Campos de exterminio, destrucción física y psíquica de una persona


  

Primo Levi, nacido en Turín y químico de profesión, fue deportado en el campo de exterminio de Auschwitz a comienzo del 1944. Fue uno de los pocos que logró sobrevivir a la matanza final cuando los alemanes desalojaron el campo perseguidos por el ejército soviético. El libro Si eso es un hombre es su primera descripción del proceso físico y psíquico de destrucción de una persona. La vida cotidiana del Lager (campo) y las vivencias de los Häftlinge (presos) son vivamente descritos: el impacto del momento del tatuaje; los repetidos momentos de desnudez, trabajo, hambre y frío; el definitivo momento de la Selekcja (selección de los que habían de ir a la cámara de gas); …

Portada libro Primo Levi

El 1987, casi cincuenta años después de salir campo de exterminio, después de haber dado testimonio en diferentes libros, en conferencias y charlas para jóvenes, Primo Levi se suicidó. Son bastantes los filósofos que consideran Auschwitz (con todo cuanto comporta) el final o la muerte de la cultura occidental; así Adorno afirmando «Auschwitz ha probado de modo irrefutable el fracaso de la cultura». Los que planificaron y los que ejecutaron el Holocausto o Shoah (catástrofe) eran personas cultas que gozaban escuchando música clásica.



 
  

      «Imagináos ahora un hombre a quien, además de a sus personas amadas, se le quitan la casa, las costumbres, las ropas, todo, literalmente todo lo que posee: será un hombre vacío, reducido al sufrimiento y a la necesidad, falto de dignidad y de juicio, porque a quien lo ha perdido todo fácilmente le sucede perderse a sí mismo; hasta tal punto que se podrá decidir sin remordimiento su vida o su muerte prescindiendo de cualquier sentimiento de afinidad humana; en el caso más afortunado, apoyándose meramente en la valoración de su utilidad. Comprenderéis ahora el doble significado del término "Campo de aniquilación", y veréis claramente lo que queremos decir con esta frase: yacer en el fondo.

Häftling: me he enterado de que yo soy un Häftling. Mi llamo 174.517; nos han bautizado, llevaremos mientras vivamos esta lacra tatuada en el brazo izquierdo. […]

Hoy es domingo de trabajo, Arbeitssonntag: se trabaja hasta las trece, después se vuelve al campo para la ducha, el afeitado y el control general de la sarna y de los piojos y, en el tajo, misteriosamente, todos hemos sabido que la selección será hoy.

La noticia ha llegado, como siempre, rodeada de un hado de detalles contradictorios y recelos: esta misma mañana ha habido una selección en la enfermería; el porcentaje ha sido del siete, del treinta, del cincuenta por ciento del total de los enfermos. En Birkenau, la chimenea del Crematorio humea desde hace diez días. Hay que hacerle sitio a una enorme expedición que va a llegar del ghetto de Ponen. Los jóvenes dicen a los jóvenes que serán elegidos todos los viejos. Los sanos dicen a los sanos que serán elegidos todos los enfermos. Serán excluidos los especialistas. Serán excluidos los judíos alemanes. Serán excluidos los Números Bajos. Serás elegido tu. Seré excluido yo.

[...] Parece ser que todo marcha como todos los días, la chimenea de la cocina humea como de costumbre, ya ha empezado la distribución del potaje. Pero luego se ha oído la campana, y ahora hemos comprendido que va en serio.

Porque esta campana suena siempre al alba, y entonces es la diana, pero cuando suena a media jornada quiere decir "Blocksperre", encierro en la barraca, y esto sucede cuando hay selección, para que nadie no se sustraiga a ella y, cuando los seleccionados salgan hacia la cámara de gas, para que nadie los vea partir.»

LEVI, Primo. Si eso es un hombre, Barcelona: Muchnik Editores, 1987. Págs. 28-29, 133-134)



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