Existen en la península tres grandes núcleos líricos
de carácter oral tradicional – además del núcleo
catalano - provenzal -, con tres formas poéticas características:
el arábigo – andaluz (jarchas) , el galaico – portugués
(cantigas de amigo) y el castellano (villancico).
Las jarchas.
Las jarchas son unas cancioncillas en lengua mozárabe que cantaban
los cristianos que vivían en territorio dominado por los árabes.
Los poetas árabes, y también los judíos, cautivados
por la belleza de estas breves composiciones mozárabes, remataban
con ellas sus propios poemas cultos llamados moaxajas, escritos en árabe
clásico o hebreo. El contenido de la mayoría de las
jarchas son lamentaciones amorosas en boca de un personaje femenino, una
muchacha por la ausencia de su amigo, haciendo confidente a su madre o
a su hermana. Su estructura estrófica es variable: dos o tres versos
monorrimos o la forma de cuarteta asonantada – cuatro versos de arte menor
que riman en los pares.
Su importancia es muy grande por varias razones: por su belleza manifestada
en el tono de queja, que sugiere más de lo que expresa con un
lenguaje sumamente sencillo; por la ayuda que han aportado al conocimiento
del romance mozárabe que, aislado del resto de los dialectos
peninsulares, no evoluciona y presenta formas arcaicas y arabismos;
y, principalmente, porque las jarchas no solamente son las primeras
manifestaciones literarias de nuestra península, sino también
de todo el mundo románico. Cronológicamente pertenecen
a los siglos XI, XII y XIII..
La lírica galaico – portuguesa.
En el nordeste de la península, en
la actual Galicia y norte de Portugal, se desarrolló una importantísima
lírica recogida tempranamente en los Cancioneiros. Esta lírica
es, en su mayor parte, de influencia provenzal. En las cortes señoriales
del sudeste de Francia y en Cataluña floreció en los siglos
XI y XII una poesía compuesta por los trovadores, siguiendo las
pautas del amor cortés. Esta poesía, a través del
Camino de Santiago, llegó a Galicia e influyó en las llamadas
Cantigas de amor y Cantigas de escarnio. Pero la manifestación
lírica galaico – portuguesa más importante son las Cantigas
de amigo, que, aunque cultivadas por poetas cultos, son de origen popular,
ya que el pueblo las cantaba en sus fiestas y romerías. Son poemas
amorosos puestos en boca de una doncella enamorada que, habitualmente,
se dirige a la Naturaleza – al mar, a la fuente, a los pinos, a los
ciervos... – quejándose de la ausencia o infidelidad de su "amigo"
(= amado). La forma de estas canciones es paralelística, es decir,
en ellas se repiten dos o más versos con una leve variación
final, con lo que se consiguen unos efectos de recurrencia, aparentemente
monótonos y, sin embargo, llenos de gracia y sugerencia, muy
adecuados al canto para el que iban destinados.
La lírica tradicional castellana.
Temas:
El pueblo, como ya se ha dicho, cantaba desde el nacimiento de la lengua
castellana este tipo de La lírica tradicional castellana que
es la última documentada dentro de la península, ofrece
una extraordinaria riqueza temática. Se puede afirmar que todos
los momentos y situaciones importantes de la vida de un pueblo se encuentran
recogidos en ella: cantos al triunfador, canciones de trabajo - siega
y vendimia -,de romería,
Escena
de juglares
bodas, fiestas y juegos, canciones infantiles, satíricas
y humorísticas, llantos o endechas por la muerte de un ser querido,
cantos de vela,... Pero las más numerosas son las que aparecen
en relación con el amor: lamentaciones de la amada por la separación
del amigo, requiebros amorosos por parte del enamorado,...
Entre ellas se pueden distinguir por sus especiales
características:
Las albas: canciones puestas en labios de una muchacha que,
al amanecer espera la llegada del amado a quien llama amigo.
Las albadas: cantan la separación de los amantes al clarear
el alba, lamentándose de que llegue el día.
Las mayas: exaltan el triunfo de la primavera y del amor en
el mes de Mayo.
Canciones de serrana: su asunto es el encuentro de un caballero,
a veces perdido en la sierra, y una serrana a la que pregunta el camino
y/o la requiere de amores.
Métrica y estilo:
La forma castellana más genuina es el villancico, composición
formada por un estribillo inicial de dos, tres o cuatro versos - el
villancico propiamente dicho-, que cantaba el coro.
Este villancico inicial se glosa en estrofas y, al final de estas, se
suele repetir todo o parte del villancico, a modo de estribillo. La
glosa que desarrolla el tema propuesto en el villancico, y que cantaba
el solista, aparece frecuentemente en forma de zéjel - antigua
composición arábigo-andaluza-: trístico, monorrimo
llamado mudanza, y un verso más, el de vuelta, que rima con uno
o más del estribillo - b, b, b, a-, aunque se dan otras combinaciones.
Las sílabas de versos son fluctuantes, pero con una tendencia
reguladora al verso de seis y ocho sílabas. La rima es asonante
- o consonante en reelaboraciones cultas.
Lo que caracteriza a la lírica popular castellana en cuanto al
estilo es la sencillez de recursos la falta de artificios, la expresión
clara que brota casi espontáneamente. El vocabulario es muy sencillo
y repetitivo y destaca la escasez de adjetivos y de Metáforas,
aunque sí hay imágenes visuales, a veces cargadas de simbolismo
popular. Los recursos más abundantes son los de repetición:
aliteraciones, anáforas, paralelismos y repeticiones expresivas
de palabras o sintagmas. En fin, el énfasis, la intensidad, a
veces el exaltado patentismo, unidos a la máxima sencillez de
la expresión, caracterizan a gran parte de esta poesía.
Importancia y vigencia:
El pueblo, como ya se ha dicho, cantaba desde el nacimiento de la lengua
castellana este tipo de composiciones líricas. Durante el siglo
XV se recogen en los cancioneros. Desde este mismo siglo hasta nuestros
días muchos poetas cultos se han inspirado en esta lírica
popular, impresionados por su calidad poética. Unas veces han
incluido en su obra esas cancioncillas; otras, las han recreado artísticamente,
imitándolas o reelaborándolas, pero conservando siempre
el espíritu tradicional característico de ellas.