Ya hacía tiempo que para aprovechar el "chollo" de los vuelos baratos
desde el aeropuerto de Girona, queríamos ir a ver las maravillas
renacentistas de Florencia. Cómo teníamos fiesta un día adicional en un
fin de semana, porque era Carnaval, nos decidimos a ir y realmente fue
una gran idea. La ciudad de Florencia posee muchos atractivos para el
viajero incluyendo una buena gastronomía y, por culpa de la imposición
del euro, a precios no demasiados elevados en comparación con los
nuestros.
Fecha del viaje
Del 24 de Febrero del 2006 al 28 de febrero del 2006
Día 1 |
Barcelona – Girona- Pisa- Florencia |
Día 2 |
Florencia
|
Día 3 |
Florencia – Siena – San Giminiano - Pisa |
Día 4 |
Pisa – Girona - Barcelona |
La unidad monetaria es el euro
Nivel de vida
El país es bastante caro pero quizá debido a lo caro que se ha puesto
todo en España no nos pareció excesivo. Para comer hay menús turísticos
de 10 a 20 euros que están bastante bien. El alojamiento se ha de contar
como mínimo unos 25 euros por persona pero habitualmente será más. El
billete de avión es el único gasto poco importante si consigues una
tarifa reducida.
Coste por persona ( algunos costes
se repartieron entre tres)
Billete de avión 45 euros
Gastos viaje 230 euros
Seguridad
Se ha de tener especial cuidado en las afluencias turísticas pues hay muchos carteristas. Igual que en otros países europeos, Italia está sufriendo problemas de pequeña delincuencia. La presencia policial es importante en todas los puntos turísticos pero en los pocos días que estuvimos vimos algunos problemas. Es uno de los males de nuestra época.
Transporte
Avión. Nosotros elegimos la opción barata de ir a Girona y coger un avión de Ryanair (www.ryanair.com). Hay autobuses que salen cada media hora desde la estación del Norte de Barcelona.
Taxis Son caros.
Buses Son muy eficientes y puntuales.
Alquiler del coche. Son muy caros (un día 81 euros un coche pequeño). Nosotros elegimos la agencia Avis. Todas las agencias de Florencia están cerca de la estación de trenes de Santa María de Novella. La ventaja es que como el aeropuerto principal de la Toscana es el de Pisa se puede devolver en este aeropuerto.
Clima
En las fechas que visitamos Florencia y la Toscana hacía mucho frío.
Guía de viaje
Hay la geoplaneta que es la traducción española de la Lonely. Está bien aunque como en todas de esta editorial tienen detalles que se puede calificar como “paranoias” . También llevamos la visual de El País y la visual de Salvat. La verdad es que hay mucha información.
Diario de viaje
Día 1:
El avión sale de Girona a las 10 de la mañana. Cogemos a las 7 el autobús que sale de Barcelona de la estación del Norte. El autobús vale 11 euros ida ó 19 ida y vuelta. Al llegar al aeropuerto de Pisa el Galileo Galilei hay unos autobuses que por 7,5 euros te llevan a Florencia. Van muy bien y te dejan a la estación de tren Santa Mª Novella que está a 400 metros del centro de la ciudad. Al llegar vamos a la oficina de turismo donde te dan un mapa y toda la información que deseas, además hablan castellano. El hotel Médecis, que lo habíamos cogido por internet, es sencillo pero está bien. Nos cuesta 44 euros la habitación doble. Está en una callejuela al lado dl Duomo y de la Piazza de la República, o sea en el centro. Nos inscribimos y empezamos a visitar cosas.
Duomo
La
vista de la catedral paraliza al espectador.
La catedral empezó a edificarse en 1296 por el arquitecto sienés Arnolfo
di Cambio, y llevó 150 años completarla. La fachada es neogótica; hay
que tener en cuenta que fue
construida en el s. XIX para reemplazar la original derruida en el s.
XVI, diseñada y realizada por dicho arquitecto. El interior contiene
frescos de Vasari y Federico Zuccari, además de vitrales de Donatello,
Andrea del Castagno, Paolo Ucello y Lorenzo Ghiberti.
El vasto y sencillo interior de la catedral, con 155 m de largo y 90 m
de ancho, sorprende al visitante, incluso después de haber contemplado
la impresionante fachada. Las sacristías, a ambos lados del altar,
contienen aberturas de terracota esmaltadas de Luca della Robbia.
Brunelleschi ganó un concurso público para diseñar la enorme
cúpula
(entrada 6 Euros;( 8.30-19.00 lu-vi, 8.30-16.45 sa, 13.30-17.00 do), la
primera de este tipo desde la Antigüedad clásica.
En 1334 Giotto di Bondone diseñó y comenzó a construir el precioso campanile
(campanario; entrada 6 €; 8.30-19.30 abr-sep, 9.00-17.30oct, 9.00-16.30
nov-mar), de 82 m de altura y con 414 escalones, pero murió antes de
finalizarlo. Andrea Pisano y Francesco Talenti continuaron su trabajo.
El
baptisterio
románico del s. XI (entrada 3 E; 12.00-18.30 lu-sa, 8.30-13.30 do) fue
inicialmente construido en el s. V en el emplazamiento de un templo
romano. Es uno de los edificios más antiguos de la ciudad y está
dedicado, como muchos baptisterios italianos, a San Juan Bautista, En él
se bautizó, entre muchos otros, a Dante.
La estructura octagonal es famosa por sus puertas de bronce,
especialmente la Porta del Paradiso en el lado este, que da a la
catedral, obra de Lorenzo Ghiberti del s. xv. Los bajorrelieves de sus
diez paneles representan escenas del Antiguo Testamento.
En el interior del baptisterio, los espectaculares mosaicos del s. XIII
de la cúpula.
Piazza de\la Signoria
Esta plaza que en su día fue el centro de la vida política de la ciudad
está rodeada
por edificios espectaculares y constituye un museo al aire libre de
esculturas. La enorme fuente de Neptuno de Ammannati se halla junto al
Palazzo Vecchio, a cuya entrada se levantan copias del David de
Miguel Ángel (cuyo original está en la taller de l’Accademia) y del
Marzocco de Donatello, un león heráldico de
La
Loggia della Signoria,
construida a finales del s. XIV como escenario de
ceremonias públicas, acabó convirtiéndose en un escaparate de
esculturas. A la izquierda de los escalones se encuentra la magnífica
estatua de Perseo blandiendo la cabeza de Medusa, obra de
Benvenuto Cellini. Ya la derecha se levanta el Rapto de las sabinas,
un conjunto manierista de Giambologna.
El
Palazzo Vecchio
construido por Arnolfo di Cambio entre 1298 y 1314, es la sede
tradicional del Gobierno florentino. La
Torre d'Arnolfo
de 94 m, coronada por impactantes almenas, es un símbolo de la ciudad
tan sólido como la catedral. Edificado para la Signoria, el nivel más
elevado del Gobierno
republicano florentino, el Palazzo Vecchio se convirtió en la
residencia de Cosimo I de Médicis en el s. XVI antes de que se mudara
al Palazzo Pitti. Los Médicis encargaron a Vasari que reorganizara su
interior y creara suntuosos salones y habitaciones.
Galería de los Uffizi
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