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La lectura
en voz alta
La lectura en voz alta individual de cada alumno/a no siempre
es necesaria. Podemos saber su nivel de comprensión planteando preguntas
orales o pidiendo que expliquen qué han entendido del texto. Sin
embargo, a menudo, les parece que aprenden más si leen en voz alta
y el profesor o profesora los escucha y corrige las equivocaciones o los
ayuda cuando dudan. El problema es que difícilmente podemos dedicar
mucho tiempo a la lectura individual.
De todas maneras, la podemos utilizar de manera selectiva. Por ejemplo,
para realizar un análisis de la lectura de determinada persona (v.
Ficha
Análisis de la lectura de un texto) o con aquellas personas
que se sienten más inseguras (para estos casos es conveniente poder
contar con una persona que colabore en el aula).
Para
facilitar la lectura:
-
Escoger un texto adecuado al nivel del alumno/a.
-
Hablar antes de la lectura sobre el tema del texto y comentar las ilustraciones,
si existen.
-
Anotar las palabras que hayan resultado más difíciles de
leer y comentarlas posteriormente con la persona.
Cuando dudan o se equivocan
en la descodificación
-
No intervenir inmediatamente, darles un poco de tiempo para pensar
y solucionar el problema por ellos mismos.
-
No dar más ayuda de la necesaria. Es decir, si la duda o
la equivocación se plantea en la lectura de una sílaba es
mejor leer sólo esa sílaba, no proporcionar toda la palabra.
-
En otras ocasiones, tendremos que explicar determinados aspectos que
el alumnado no conoce o no recuerda. Por ejemplo: como se lee "gue";
qué significa 1/2; que si hay un punto se ha acabado la frase, etc.
Para mejorar el ritmo lector
y la comprensión
-
Cunaod no descodifican correctamente o no entienden el sentido de la palabra,
a veces, es interesante proporcionar pistas. Por ejemplo si estan
leyendo "blanco" y no saben descodificar la palabra podemos decir: "es
un color" o si es la palabra "tragar", la pista puede ser: "es una cosa
que haces cuando comes", etc.
-
No es conveniente detenerse demasiado en una palabra concreta que no entienden.
Después
de un tiempo prudencial, es más práctico proporcionar la
palabra y continuar leyendo.
-
Cuando el error no afecta la comprensión de la lectura es mejor
no
hacer ninguna corrección.
-
Facilitaremos el ritmo de lectura si nos avanzamos a la posible dificultad
y leemos la sílaba o la palabra antes de que la encuentren. Este
intervención se debe hacer de manera bastante selectiva.
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