunté, y me dijo que estaba solo", recuerda
Daniel Aguirre, director de la Central de Espectáculos. Al final,
unas 25 personas más se apuntaron a esa idea y se hizo una gran
cena animada por seis actores que se desdoblaban para interpretar varios
papeles: el tío de uno, la exmujer de otro, la madre de otra.
PETICIONES VARIADAS
Ahora, la pequeña empresa barcelonesa repite la experiencia y
desde que su oferta está llegando al público no deja de
recibir llamadas. Las peticiones son muy variadas y no sólo se
limitan a las típicas cenas de Navidad. Una chica que pide una
madre para comprarse el vestido de novia, un hombre que quiere un viejo
amigo para contarse batallitas de la mili, y un largo etcétera.
Aguirre resalta la vertiente lúdica de la propuesta. "No
es un servicio para gente que sufre una depresión, o cuya soledad
es patológica. El actor no es un psicólogo. Por eso, pedimos
bastante información al cliente. No aceptamos, por ejemplo, la
petición de una señora de unos 45 años que quería
un actor joven, alto y guapo para acompañarle a un teatro donde
también iba a asistir su exmarido con su nueva mujer", explica.
Aun así, no siempre se sabe con qué o quién se
van a encontrar, pero su plantilla de 12 actores no se suele enfrentar
a asuntos desagradables. "La gente que nos llama es normal y busca
algo alternativo. Lo que quieren es divertirse, pasárselo bien
y ya está", según el empresario.
A 210 EUROS
Alquilar a uno de sus actores cuesta 210 euros (35.000 pesetas), y a
cambio se ofrece un repertorio muy amplio. Dice Aguirre que para los
actores esta nueva vertiente de la profesión es una buena salida
económica. "Todos los actores quieren trabajar en el teatro,
en el cine y sobre todo en televisión. Pero sólo uno de
cada 1.000 llega a la televisión. El 70% de los actores deben
buscar otros tipos de trabajo y actos de animación como éstos
les están salvando un poco", añade.
Noticia publicada en la página 31 de la edición
de Martes, 17 de diciembre de 2002 de El Periódico
