SANTO TOMAS DE AQUINO Y EL
APOGEO DE LA ESCOLÁSTICA
Navarro-Calvo
- Santo Tomás de Aquino y el apogeo de la Escolástica.
- La penetración del aristotelismo en Occidente.
- El averroísmo latino.
- El aristotelismo de Tomás de Aquino.
- Teología.
- Antropología.
- Ética.
- Síntesis del aristotelismo y el platonismo en Tomás de Aquino.
- Los límites de la razón. La fe.
- Contenidos de la razón y de la fe.
- Teoría del conocimiento.
- La estructura de la realidad.
- Contingencia y composición de esencia y existencia.
- La existencia como "acto de ser".
- Acto de ser y participación
SANTO TOMAS DE AQUINO Y EL APOGEO DE LA ESCOLASTICA.
El pensamiento en Occidente hasta el siglo XIII se caracteriza por el
predominio absoluto de la filosofía de inspiración platónica. A este
predominio del platonismo contribuyó el agustinismo, pero también el
desconocimiento casi total de la filosofía de Aristóteles en este
dilatado período.
Europa entró en contacto
con la filosofía aristotélica en el siglo XIII. Aristóteles se traduce,
Aristóteles se lee con avidez y se comenta. La conmoción que el
aristotelismo produjo entonces en el pensamiento europeo fue realmente
notable: el Papa previno enérgicamente contra el aristotelismo; los
agustinianos lo combatieron ferozmente. A pesar de todo, Tomás de Aquino
insistió en asimilarlo, construyendo un sistema aristotélico cristiano.
La propagación de la
filosofía aristotélica vino a remover la concepción agustiniana
tradicional de las relaciones entre fe y razón dando lugar a un
movimiento, el averroísmo latino, que reclamó la autonomía de la razón
frente a la fe.
LA PENETRACION DEL ARISTOTELISMO EN OCCIDENTE
Los árabes conquistan Síria y entran allí en contacto con ciertos
reductos de la cultura griega clásica. Un grupo de cristianos había
traducido al sirio algunos textos originales de filósofos griegos.
Primero del sirio, después también directamente del griego, se traducen
al árabe las obras de Aristóteles y los comentarios que a las mismas
escribieron los grandes comentaristas griegos, en su mayoría
neoplatónicos. Se crea así una filosofía árabe aristotélica. En un
principio los filósofos árabes adoptan un aristotelismo grandemente
platonizado.
Los árabes estudiaron a
Aristóteles a través de estos comentarios. El máximo representante del
aristotelismo árabe platonizado es Avicena (Siglo X).Posteriormente,
Averroes (s. XII) escribe comentarios a las obras de Aristóteles
eliminando todas las adherencias platónicas y ofreciendo un
aristotelismo puro. Averroes fue el más grande comentarista de
Aristóteles.
La penetración de la filosofía griega a través de los árabes constituye
un estímulo para Occidente. A partir del siglo XII se traducen
directamente del griego al latín las obras de Aristóteles y se traducen
también las obras y comentarios de los filósofos árabes.
EL AVERROISMO LATINO.
París, la universidad de París, era en el siglo XIII la capital
intelectual de Europa. La universidad de París se conmocionó con la
llegada de la obra aristotélica en versión íntegra y con la llegada de
los comentarios de Averroes que ofrecían un aristotelismo puro. Se creó
así un movimiento aristotélico conocido como averroísmo latino.
- El averroísmo latino
se distinguió por tres afirmaciones o tesis: dos de las cuales eran de
origen aristotélico y contrarias a la doctrina cristiana:
1. La eternidad del
mundo, que parecía atentar abiertamente contra la afirmación cristiana
de que el mundo fue creado por Dios.
2. El alma individual,
el alma de cada hombre no es inmortal, sino perecedera y corruptible.
Solamente es inmortal el entendimiento que está presente en todos los
hombres, pero que es único y el mismo para toda la humanidad.
3. La teoría de la doble
verdad: hay dos verdades, teológica o de fe la una, y filosófica o de
razón la otra.
La teoría de la doble verdad propuesta por los averroístas era un
intento desesperado por defender la autonomía de la razón frente a la fe
(Agustín).
La subordinación de la razón a la fe tenía su principal apoyo en la
convicción de que la verdad es única: puesto que la verdad es única y se
halla contenida en la doctrina cristiana, a la razón no le resta sino el
papel de esforzarse por hacer inteligible lo que previamente se cree.
