Rococó : Pintura : Watteau
La sensibilitat
per la natura apareix a moltes obres, barrejada amb daltres assumptes (com El
Gronxador, de Fragonard, o El retrat dels Srs. Andrews, de Gainsborough). La festa campestre uneix el tema amorós
amb linterès pel camp i va ser tractada amb un resultat gairabé màgic per Watteau

WATTEAU (1719): Reclutas que van al regimiento,
grabado al aguafuerte, primer estado, 24,8 X 34,8 cm. Paris, Biblioteca Nacional. En:
GARCÍA FELGUERA (1993): Watteau, Historia 16, 143.
Watteau (1684-1721) Neix al Nord de França i, de jove, va a Paris; treballa fent
decoracions i sinteressa molt per Rubens (estudia el cicle dedicat a Maria de
Medicis); li costa ser acceptat; per fi és admés a lAcadèmia de Belles Arts,
amb LEmbarcament per Citera; pinta assumptes de teatre, de la Commedia dellArte, però,
sobretot, festes, amb uns models vestits amb roba de teatre, exquisits; fa molts dibuixos,
de la natura, de la vida dels soldats
, que li serveixen per agafar idees al
plantejar els seus quadres.
Era poc cuidadós al preparar els colors i les seves
obres estan mal conservades; posava els colors, sense barrejar, directament a la tela, com
després faran alguns impressionistes, ja al segle XIX.
Era tuberculós i tenia un caràcter difícil, potser per
la malatia; però tenia molts amics i va guanyar molts diners; va morir jove, als 37 anys.
El seu últim quadre, La Botiga de Gersaint (el seu marxant)
sembla que vol anunciar un canvi destil. |


WATTEAU (1717): Pierrot, óleo
sobre tela, Museo del Louvre, Paris. En: CALVO (1997), Historia del Arte, Madrid,
Santillana, 354.
PICASSO (1917): Arlequin, óleo sobre
tela, 116 X 90 cm, Barcelona, Museu Picasso, Barcelona, Ediciones Schorr(1963), fotos
Llorca (postal).
El Gilles o Pierrot (1718)
está junto a un asno: él es el objeto de la mofa de los que son más inteligentes;
presenta la idea del artista (aquí teatral, también el pintor) como el simio de la
naturaleza; varios artistas del siglo (Tiepolo y Watteau) se han identificado con los
personajes de la Commedia dellArte y esa idea de la imitación; en el siglo XX,
Picasso también ha sentido la atracción irresistible de ese mundo. La melancolía de Pierrot
hace que el cuadro funcione como una vanitas, un recuerdo de la imposibilidad de
construir imitaciones ilusorias del mundo natural.
De CRASKE, Art in Europe... |

WATTEAU (1717): Peregrinación a la Isla de Citerea,
óleo sobre tela, Museo del Louvre, Paris. En: CALVO (1997), Historia del Arte,
Madrid, Santillana, 355.Watteau, Embarcament
per lIlla de Citera, 1717, Museu del Louvre, Paris.
A un parc, prop duna riba, hi ha un grup de
parelles que, en actituds molt variades, estan pujant, o baixant, duna barca; tambè
hi ha una imatge de la deesa Venus guarnida amb flors.
Els models porten unes robes de satí, pròpies del
vestuari de teatre de lépoca, i uns bastons de peregrí, perquè ells fan un
romiatge a la illa de Citera, on viu la deesa de lAmor, Venus.
A la barca hi ha uns mariners, musculosos i morenos, molt
diferents dels romeus; per laire volen uns cupidells.
La natura és molt bella, captada amb molt de sentiment,
en estat verge, molt diferent dun Versalles; al fons hi ha una broma daurada, que
dona la noció de profunditat.
Els models són enamorats, molt delicats, distingits,
manifestant tots els estats de la relació amorosa, la primera mirada, el primer petó, el
moment dolç, el naixement de la gelosia, larribada de laborriment, la fi de
latracció
És el primer artista que capta uns sentiments molt íntims, tant,
que sovint no els comprenen els qui els tenen; són vivències fugisseres, potser
secundàries, però sense les que la vida no és possible.
Certament Watteau és un pintor melancòlic, potser per
la seva malatia: aparentment tot és una festa però sempre hi ha el toc trist que rau al
fons daquests plaers.
Watteau és el pintor de les festes galants,
presentant un estat dànim més que un fet: la descripció de la festa és un
pretext per presentar lexperiència amorosa.
Sha dit que la pintura de Citera sha
dinterpretar a partir dels gestos dels models: sembla que ballen un minuet,
la dansa més coneguda al XVIII, que només els nobles coneixien; així el quadre
presentaria un model de vida, en el lleure, que només els grups dominants poden
tenir, amb una gracilitat que sembla que no caminen sino suren entre el cel i la terra.
És a dir, Watteau mostra sobretot un grup social, el
dels nobles, però no li importa el que fan.
Alguns interpreten la pintura des del punt de vista
social: aquests viuen molt bé gràcies a lexplotació del poble i explicaria la
reacció vengativa daquest durant la Revolució.
(Condensat de: COHEN: Un Bal continuel:
Watteaus Cythera Paintings and Aristocratic dancing in the 1710s. Art History,
Vol. 17,2, Juny 1994, pp. 160-181) |

