RECUPERANDO LA MIRADA
Por G. González
El sábado, cuando regresaba a casa, pensaba en mis próximas vacaciones. Me imaginaba en una ciudad poco conocida, caminando hacía una esquina que iba a doblar, y me preguntaba ¿qué desearía encontrarme?. La respuesta fue rápida: una sorpresa, pero no cualquier sorpresa, una sorpresa que me asombrase.
Tengo la impresión que cada vez nos asombramos menos, y posiblemente sea por que estamos perdiendo la mirada personal, condición para el asombro. La mirada personal nos la están sustituyendo por una mirada colectivizada, por un mirar de masas; para que miremos sólo lo que nos imponen, en definitiva, estamos perdiendo nuestro mirar, siempre personal.
La mirada, queda así reducida al ver, un ver "impuesto" para que todos veamos lo mismo. El ver "colectivizado" anula la crítica, la creatividad, el gozo, la contemplación... y, para que no "aburra", lo que se nos ofrece para ver tiene que ser atrevido, disparatado, violento, mordaz, provocador, etc.
Yo les animo a que durante estas vacaciones se ejerciten, nos ejercitemos, en recuperar la mirada personal; en ella recuperaremos la esencia de las cosas, su verdad; para poder nuevamente asombrarnos ante lo grandioso y lo pequeño, ante lo complejo y lo sencillo, en definitiva ante la belleza de lo creado. Que para todos sean los días de descanso, en que nuevamente nos sorprendamos asombrándonos. Les deseo unas felices vacaciones.