Desde esta perspectiva es fácil comprender que la actitud de los
averroístas constituía una respuesta frontal a la tesis agustiniana.
EL ARISTOTELISMO DE TOMAS DE AQUINO.
Tomás de Aquino no aceptó nunca estas tesis averroístas:
a) Sobre la eternidad
del mundo. Este, según Aquino, puede ser eterno y creado.
b) En cuanto a la
inmortalidad del alma, Aquino reinterpretó a Aristóteles afirmando que
el entendimiento inmortal de que aquél hablaba no es único para todos
los hombres sino la facultad superior del alma, que es inmortal.
c) La tercera afirmación
averroísta, la doble verdad, resultaba ahora innecesaria, una vez
negadas las otras dos.
Aquino se separó, pues, claramente de los averroístas en aquellos puntos
que resultaban contrarios a la fe cristiana. Estaba convencido de que el
sistema de Aristóteles era, en sus líneas generales, compatible con la
fe cristiana y que, además, ofrecía una interpretación de la realidad en
sí misma valiosa y aceptable.
Es cierto que la interpretación tomista de la estructura última de la
realidad es de inspiración platónica y no aristotélica.
TEOLOGIA
Tomás de Aquino acepta la demostración aristotélica de la existencia de
Dios basándose en el movimiento, entendiendo como paso de la potencia al
acto. Esta demostración aristotélica constituye la primera de las cinco
vías tomistas.
ANTROPOLOGIA.
Frente al platonismo agustiniano, según el cual alma y cuerpo son dos
sustancias distintas y accidentalmente unidas y, por tanto, el hombre es
el alma, Aquino afirma que el hombre constituye una única sustancia
cuyos principios constitutivos son el alma y el cuerpo.
ETICA.
Aquino acepta el principio aristotélico de que el principio de que la
felicidad perfecta consiste en la contemplación, en la actividad del
conocimiento. Esta aceptación del análisis aristotélico del contenido de
la felicidad muestra otro importante punto de alejamiento respecto del
agustinismo. En efecto, la afirmación de que la felicidad se halla en el
conocimiento supone la primacía de la razón sobre la voluntad frente al
voluntarismo agustinista que sostenía la primacía de la voluntad sobre
la razón.
SINTESIS DEL ARISTOTELISMO Y EL PLATONISMO EN TOMAS DE AQUINO
LOS LIMITES DE LA RAZON. LA FE.
La concepción platónica y neoplatónica del conocimiento se inclinaba a
afirmar que el objeto propio y adecuado de nuestro conocimiento son las
realidades inmateriales: el alma se conoce a sí misma , el conocimiento
de sí misma es mejor y más perfecto que el que posee de las cosas
sensibles exteriores y a través de un proceso de elevación puede, desde
sí misma, acceder al conocimiento de los seres inmateriales superiores.
Esta concepción del conocimiento llevaba consigo que los sistemas
neoplatónicos se desarrollaran de arriba abajo, a partir del principio
supremo (Bien o Uno), recorriendo el camino descendente de lo real hasta
sus últimos escalones.
La teoría aristotélica
del conocimiento, adoptada por Tomás de Aquino, ofrece una
interpretación radicalmente distinta de la naturaleza de éste. Nuestro
conocimiento según Aristóteles, parte de los sentidos, tiene su origen
en los datos que nos suministra la experiencia sensible y de ahí que el
objeto proporcionado a nuestro entendimiento no sean las realidades
inmateriales sino el ser de las realidades sensibles.
La concepción
aristotélica del conocimiento traía consigo una doble consecuencia: 1)
el edificio de la filosofía se ha de construir de abajo arriba, a partir
del conocimiento de las realidades sensibles; 2) la noticia que fuere
posible alcanzar acerca de Dios, ha de ser por fuerza imperfecta y
analógica, es decir, basada en la analogía que quepa establecer entre
las realidades limitadas e imperfectas que nos son conocidas y su causa,
infinita, cuyo ser es en sí mismo inaccesible a la razón humana.
El conocimiento natural
acerca de Dios, del hombre y del universo tiene, pues, unos límites
dentro de los cuales la razón puede moverse con mayor o menor acierto.
La fe cristiana, sin embargo, proporciona noticias, más allá de estos
límites, acerca de la naturaleza de Dios y acerca del destino del hombre.