Figura Principal del Minué. En: COHEN (1994): Un
Bal continuel: Watteaus's Cytherea Paintings and Aristocratic Dancing in the 1710s. En:
Art History, Vol 17,2, 161-181.
Watteau i la poesia
El Embarco para Cyterea:
Seréis como dioses. (Gen, 3,4)
Hoy que la triste nave está al partir,
Con su espectacular monotonía,
Quiero quedarme en la ribera, ver
Confluir los colores en un mar de ceniza
Y mientras tenuemente tañe el viento
Las jarcias y las crines de los grifos dorados
Oír lejanos en la oscuridad
Los remos, los fanales, y estar solo.
Muchas veces la vi partir de lejos,
Sus bronces y brocados y sus juegos de música:
El brillante clamor
De un ritual de gracias escondidas
y una sabiduría tan vieja como el mundo.
La vi tomar el largo
Ligera bajo un dulce cargamento de sueños,
Sueños que no envilecen y que el poder rescata
Del laberinto de la fantasía,
Y las pintadas muecas de las máscaras
Un lujo alegre y sabio,
No atributos del miedo y el olvido.
También alguna vez hice el viaje
Intentando creer y ser dichoso
Y repitiendo al golpe de los remos:
Aquí termina el reino de la muerte.
Y no guardo rencor
Sino un deseo inhábil que no colman
Las acrobacias de la voluntad,
Y cierta ingratitud no muy profunda.
CARNERO (1979): Ensayo de una Teoría de la Visión,
Pamplona, Ediciones Peralta, 118.
.
Derrière la parure papillonante des tableaux de Watteau,
un sombre papillon de nuit se cache; il fût le méssager des profondeurs oniriques de son
âme, et se posa, délicatément, sur la manche de son pinceau, chaque fois que celui-ci
éffleurait la toîle, y posant, avec ses couleurs lumière, sa sensibilité
mélancolique. |

WATTEAU (1721): La Enseña de Gersaint, óleo sobre tela, Charlottenburg, Berlin.
En: CRASKE (1997):Art in Europe, Oxford-New York, Oxford University Press, 175.Mediante el análisis de la Enseña de Gersaint (1720/1),
para la tienda de Edme-François Gersaint (1694-1750), en el Pont Nôtre-Dame, en París,
podemos entender la estrategia comercial del marchand. El marchand tiene una reputación
que es una identidad en la que se basa su fortuna. Gersaint se labra una excelente
reputación combinando, innovativamente, elementos visuales y verbales, como carteles del
negocio, impresos, sueltos en la prensa, anuncios y catálogos; todo ello le hacen
aparecer como un gran experto, muy distinto de sus colegas; así, Gersaint se forja una
imagen pública mediante un discurso anticomercial, basado en el culto a la honestidad.
La Enseña es una representación idealizada: los
cuadros de las paredes son pastiches de obras famosas y los clientes no son retratados
sino tipos. Como las fêtes galantes, aquí hay una mezcla de fantasía y realidad,
en un mundo fuera del tiempo y del espacio ordinarios; la tienda del marchand es el lugar
del ocio y ritual aristocráticos. Los modelos son tan naturales y, a la vez, tan
abstraídos, como en cualquier parque de Watteau; la continuidad entre los dos espacios,
exterior e interior, se consigue mediante la oportuna articulación de los cuerpos en el
espacio.
A la izquierda, desde la calle, un mozo escrofuloso
(añadido en los años 1720) contempla a la bella dama, salida de una fête galante,
que entra en la tienda ayudada por un caballero; hay dos empleados que están embalando un
retrato, de Luís XIV, y un espejo, lo que es lo propio de ese tipo de tiendas. A la
derecha, en el mostrador, hay tipos aristocráticos y, mirando un pintura oval, está una
pareja de connoisseurs, mostrándose en una disposición estética; el lugar
parece una galería, la kunstkammer de la pintura flamenca. |

