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1.
LA IGLESIA
La Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción
domina el pueblo desde un altozano, quedando la aldea al Sur-Oeste del
templo, mostrándonos a primera Vista su sobrio muro norte repleto
de contrafuertes y sin ningún vano. Atravesando el pueblo por sus
irregulares calles, ascendemos hasta la iglesia y nos encontramos con
la galería que se abre al frontón (antes plaza mayor) con
siete arcos que, según la leyenda, se abrieron milagrosamente para
que los Siete Infantes de Lara entraran por cada uno de los ellos a la
iglesia tras habérseles aparecido la Virgen mientras almorzaban
en la llamada "Sierra del Almuerzo"(TARACENA, B. y TUDELA, J., Guía artística de Soria y su provincia, Madrid, 1962, pág. 123).
Todos los autores consultados destacan como parte más importante
del templo su pórtico, ya que constituye el ejemplo de iglesia
porticada más oriental de Castilla, siendo éste el último
eslabón de la cadena de iglesias sorianas de este tipo en su avance
ascendente por la Ribera del Duero.
1.1
Etapas constructivas y restauración.
No nos ha
llegado ningún documento sobre la fundación de la iglesia,
pero todos los autores consultados coinciden en fechar la primera construcción
del templo bien avanzado el siglo XII, fecha ésta a la que pertenecen
los elementos más antiguos de la construcción: el muro sur
y la galería porticada.
A mediados del siglo XVI se proyecta una reconstrucción de la iglesia
en estilo Gótico, pero a fines de siglo se abandona este proyecto
al concluirse la cabecera, por ser demasiado ambicioso para las posibilidades
económicas de la aldea.
En 1596 se pide licencia al Obispado para comprar un nuevo retablo para
la nueva cabecera, ocupándose de su construcción el arquitecto
Francisco Rodríguez con una traza muy clasicista influida por lo
que se está haciendo en el Escorial. Los contrafuertes que refuerzan el muro Norte, que es el más afectado
por la topografía, fueron levantados entre los siglos XVII y XVIII
probablemente (Interpretación hecha por el equipo que restauró la iglesia en 1984, dirigido y coordinado por Fernando de Cobos Guerra y José JaVier de Castro Fernández).
La espadaña que aloja las campanas, fechadas éstas en el
año 1894, es un añadido del siglo XIX, y será ésta
la última intervención arquitectónica en el edificio
hasta su restauración.
En 1983 se declaró "Monumento de Interés Histórico-Artístico"
a la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de Omeñaca,
y un año más tarde se procedió a la restauración
de su pórtico, único en este enclave. La restauración
consistió en despejar dos arcos que estaban cegados siendo utilizada
la parte derecha de la galería como silo que alquilaba la parroquia
a los agricultores de la aldea a cambio de una parte de la cosecha. Además,
se eliminó la pintura azul que cubría el interior del pórtico
dificultando la Visión de los canecillos que hay sobre la entrada.
Consideramos que la restauración del pórtico fue correcta, ya que se respetó el orden de las piedras,
así como las marcas de cantero importantísimas a la hora
de seguir la estela del constructor de la iglesia: Por el contrario, quedó
desatendida la reparación del resto del edificio, y hoy presenta
un estado desolador y lamentable.
1.2
Planta, alzado y cubiertas1(La planta y el alzado han sido tomados de los planos del proyecto de la restauración realizados por Leopoldo Gil Cornet en noviembre de I984. Servicio Territorial de Cultura de Soria). .
En Omeñaca
se sigue el tipo de planta más usual y característico de
la provincia, es una iglesia de una sola nave con cabecera, en este caso
plana, aunque lo más común es que éstas se hagan
de forma absidal. Pero, sin duda, lo más extraño es encontrar
en esta parte de Castilla un pórtico donde, según Sainz
Magaña, (SAINZ MAGAÑA, M E., El románico Soriano. Estudio simbólico de los monumentos, Edit. Univ. Complutense de Madrid, I984, pág. 390) las influencias vendrían
de la región de Soria y Agreda y la galería porticada es
más propia del occidente de la provincia, elemento que se da sobre
todo en la orilla derecha del Duero, en la zona del románico más
primitivo (San Esteban, Andaluz, Aguilera...etc.), abandonándose
en esta iglesia la tipología de nave única terminada en
ábside abovedado predominante en esta zona, Fuensauco o Tozalmoro
por ejemplo.
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El
origen de las galerías es oriental, de los narthex sirios,
por eso lo encontramos en Castilla en las zonas más islamizadas,
siendo la de San Esteban de Gormaz la más antigua del conjunto
soriano. Esta galería es de forma rectangular alargada, sobresaliendo
por la parte Occidental del muro de la nave. Por este lado el pórtico
está cerrado. En el lado opuesto, hay una dependencia que únicamente
comunica con el interior de la galería, y lo hace por medio
de un arco de medio punto que arranca de un podio elevado. No sabemos
con certeza que utilidad pudo tener, aunque al estar el cementerio
adosado a esta parte de la iglesia, pudo servir de osario. |
Hacia la
plaza, en la parte Sur, la galería se abre con siete vanos, el
central más ancho y apoyado sobre pilares sirve de acceso, y el
resto apoyan, como podemos apreciar en el dibujo de la planta, en columnas
pareadas.
El vano de entrada al interior de la nave está en el muro Sur,
enfilada con el arco de acceso a la galería. A pesar de no ser
un gran peso el que han de soportar, las jambas de la portada aparecen
reforzadas y sobresalen de la línea del muro.
El interior de la nave es amplio y despejado, y los muros sobrios, siendo
un arcosolio excavado en el muro meridional lo único que rompe
la monotonía que presentan las paredes. La capilla mayor es de
planta cuadrada cubierta con una sencilla bóveda de crucería
gótica. La capilla se refuerza en las esquinas exteriores con dos
contrafuertes dispuestos diagonalmente. A la derecha se abre un pequeño
vano que da acceso a la pequeña y sobria sacristía.
El alzado del edificio nos muestra
una gran limpieza de volúmenes donde apreciamos la enorme sencillez
de este templo rural. Los muros de la iglesia son de sillarejo, utilizándose
sillares en la portada y en el pórtico. Además, podemos
apreciar que se trata de una talla tosca y eminentemente rural. También
encontramos piedra de sillería tanto en los contrafuertes del muro
Norte como en los de la cabecera, así como en las roscas de los
arcos que cobijan las campanas.
La parte
septentrional es básicamente un muro corrido reforzado por contrafuertes
que se une a la capilla mayor, fortalecida por los mismos elementos en
sus esquinas, presentando ésta mayor altura que la nave.
Desde el frente de la iglesia vemos la misma estructura con dos volúmenes
principales, pero aquí se adosa el pórtico, con el arco
central apoyado sobre pilares y los demás, de roscas muy irregulares,
descansan sobre columnas de doble fuste con basa sencilla que arrancan
de un podio de unos 80 cm. El pórtico se remata con un sencillísimo
alero sustentado por canecillos lisos, sin decoración, este detalle
nos indica que la iglesia pertenece a un periodo tardío del románico.
La sacristía aparece embutida entre la galería y el contrafuerte
de esquina de la capilla mayor, con una altura ligeramente inferior al
pórtico.
Aparte de la puerta, hay únicamente tres pequeños vanos:
el más grande (con unos 30 cm. de luz) está bajo la espadaña;
hay otra pequeña apertura abocinada en la pared meridional de la
capilla mayor; la tercera se encuentra en el muro al que se adosa el pórtico,
a la derecha de la portada. |
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