Se trata, pues, de dos órdenes que en principio no tienen por qué entrar
en conflicto.
CONTENIDOS DE LA RAZON Y DE LA FE.
Existen contenidos de la razón que no lo son en absoluto de la fe, y
existen contenidos de la fe que no lo son en absoluto de la razón, pero
también existen verdades que pertenecen a ambos ámbitos. Por lo que se
refiere a sus contenidos, fe, y razón delimitan dos conjuntos con una
zona de intersección.
Es conveniente que
ciertas verdades asequibles a la razón sean también impuestas por la
autoridad de la fe, ya que muchos hombres carecen de tiempo y
preparación filosófica y de no ser por la fe, no les sería posible
acceder al conocimiento de las mismas.
A la hora de distinguir
la teología de la filosofía hay que tener en cuenta que una y otra se
distinguen primordialmente no por sus contenidos, sino por la forma de
acceso a los mismos. En efecto, la teología toma sus contenidos de la
fe, mientras que es la razón la que suministra a la filosofía los suyos.
TEORIA DEL CONOCIMIENTO.
La vinculación del entendimiento humano a un cuerpo dotado de órganos de
conocimiento (sentidos) impone que el conocimiento intelectual comience
con el conocimiento sensible y no pueda ejercerse sin el concurso de
éste: el entendimiento elabora los conceptos a partir de los datos
suministrados por la percepción sensible.
Cómo es posible pasar
de las representaciones sensibles a las representaciones intelectuales,
a los conceptos, ya que éstos poseen características radicalmente
distintas de las de aquellas?
- Los conceptos se caracterizan por ser universales. Por el contrario,
nuestras percepciones sensibles no son universales: nadie ha visto ni
verá el hombre o el árbol. Existen hombres concretos y árboles
determinados (nuestros sentidos nos ponen en contacto con objetos
individuales).
El problema de la
formación de los conceptos es, pues, el problema de cómo se pasa de la
individualidad de las percepciones sensibles a la universalidad de los
conceptos. Habrá que admitir que el entendimiento posee la capacidad de
extraer de algún modo los conceptos a partir de los datos suministrados
por el conocimiento sensible.
Esta capacidad suele
denominarse capacidad abstractiva, y la actividad correspondiente,
abstracción.
- Las percepciones sensibles dejan en la imaginación o memoria una
imagen o representación particular. La capacidad abstractiva o
entendimiento agente actúa sobre estas imágenes o fantasmas
despojándolas de sus elementos individuales y haciendo posible, de este
modo, que se ejerza la segunda capacidad del entendimiento, el posible:
el conocimiento mediante la formación de conceptos universales.
Aquino afirma que lo que
el entendimiento conoce primaria y directamente es el universal.
La teoría de Aquino
sobre la abstracción es congruente con su teoría acerca del Principio de
Individuación.
El entendimiento agente
actúa sobre la imagen particular (por ejemplo, la imagen de Sócrates)
haciendo destacar los rasgos esenciales, la esencia (en nuestro caso, la
esencia humana), desprendiéndola, por así decirlo, de los elementos
individuales (en nuestro caso, todo aquello que no pertenece a la
esencia humana como tal, sino a Sócrates en particular).
La esencia es idéntica
en todos los individuos de la misma especie: la esencia humana es la
misma en todos los hombres y de ahí que el concepto "hombre" sea
aplicable a todos ellos. Aunque no se trate de dos realidades o cosas
distintas y separables, cabe distinguir en cada individuo la esencia
-que comparte con todos los individuos de su especie- y los elementos
estrictamente peculiares y exclusivos de cada individuo.
De este modo de entender
la esencia surge para Aquino el problema del principio de individuación:
Qué es lo que hace que la esencia -una e idéntica- se multiplique, se
individualice en cada miembro de la especie?
Cómo es que los individuos son distintos aun poseyendo la misma esencia?
El principio de
individuación es, según Aquino, la materia concreta, que es distinta en
cada miembro de la especie: no de la materia "en general", sino la
materia concreta que es distinta en cada individuo.
LA ESTRUCTURA DE LA REALIDAD.
Lo más genuino de la metafísica tomista no procede de Aristóteles sino
de una reflexión profunda sobre el concepto cristiano de creación,
interpretada platónicamente como participación.
- La doctrina de la creación subraya la radical diferencia existente
entre Dios y el resto de los seres. Estos son contingentes, es decir,
existen pero podrían no existir.