Teniers: L'Arxiduc Leopold a la seva Galeria de
Pintures, oli sobre coure, cap el 1650, Museu del Prado.La pareja de connoisseurs retienen nuestra atención: ella se
acerca mucho a la tela para apreciar la mano del artista; él hace lo propio pero en un
punto en el que hay ninfas desnudas, cargándose su contemplación de sentido estético y
erótico; el connoisseur tiene más de una forma de placer.
Así la tienda es el locus para el ocio de una élite:
el cuadro es un anuncio de la prometedora vida que tiene el propietario de objetos de arte
y uno sólo ha de cruzar el umbral; Gersaint resulta ser el proveedor de buena vida; las
preocupaciones habituales pierden aquí su sentido y la gente se dedica al placer y a
exhibirse; afuera quedan los mozos, el recadero, el perro que se saca las pulgas; adentro,
marcos dorados, seda reluciente y cuerpos graciosos; los dos grupos sociales quedan
claramente diferenciados.
El mismo Gersaint explica como se pintó el cuadro, en su
biografía de Watteau (1774): Yo no quería complacerle, prefería que se ocupara de
algo más sólido; pero viendo que aquello le gustaba, le dejé hacer. Es un cuadro
redondo; todo según el natural; llamaba la atención de los que pasaban delante de la
tienda; hubo pintores que vinieron a verlo; lo hizo en ocho días; fue la única obra que
estimuló su amor propio, como él mismo me dijo. Jullienne lo ha hecho grabar. |

AVELINE (1732) (sobre La enseña de Gersaint,
de WATTEAU): La enseña de Gersaint, grabado. En:MCCLELLAN (1996): Watteau's
Delaer: Gersaint... 444.
Fue un regalo, de agradecimiento del pintor al marchante; cuando Watteau necesitaba descanso se
refugiaba en casa de Gersaint, en donde murió. La síntesis de gabinete y tienda, de
mercader y hombre honesto, son fundamentales en el éxito de Gersaint. No estaba permitido
que un artista se promocionara en los escaparates pero el cuadro, bajo su aspecto
delicado, encierra la franca realidad comercial.
El cuadro, un regalo delicado, fue vendido a Claude Glucq
quien lo regaló a Jullienne (éste lo hizo grabar); en los años 1740 fue vendido a
Federico el Grande que lo llevó a Charlottenburg, donde sigue. Gersaint cuidó de Watteau
con delicadeza pero hizo negocio con todos sus cuadros y dibujos, que vendió después de
grabar. La fama de Gersaint no era la habitual para un marchante; Diderot y Caylus los
consideraban muy estúpidos. En los años 1740 se conviertió en mercader de objetos de
lujo que iba a comprar a Holanda: conchas (uno de los emblemas del rococó), lacas,
muebles orientales, sedas, cerámica; divulgó el catálogo de ventas y organizó subastas
como un espectáculo.
Así dejó de lado la venta de cuadros; en un catálogo
de 1747 detalló su criterio sobre la atribución: El verdadero amateur está menos
interesado en el nombre del autor que en la calidad de la obra; ¡Cuantas veces uno ve
obras de calidad que se dejan de lado porque el autor no es conocido! Hay que dedicar
atención a la obra más que a la firma y no me cansaré de repetirlo pero mi experiencia
me lleva a pensar que este pensamiento es inútil.
Desde 1750 la práctica del marchante varía y ha de
saber discutir con sus colegas acerca de las obras que se venden, con autoridad, para
forjarse una reputación ante sus clientes: a menudo, las discusiones, vociferantes, se
hacían en la misma sala de subastas. Y el coleccionismo empezó a ser una forma apreciada
de inversión económica. Los profesionales, a menudo, manipulaban las obras, las
alteraban y ponían firmas para vender mejor.
Condensado de: MCCLELLAN (1996): Watteau's
Delaer: Gersaint and the Marketing of Art in Eighteenth-Century Paris. Art Bulletin,
Vol. LXXVIII, 3, 439-453. |
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