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CAPÍTULO
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CAPÍTULO
II
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| SUMARIO
-Capitulo I: El ciclo hidráulico -Capitulo II: Legislación de las aguas -Capitulo III: Mapa de los puntos de potabilización y de depuración -Capitulo IV: Análisi químico de las aguas -Capitulo V: Potabilización de las aguas |
LEGISLACIÓN DE LAS AGUAS
En un principio
diremos que el agua potable es el agua apta para el consumo humano. Por
otra parte, también podríamos precisar cuales son los “límites
de calidad”; decretando qué es un “agua pura” a través de
una definición negativa.
Análisis básico de las aguas
En la tabla I se muestra cuáles son los parámetros generales
en los que se basa un análisis de aguas.
Son las que se pueden descubrir con los propios sentidos sin necesidad de estudio científico alguno. Las apreciaciones más importantes se refieren al color, olor y sabor, así como a la turbidez, que suele indicar la presencia de componentes biológicos o de determinados contaminantes muy peligrosos. Es la más importante del grupo. -El color se mide con el llamado método de platino-cobalto, que consiste en comparar la muestra con una solución artificial. El decreto dispone que el color no ha de sobrepasar lo que corresponde a 15 mg/l de platino. -La cuestión del olor resulta mucho más difícil de resolver. Se diluye la muestra con agua inodora. Si hace falta diluir mucho la muestra, entonces diremos que tiene un fuerte olor. -Para el sabor, al igual que con el olor, hace falta diluir una muestra con agua “sin gusto”. Se trata de averiguar la presencia y cantidad de elementos tan peligrosos como el cloro y compuestos como la cal, junto a otro gran número de elementos menos conocidos y que suelen afectar negativamente a la salud humana. Especial atención merece la concentración de metales pesados cuyo elemento más devastador, el mercurio, puede producir la muerte en poco tiempo, incluso en pequeñas concentraciones. También es aconsejable el estudio de los hidrocarburos existentes, por si el acuífero está contaminado por líquidos combustibles o sus mezclas. -pH, va ligado a la concentración de protones en moles/litro. Es una medida de la acidez que es más fuerte cuanto más flojo es el pH. Tiene que ser superior o igual a 6´5 unidades e inferior o igual a 9. -Por lo que concierne a los valores de concentraciones máximas de algunos elementos o compuestos químicos, estos son: cloruros (250 mg/l), sulfatos (250 mg/l), magnesio (50 mg/l), sodio (150 mg/l), potasio (12 mg/l) y aluminio total (0´2 mg/l). También podemos recurrir al extracto seco, que no tiene que sobrepasar los 1.500 mg/l a 180º C. Los cationes y aniones de los que acabamos de hablar se suelen encontrar en todas las aguas. El decreto no menciona ningún límite explícito para el contenido, en peso, de calcio. Muchas sustancias son consideradas indeseables: los nitratos, en primer lugar, la tasa de los cuales no tiene que sobrepasar los 50 mg/l y otras formas nitrogenadas: los nitritos, el amoníaco y el nitrógeno. El contenido en hidrocarburos está limitado a 10 mg/l. Se han fijado también límites administrativos a la tasa de hierro, de manganeso, de cobre, de zinc, de fósforo, de flúor y de plata. Más que indeseables, algunas sustancias se pueden considerar tóxicas. La lista es ciertamente inquietante. El arsénico, el cadmio, los cianuros, el cromo total, el mercurio no tienen que sobrepasar 1 microgramo por litro, el níquel, el plomo 50 microgramos por litro, el antimonio y el selenio 10 microgramos por litro. Se trata de buscar la presencia de cuerpos extraños en la corriente subterránea, tales como trozos de madera o restos que delaten actividades industriales, como plásticos o latas de bebida. Los restos de rocas y pedruscos, en general, provienen de hundimientos que provoca el paso del agua por las zonas que atraviesa, por lo que su único problemas suele ser el aumentar el contenido de cal disuelta. Otras materias orgánicas son de tamaño microscópico, por lo que hay que acudir a un medio adecuado para su detección. Básicamente, se trata de descubrir si hay microvida en el agua que estamos estudiando, lo cual siempre sucede excepto si existe alto contenido de cloro. También cuando hervimos el agua desaparece gran parte de los microorganismos aunque otros no se eliminaran, o no se consigue a temperatura de ebullición normal lo que no conviene olvidar cuando el agua se destina al consumo humano, ya que algunos de dichos microorganismos pueden ser beneficiosos para nuestra salud. -En último lugar, aparecen los hijos de la civilización moderna: los plaguicidas y productos parecidos. Conductividad térmica; conductividad eléctica; demanda bioquímica de oxígeno (DBO); otros análisis solicitados expresamente. En la tabla II se muestran los valores convenidos y tolerables de los componentes del agua.
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