- La contingencia de los seres creados hizo que Aquino reparara en una
distinción que cualquier persona cuidadosa hace al hablar de las cosa:
la distinción entre lo que las cosas son (esencia) y el hecho de que
existan o no (existencia). Aquino utilizó esta distinción como pieza
fundamental de su sistema.
Contingencia y composición de esencia y existencia.
Todos los filósofos cristianos -y los neoplatónicos también- se habían
preocupado insistentemente en señalar qué es lo que distingue más
radicalmente a Dios, al principio primero del resto de las realidades
existentes.
- Los neoplatónicos
habían establecido una distinción radical al afirmar que el principio
primero se caracteriza por su absoluta simplicidad (de ahí que lo
denominaran Uno), mientras que las demás realidades se caracterizan por
ser compuestas. Este criterio fue aceptado por la filosofía cristiana y
la tradición agustiniana afirmaba que todas las realidades excepto Dios
son compuestas de materia y forma.
- Tomas de Aquino acepta
el criterio de la composición, pero no acepta la fórmula agustiniana de
que todas las realidades son compuestas de materia y forma (ya que
admite formas inmateriales). La composición que radicalmente distingue a
las realidades creadas es la composición de esencia y existencia.
La afirmación de que todos los entes creados son compuestos de esencia y
existencia encaja perfectamente con el carácter de contingencia de éstos:
- Contingentes son
aquellas realidades que existen pero pueden no existir, lo cual
significa que a su esencia no pertenece necesariamente su existencia y,
por tanto, son compuestos de esencia y existencia. Sólo en un ser
necesario (que no puede no existir, Dios) la esencia y la existencia, lo
que es y el existir, se identifican.
La existencia como "acto de ser".
Esta distinción entre lo que las cosas son (esencia) y el hecho de que
existen (existencia) es interpretada por Aquino a través de los
conceptos aristotélicos de potencia y acto: la esencia es potencia (puede
ser o existir), la existencia es acto, es decir, actualiza esta
capacidad de ser o existir que es propia de la esencia.
- La existencia es, pues, caracterizada por acto de la esencia.
Más correcto que hablar de composición de esencia y existencia sería
hablar de composición de esencia y ser.
El acto de ser se despliega en distintos niveles de perfección, en
grados más o menos perfectos según las esencias que en cada caso
actualiza: el acto de ser es más perfecto en un entendimiento que en un
animal, en un animal que en una planta, en una planta que en una piedra.
Acto de ser y participación.
Si en Dios se identifican esencia y ser, no ocurre lo mismo en los entes
creados que son compuestos de esencia y ser. Los entes participan del
ser, en grados distintos, según la capacidad de ser de sus respectivas
esencias.
Aquino recurre, de este
modo, al concepto platónico de participación. Aunque habitualmente se
diga (y no sin razón) que Tomás de Aquino es aristotélico, no hay más
remedio que señalar que la inspiración más profunda de su pensamiento no
es aristotélica sino platónica, neoplatónica.
SEMBLANZA IRREVERENTE DE
ESENCIA Y EXISTENCIA DE SANTO TOMAS APLICADO A LA IDIOSINCRASIA
CASTRENSE (modelo más actual de la jerarquización autoritaria).
Jaroslav Hasek: "Las aventuras del valeroso soldado Schwejk", 1912-.
Ediciones Destino, vol. II, pags. 36 y 37.
"Hace años nos mandaron a un mayor llamado Blher. Una vez al mes nos
hacia formar y reflexionaba con nosotros sobre la superioridad militar.
- "SOLDADOS", nos decía en el patio del cuartel, "todo oficial es de por
sí el ser más perfecto y tiene cien veces más entendimiento que todos
vosotros juntos. Soldados, no podríais imaginar nada más perfecto que un
oficial ni que lo pensarais toda vuestra vida. Todo oficial es un ser
necesario mientras que vosotros, los soldados, no sois más que seres
accidentales, podéis existir pero no tenéis que existir. Si viniera una
guerra y vosotros, soldados cayerais por Su Majestad el Emperador, bien,
nada cambiaría, pero si cayera antes vuestro oficial veríais hasta qué
punto dependíais de él y qué gran pérdida era ésta. El oficial tiene que
existir y a vosotros en realidad la existencia sólo os la han prestado
los oficiales: dependéis de ellos; sin oficiales no podríais subsistir;
sin vuestros superiores no podríais ni ventosear... "
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